EN MEMORIA DE JUAN IGNACIO RUIZ DE LA PEÑA
LA
OBRA DE UN MEDIEVALISTA ASTURIANO
JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
En el pasado 23 de enero se
celebró en Oviedo un homenaje al
catedrático de Historia medieval de la Universidad de Oviedo Juan Ignacio Ruiz
de la Peña Solar con motivo de su jubilación tras 50 años de actividad docente
e investigadora en nuestra Universidad. Lo organizaron sus discípulos que con
ese motivo editaron y le dedicaron un libro en dos volúmenes en el que se
recoge una pequeña muestra de su obra
dispersa. Al acto asistió una nutrida
asistencia, lo que no es muy usual en esta clase de celebraciones. Esas
características del acto sirven en cierto modo para definir la obra y la
personalidad de J. I. Ruiz de la Peña.
Porque, en primer lugar, no hay mejor medida de la excelencia de la labor
docente e investigadora de un profesor universitario que haber logrado a lo
largo de su vida académica crear una nutrida
y sólida escuela de discípulos que puedan continuar su labor, como fue
precisamente su caso, que siguió con excelentes frutos los pasos de su maestro
don Juan Uría, quien fue, como es bien sabido, el verdadero padre del
medievalismo asturiano. Pero también la numerosa asistencia a aquel acto de
homenaje era la demostración de la bonhomía y profundo sentido de la amistad que siempre ha ejercido Juan Ignacio y le han granjeado dentro y
fuera de profesión innumerables amigos.
Quizás haya quedado para otra ocasión e institución otro homenaje que
nuestro medievalista bien se merece como animador y agente activo de la
difusión de la historia y la cultura asturianas, como lo prueban su labor como
miembro de número y director del Real
Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y su participación en otras muchas
importantes iniciativas como lo fue, por
mencionar alguna, su decisiva participación, con otros destacados miembros de
su consejo de redacción como el geógrafo Francisco Quirós y el historiador
Santiago Melón, en la creación y gestión de la excelente revista de
investigación y alta divulgación ya desparecida, Ástura, en la que muchos pudimos publicar, al margen del cerrado y
limitado ámbito académico, nuestros trabajos de investigación sobre la historia y la antropología de
Asturias.
Por su parte, el contenido de la obra dedicada por sus discípulos ( S. Beltrán Suárez y M. Álvarez Fernández,
eds., J. I. Ruiz de la Peña Solar. Estudios de Historia Medieval. (Universidad
de Oviedo, 2014, dos volúmenes) es una
clara muestra representativa de su importante labor investigadora. Se recogen
en él 23 trabajos de investigación, de los 160 que ha publicado a lo largo de su
vida académica, editados en las principales revistas del medievalismo español y europeo. Libro,
sin duda, representativo de su labor investigadora, porque se manifiestan en él las
diferentes líneas de investigación por que ha transitado aquélla y los
diferentes ámbitos territoriales y políticos que ha tratado, lo que demuestra
que su obra no ha sido monotemática ni limitada al ámbito espacial de Asturias,
Si bien es cierto que sus
investigaciones más numerosas y su principal atención se han centrado sobre la historia de Asturias medieval, como
demuestran el conjunto de trabajos que
se recogen en el primer volumen del libro.
En cuanto al objeto de sus investigaciones, Ruiz de la Peña ha tratado
variados temas que abarcan los diversos campos en que se ha ido desdoblando con los avances historiográficos
la historia medieval: la historia religiosa con sus investigaciones de temática jacobea con especial atención al origen
y desarrollo del Camino de Santiago en Asturias, temática que está presente en
el segundo volumen con tres interesantes trabajos; la historia urbana ha
sido otro de los asuntos que ha tratado
con mayor asiduidad, como es el caso de sus estudios de las Polas asturianas
que fue el objeto de su tesis de doctorado. De esa historia urbana se ofrecen
también algunas muestras en este libro, como el que dedica al estudio de los orígenes
urbanos de Oviedo. La historia social también ha sido otro de sus centros de su
interés como puede constatarse por algunos de los trabajos aquí recogidos como
el que dedica a la condición de la mujer través de los ordenamientos
jurídicos de la Asturias medieval ( siglos
XII al XIV). La historia política y de
las Instituciones también han sido otro de los objetos preferentes de sus
investigaciones con especial atención al origen del Principado de Asturias y a
las instituciones medievales asturianas como puede constatarse por algunos de
los trabajos recogidos en este libro dedicados al análisis del Principado de Asturias en el
contexto del Poder central y los estados regionales en la Baja Edad Media
castellana, y el que trata del rey y el reino en la Monarquía asturiana. Por
otro lado, la proyección internacional de su labor investigadora también
está representada en este libro con su
trabajo en italiano Le ville nuove del
nord della Corona de Castiglia (secoli XII- XIV).
Finalmente, tampoco ha dejado de
lado nuestro medievalista el espinoso asunto de la metodología historiográfica
al que ya en su día dedicó su memoria de licenciatura publicada por Siglo XXI
en un libro que fue incluso reeditado, aunque en este caso no tengamos muestra de ello en esta obra. Sí la tenemos,
en cambio, de su profundo sentido de la amistad
y el agradecimiento hacia sus profesores y maestros con el sentido y
hermoso texto dedicado a ellos de la
última clase con que cerró su vida académica y que constituye a su vez el brillante colofón de este aprovechable y
significativo libro.
(PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO CULTURA DE LA NUEVA ESPAÑA Y RECOGIDO HOY CON MOTIVO DEL FALLECIMIENTO DE JUAN IGNACIO RUIZ DE LA PEÑA)
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