miércoles, 11 de mayo de 2016

EN  MEMORIA DE JUAN IGNACIO RUIZ DE LA PEÑA                

                  LA OBRA DE UN MEDIEVALISTA ASTURIANO
                                                  JULIO ANTONIO  VAQUERO IGLESIAS



En el pasado 23 de enero  se celebró en Oviedo un  homenaje al catedrático de Historia medieval de la Universidad de Oviedo Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar con motivo de su jubilación tras 50 años de actividad docente e investigadora en nuestra Universidad. Lo organizaron sus discípulos que con ese motivo editaron y le dedicaron un libro en dos volúmenes en el que se recoge una pequeña muestra  de su obra dispersa.  Al acto asistió una nutrida asistencia, lo que no es muy usual en esta clase de celebraciones. Esas características del acto sirven en cierto modo para definir la obra y la personalidad de  J. I. Ruiz de la Peña. Porque, en primer lugar, no hay mejor medida de la excelencia de la labor docente e investigadora de un profesor universitario que haber logrado a lo largo de su vida académica crear  una nutrida y sólida escuela de discípulos que puedan continuar su labor, como fue precisamente su caso, que siguió con excelentes frutos los pasos de su maestro don Juan Uría, quien fue, como es bien sabido, el verdadero padre del medievalismo asturiano. Pero también la numerosa asistencia a aquel acto de homenaje era la demostración de la bonhomía y profundo sentido  de la amistad que siempre ha ejercido  Juan Ignacio y le han granjeado dentro y fuera de profesión innumerables amigos.
Quizás haya quedado para otra ocasión e institución otro homenaje que nuestro medievalista bien se merece como animador y agente activo de la difusión de la historia y la cultura asturianas, como lo prueban su labor como miembro de número y director del  Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y su participación en otras muchas importantes  iniciativas como lo fue, por mencionar alguna, su decisiva participación, con otros destacados miembros de su consejo de redacción como el geógrafo Francisco Quirós y el historiador Santiago Melón, en la creación y gestión de la excelente revista de investigación y alta divulgación ya desparecida, Ástura, en la que muchos pudimos publicar, al margen del cerrado y limitado ámbito académico, nuestros trabajos de investigación  sobre la historia y la antropología de Asturias.
Por su parte, el contenido de la obra dedicada por sus discípulos  ( S. Beltrán Suárez y M. Álvarez Fernández, eds., J. I. Ruiz de la Peña Solar. Estudios de Historia Medieval.  (Universidad de Oviedo, 2014, dos volúmenes) es  una clara muestra representativa de su importante labor investigadora. Se recogen en él 23 trabajos de investigación, de los 160 que ha publicado a lo largo de su vida académica, editados en las principales revistas  del medievalismo español y europeo. Libro, sin duda, representativo de su labor investigadora, porque se manifiestan  en él  las diferentes líneas de investigación por que ha transitado aquélla y los diferentes ámbitos territoriales y políticos que ha tratado, lo que demuestra que su obra no ha sido monotemática ni limitada al ámbito espacial de Asturias, Si  bien es cierto que sus investigaciones más numerosas y su principal atención se han centrado  sobre la historia de Asturias medieval, como demuestran el conjunto de trabajos  que se recogen en el primer volumen del libro.
En cuanto al objeto de sus investigaciones, Ruiz de la Peña ha tratado variados temas que abarcan los diversos campos en que se ha ido  desdoblando con los avances historiográficos la historia medieval: la historia religiosa con sus investigaciones de  temática jacobea con especial atención al origen y desarrollo del Camino de Santiago en Asturias, temática que está presente en el segundo volumen con tres interesantes trabajos; la historia urbana ha sido  otro de los asuntos que ha tratado con mayor asiduidad, como es el caso de sus estudios de las Polas asturianas que fue el objeto de su tesis de doctorado. De esa historia urbana se ofrecen también algunas muestras en este libro, como el que dedica al estudio de los orígenes urbanos de Oviedo. La historia social también ha sido otro de sus centros de su interés como puede constatarse por algunos de los trabajos aquí recogidos como el que dedica a la condición de la mujer través de los ordenamientos jurídicos  de la Asturias medieval ( siglos XII al XIV). La  historia política y de las Instituciones también han sido otro de los objetos preferentes de sus investigaciones con especial atención al origen del Principado de Asturias y a las instituciones medievales asturianas como puede constatarse por algunos de los trabajos recogidos en este libro dedicados  al análisis del Principado de Asturias en el contexto del Poder central y los estados regionales en la Baja Edad Media castellana, y el que trata del rey y el reino en la Monarquía asturiana. Por otro lado, la proyección internacional de su labor investigadora también está  representada en este libro con su trabajo en italiano Le ville nuove del nord della Corona de Castiglia (secoli XII- XIV).
 Finalmente, tampoco ha dejado de lado nuestro medievalista el espinoso asunto de la metodología historiográfica al que ya en su día dedicó su memoria de licenciatura publicada por Siglo XXI en un libro que fue incluso reeditado, aunque en este caso no tengamos  muestra de ello en esta obra. Sí la tenemos, en cambio, de su profundo sentido de la amistad  y el agradecimiento hacia sus profesores y maestros con el sentido y hermoso texto dedicado a ellos  de la última  clase  con que cerró su vida académica  y que   constituye a su vez  el brillante colofón de este aprovechable y significativo  libro.

 (PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO CULTURA DE LA NUEVA ESPAÑA Y RECOGIDO HOY CON MOTIVO DEL FALLECIMIENTO DE JUAN IGNACIO RUIZ DE LA PEÑA)          

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