viernes, 27 de marzo de 2015

FIDEL CASTRO VISTO POR SÍ MISMO

                             FIDEL CASTRO VISTO POR SÍ MISMO

                                              JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

                                                            
Las biografías sobre  Fidel Castro son numerosas. La gran mayoría o satanizan al personaje considerándolo como un sanguinario dictador de izquierdas que tiene secuestrado al pueblo cubano  o son panfletos hagiográficos que lo elevan a los altares de la revolución antiimperialista  y socialista como si de una deidad profana sin mácula se tratase. Son menos, en cambio, entre las muchas biografías publicadas, las que responden tanto al criterio de imparcialidad (me refiero a esa imparcialidad  contraria a la parcialidad partidista que no acepta, como hace ésta,  el todo vale  mientras concuerde con sus tesis), como al del rigor metodológico de la historiografía biográfica. Por su parte, Fidel no ha escrito, al menos hasta ahora, su autobiografía. Quizás siguiendo el ejemplo de uno de sus más admirados personajes históricos, Simón Bolívar, que desdeñó escribir la suya por considerarlo un ejercicio sin sentido.
Un nuevo  libro de conversaciones con Fidel
El líder cubano ha recurrido, en cambio, a otro soporte, el libro de entrevistas,  para contrarrestar las campañas de intoxicación informativa que contra él y la revolución cubana, ha venido realizando, desde su inicio, el poderoso aparato mediático de la oposición anticastrista de Miami y, tanto monta, monta tanto, las diversas Administraciones norteamericanas. Esta clase de libros están  dedicados a difundir  y explicar desde dentro las razones de las medidas políticas adoptadas por la revolución y el  rumbo que ha seguido y los acontecimientos y circunstancias por  los que ha atravesado. Y están por ello dirigidos principalmente tanto a los cubanos de la isla como a los  sectores de opinión latinoamericanos y del resto del mundo -sobre todo, del Sur- simpatizantes o neutrales ante la Revolución cubana. Son, pues, libros orientados a la praxis política y, como tal, hay que juzgarlos. Pero no por ello dejan  de ser también la expresión  de la percepción de Fidel sobre de las diferentes coyunturas por las que ha pasado la revolución e, incluso, nos proporcionan algunas informaciones y datos de interés  sobre la misma
 Fidel siempre ha confiado la realización de estos libros de conversaciones a algún intelectual o periodista  del campo de la izquierda que  haya  manifestado alguna clase de sintonía  con la revolución cubana  Así, entre los más importantes libros de este género, que son sólo tres o cuatro, están los de Tomas Borge y  Frey Betto,  personajes profundamente comprometidos con la  lucha para acabar con la desigualdad y la pobreza  en América Latina y lograr su transformación social desde una perspectiva anticapitalista. Ahora se suma a  ellos un nuevo y  recién publicado libro de  este tipo, titulado, Fidel Castro. Biografía a dos voces. Editorial Debate, 2006, cuyo editor-coautor es Ignacio Ramonet, uno de los más prestigiosos líderes y teóricos del movimiento altermundista, director de Le Monde Diplomatique  y destacado dirigente de ATACC, organización para la lucha contra la globalización neoliberal.
La importancia y la diferencia de este último libro en relación  con los anteriores mencionados  responden a varios factores. En primer lugar, está el hecho de que  por ser el de más reciente publicación, nos permite conocer la visión que el mandatario cubano tiene de la última etapa de la revolución. Años jalonados por acontecimientos y cambios mundiales tan importantes que han afectado decisivamente a la vida de la Cuba revolucionaria. Como han sido, sobre todo,  la crisis y la caída de  la Unión Soviética  y los otros regímenes del socialismo real, de cuyo bloque formaba parte  y dependía económicamente la Cuba socialista. Esa desaparición ha producido la etapa más dura por la que ha tenido que atravesar la revolución cubana. Años en que comienza también  a plantearse por razones biológicas el problema de la sucesión de Fidel y con él el del  futuro de una Cuba postcastrista.
 Con  referencia a estos dos últimos aspectos todavía el libro  tiene otro  interés  añadido en las  circunstancia presentes. Su publicación ha coincidido  con el momento preciso  en que el presidente cubano, por razones de enfermedad, ha tenido que delegar temporalmente el poder en manos del primer vicepresidente, su hermano Raúl, y todo parece indicar que se inicia, con ello, una nueva y decisiva etapa de la revolución cubana. De hecho, una de las tareas a las que dedica Fidel su convalecencia es la de de revisar el texto de este libro para su próxima  publicación en  Cuba.
Entrevista dialéctica
Ramonet  ha construido un libro ágil, dialéctico, que es algo más que un mero cuestionario de preguntas y respuestas. Ha superado, pues,  con éxito, el peligro más que probable que amenazaba a  la obra, dada la facundia exuberante de Fidel. Que su contenido se convirtiese en un soliloquio del mandatario cubano y no reflejara  un diálogo vivo entre el entrevistador y el entrevistado. El periodista gallego ejerce de abogado del diablo. Pregunta sobre cuestiones candentes y controvertidas de la revolución y obliga a su interlocutor a precisar o completar sus respuestas cuando éstas son ambiguas o tratan de eludir preguntas comprometidas. El cuestionario ha sido, según la confesión del entrevistador, abierto, sin ninguna limitación previa, y para llevarlo a cabo Ramonet se  documentó cuidadosamente, consultando, incluso, a   algunos de los más importantes intelectuales, escritores e historiadores especialistas en el proceso revolucionario cubano.
 Por su parte, el líder cubano utiliza, a su vez, en la conversación  los recursos de su potente y eficaz capacidad dialéctica y, salvo algunas ambigüedades e imprecisiones que el texto de esta edición ha respetado, las respuestas de Fidel, expuestas en el tono coloquial adecuado a una entrevista, cargadas  de circunloquios, ramificaciones y de una densa y rica información, van siempre finalmente  al grano, destacando o eludiendo lo que le interesa. Y ponen de manifiesto siempre su memoria de elefante y su gran capacidad y agudeza intelectual.

Relato canónico salpicado de datos de interés  
Las respuestas de Fidel  trazan un relato canónico de la revolución cubana y su papel en ella. Pero también hacen referencia a datos inéditos o menos conocidos  y a nuevas interpretaciones sobre algunos de sus hechos y episodios. Desde los antecedentes de la revolución que el líder cubano considera como la culminación de las luchas antiimperialistas contra  españoles y  norteamericanos hasta la visión de Fidel acerca de los problemas más actuales de la revolución. Sin olvidar el de su sucesión y el futuro de Cuba, que Castro considera que no es cuestión de personas, sino responsabilidad de las nuevas generaciones que  se han formado dentro de la revolución,  sin salirse del marco socialista que la reforma de la actual constitución ha blindado para impedir una deriva hacia el capitalismo..
 Entre uno y otro extremo, Fidel nos cuenta, con cierta idealización y  tendencia al enfoque teleológico,  cómo, a pesar de ser hijo de un emigrante gallego,  propietario medio allá en Birán en  el Oriente cubano, zona de dominio del latifundio azucarero de la United Fruit Company, forjó su actitud revolucionaria. Además de la percepción de injusticia y desigualdad del ambiente y un carácter rebelde de nacimiento, moldeado en la firmeza por la educación de los jesuitas, aspectos de los que siempre ha hablado, atribuye, ahora, una gran importancia a la situación de abandono y hambre que pasó en Santiago cuando vivió en casa de su preceptora, situación  de la que salió gracias a su rebeldía. Sobre su socialización política en la Universidad, Fidel nos relata cómo llegó a ella ayuno de formación política, excepto las lecturas e influencia del pensamiento de Martí y Bolívar, y pasó allí de lo que él denomina un “comunismo utópico” autodidacta al pensamiento marxista- leninista que todavía hoy afirma que no ha abandonado. Es decir, contra lo que se ha dicho frecuentemente, no fue después en Sierra Maestra donde conoció y  adoptó, bajo la influencia de El Che y de su hermano Raúl, el pensamiento marxista.
   Fidel relata con detalle el proceso de su ascenso al poder como líder del M26 de Julio a través del asalto fracasado al cuartel Moncada, los dos años preparación revolucionaria en México, donde ocurre su encuentro con El Che,  al que atribuye las más elevadas virtudes morales e intelectuales,  y  los dos años de lucha guerrillera en Sierra Maestra, cuyo éxito, según Fidel, se debió tanto a una estrategia militar basada en la guerra de movimientos como a la psicológica y ética tratando con justicia y sin violencia a los campesinos y sin dureza ni represalias a los militares batistianos.  De la estrategia política para  imponerse dentro del M26 de Julio y sobre la otra oposición antibatistiana, incluido el PSP (Partido comunista), las referencias son escasas y medidas. Fidel destaca  en esa lucha a dos de sus comandantes Camilo Cienfuegos y El Che. A éste le tuvo que frenar en  sus iniciativas temerarias y le prometió que, una vez triunfante la revolución, le liberaría de su compromiso con ella para que pudiese, como éste quería, continuarla en Argentina. Parece como si Fidel  tratase de justificar  el posterior abandono de Cuba del argentino para irse, primero, a África y después a Bolivia para organizar un foco guerrillero desde el cual se pudiese exportar la revolución por toda la región. Esto es, dejar claro sin decirlo que no hubo, como se ha apuntado, una  ruptura entre los dos líderes revolucionarios.
La construcción de un socialismo experimental y genuino en Cuba bajo la mirada y las garras amenazantes del Águila imperial americana en los años sesenta; la lucha en los setenta y parte de los ochenta para sobrevivir al abrazo asfixiante del oso soviético del que Fidel siempre tuvo desconfianza desde la que  considera como traición de Jruschov en la crisis de los misiles de octubre de 1962, y cuyo reformismo ( el de Jruschov y los líderes soviéticos posteriores)  de concesiones al mercado nunca vio con buenos ojos; así como la impresionante labor de solidaridad internacional militar y humanitaria que la revolución cubana ha realizado y está realizando  con los pueblos del Tercer Mundo, sobre todo, en África; la explicación de las políticas de rectificación, sin claudicación, pero con reformas, que la  revolución  tuvo que realizar para sobrevivir a la crisis y posterior hundimiento  del socialismo real  y cuyos  efectos negativos para los objetivos y el  consenso de la población cubana, la revolución  está todavía  intentando paliar hoy; además de un interesante capítulo sobre las relaciones del régimen cubano con los gobiernos españoles, en el que destaca los encuentros y desencuentros con Felipe Gonzáles y una durísima crítica de Aznar  son los asuntos de mayor interés que se tratan en esta entrevista maratoniana que duró más de cien horas y se desarrolló entre 2003 y 2006  en  sesiones de larga duración y a horas intempestivas.
Un traje confeccionado por Fidel a su medida
La impresión que tiene este lector es que, en este combate dialéctico entre dos gallegos, uno de nacimiento y otro de ascendencia, la victoria ha sido para Fidel, que ha logrado imponer su discurso y orientar el libro hacia lo que él quería que fuese: un libro de combate. Ramonet no ha querido, no ha podido o no ha sabido plantear la conversación con Fidel sobre su biografía  en torno a las grandes cuestiones que  plantea la experiencia de la revolución cubana  y su futuro y hacerlo a un nivel más elevado de abstracción. El diálogo ha derivado en gran medida hacia los  aspectos concretos y  más episódicos de la vida de Castro y de la revolución. Lo que ha permitido a Fidel cortarse un traje a su justa  medida.
Algunos de los episodios y las medidas más  significativas y  menos aceptables de la marcha de la revolución no se  tratan en el libro  como es el caso de la ruptura con un importante sector de los intelectuales de Norte con motivo del caso Padilla en el contexto del nuevo rumbo que tomó la revolución  a comienzos de los setenta. Hasta el mismo Sartre y Simone de  Beauvoir, en otrora encendidos admiradores de la revolución, se sumaron al coro de protestas. Otros importantes hechos  se mencionan pero se dejan  pasar sin sacar a luz toda su importancia. Así ocurre con el tema de los diversos  modelos de socialismo que la revolución trató de aplicar. Si bien es cierto y hay que reconocer que  Ramonet trata otros aspectos de  la revolución  que han sido duramente criticados y expresa también su desacuerdo con ellos.  Me refiero a la falta de pluralidad informativa y de libertad de expresión que mantiene el régimen cubano, así como a la pragmática visión que Fidel  sostiene sobre la necesidad de aplicar y  mantener la pena de muerte en Cuba.  
Un libro para “la batalla de las ideas”
En conclusión, este libro, sin duda, nos remite a la necesidad todavía no satisfecha hoy de contar con una rigurosa biografía personal de Fidel dentro de una biografía colectiva de la Revolución cubana. Para poder llevarla a cabo es imprescindible contar con el acceso  a los datos depositados en los archivos del régimen cubano sin ninguna clase de limitación. Y esto no ha sido posible hasta ahora.
 Sin embargo, como apuntábamos más arriba, esta obra puede cumplir bien el  objetivo que Fidel ha buscado para este género de libros: servir de instrumento para lo que él, que siempre ha dado tanta importancia a las condiciones subjetivas para  conseguir los objetivos revolucionarios, llama “la batalla de las ideas”. Porque su lectura, realizada sin prejuicios y con honestidad, desmonta y hace inaceptable tanto esa imagen de Fidel como un tirano cruel, secuestrador de su pueblo, como la de una revolución socialista sin sentido y ajena a los intereses y a la participación de amplios sectores del pueblo cubano.
 Esas imágenes, que la masiva propaganda anticastrista ha difundido desde diversos frentes e intereses, han conseguido convertirse injustamente en el imaginario políticamente correcto que sobre la Cuba socialista y su líder tiene gran parte de la población del Norte rico. Pero  difícilmente  pueden alcanzar una recepción amplia entre las masas desposeídas del Tercer mundo, sobre todo, las más próximas del ámbito latinoamericano, que todavía no han llegado a alcanzar  algunos de los indicadores de bienestar social que consiguió para toda la población la revolución cubana,  incluso hoy en que esos logros estén en un grave estado de deterioro por las dificultades de los últimos tiempos. Amén de que Cuba ha  logrado lo que amplios sectores populares de esos países también desean y constituyó, tras los pasos y las ideas de José Martí, el motor principal de la revolución cubana: el objetivo de ser un país realmente independiente, no subordinado al Imperio americano.

                           LA OBRA DE LA REVOLUCIÓN CUBANA, SEGÚN FIDEL
                                                                              J. A. V. I
“ (…) Cuba fue el primer territorio libre del dominio imperialista en América latina y el único país del hemisferio, donde a lo largo de la historia poscolonial, torturadores, asesinos y criminales de guerra (…) fueron juzgados y ejemplarmente sancionados. Recuperó y entregó totalmente la tierra a los campesinos y trabajadores agrícolas. (…) En medio de un riguroso bloqueo y guerra económica que han durado medio siglo, Cuba fue capaz de erradicar el analfabetismo en un año. (…) Llevó la educación gratuita al ciento por ciento de los niños. Sus alumnos de primaria ocupan el primer lugar del mundo en conocimientos de lenguaje y matemáticas. Ocupa igualmente el primer lugar mundial en maestros per cápita (…) El estudio con una remuneración económica del Estado se ha convertido, por primera vez en el mundo, en una oportunidad para todos los jóvenes de diecisiete a treinta años que no estudiaban ni poseían empleo (…).
La mortalidad infantil se ha reducido de 60 por mil nacidos vivos a una cifra que fluctúa entre un 6 y un 6,5. Es la más baja del hemisferio desde Canadá y Estados Unidos hasta la Patagonia. Las perspectivas de vida se han elevado en quince años (..,) Cuba es hoy el país con más alto índice de médicos  per cápita; casi duplica el número de los que le siguen detrás (…) Los cubanos ( disponen de un sistema médico) cuyos servicios continuarán recibiendo de forma absolutamente gratuita. El 85 por ciento de la población es  propietaria  de la vivienda. Ésta, libre de todo impuestos. (….). Nuestra televisión, radio y prensa no practican la publicidad comercial. Cualquier promoción está dirigida a cuestiones de salud, educación, cultura, educación física, (…) a la recreación sana, defensa del medio ambiente; a la lucha contra las drogas (…). En ningún otro pueblo se enraizó tanto el espíritu de solidaridad internacional (…).Continúa enumerando una larga lista de  actos de apoyo militar y humanitario en África y América Latina. Páginas 525-532 
 (Publicado en el suplemento Cultura de La Nueva Espàña, de Oviedo)

viernes, 20 de marzo de 2015

LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO

                       VERDAD Y JUSTICIA PARA  LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO
                                                                                

                                         Julio Antonio Vaquero Iglesias         
                                                                              





Este suplemento especial  editado por el  periódico  digital Crónica Popular, Las crímenes del Franquismo, pretende recoger en 27 trabajos de pequeña extensión una visión panorámica, desde la doble perspectiva de la historia y la memoria,  de las víctimas de la represión franquista durante la guerra civil y la etapa dictatorial con el objeto de que no queden sepultados en el olvido e impunes los crímenes del franquismo.

 Como  bien apunta Rodrigo Vázquez de Prada y Grande, co-director de Crónica Popular, en el trabajo introductorio del suplemente, treinta y siete años después de las primeras elecciones generales   esa impunidad  se sigue amparando  en la Ley de Amnistía  de 1977 a pesar del reconocimiento universal de la naturaleza imprescriptible de los crímenes de lesa Humanidad y en las políticas paniaguadas sobre la memoria histórica de los gobiernos de PSOE y  sobre todo en las actitudes claramente obstruccionistas hacia ellas de los del PP. Y todo ello a pesar de las recomendaciones en sentido contrario de algunas organizaciones internacionales. La última, la  del Grupo de Desapariciones Forzadas de la ONU  en el  pasado año. Y de los intentos frustrados por parte  del juez Garzón  y de determinados  tribunales argentinos de poner fin a esa situación de impunidad  aplicando la justicia universal   Los resultados de todo ello   son los cientos de miles de ejecutados cuyos restos yacen en las cunetas y las fosas comunes sin poder ser recuperados por sus familiares, la vigencia de las sentencias dictadas por  tribunales ilegítimos y la impunidad en que se han mantenido los verdugos.   
            El conjunto de trabajos editados en este suplemento abarca a las víctimas causadas  prácticamente  por todos los aspectos de la represión franquista. Después de  varios  trabajos generales ( una entrevista con el ex fiscal  anticorrupción y ex eurodiputado  Carlos Jiménez Villarejo sobre ilegitimidad radical del ordenamiento jurídico franquista y  sendos estudios  sobre sobre la actuación de la Justicia en relación con este tema en la Transición,  acerca de los avatares y resultados de la investigación histórica de la represión franquista y las exhumaciones de las fosas de los represaliados), se presentan los que se refieren a las víctimas concretas  de aquellos que siguieron siendo leales a la República durante la guerra civil en las diversas instituciones. Así  se trata de  los  generales asesinados por no sumarse a la sublevación; de  la muerte y depuración de los catedráticos de Universidad, entre ellos dos rectores.  Al análisis del juicio y ejecución  del  rector de la Universidad de Oviedo Leopoldo Alas Argüelles, hijo de Clarín, está dedicado específicamente  uno de los trabajos escrito por el catedrático de Historia contemporáneas de esa Universidad, David Ruiz. Como también  se trata en otros de los sacerdotes asesinados por los franquistas en el País Vasco y otras regiones; de la  muerte y depuración de los maestros; del trágico final  de  los poetas  Miguel Hernández y Federico García Lorca:  de la ejecución del presidente de la Generalitat  Lluís Companys y del fusilamiento de de las llamadas 13 Rosas,
   Otra serie de trabajos   está dedicada a las víctimas de la represión durante la etapa franquista. Son aquellos que se refieren a las diversas formas de trabajo forzado que impuso la dictadura a los presos de guerra y posguerra; a la ejecución de Julián Grimau, de  Salvador  Puig Antich y de los miembros de ETA y del FRAP  en 1975;  y acerca  de los niños robados  (alrededor de 30.000) durante la etapa franquista.
 Finalmente, especial interés tienen por ser un asunto menos conocido  los dedicados  a  exponer los intentos de fundamentar y constituir una Comisión de la Verdad sobre los crímenes del franquismo y a analizar lo que se ha denominado la “querella argentina”, esto es, los intentos por determinados jueces argentinos de poner fin a la impunidad de los crímenes franquistas procesando a los responsables todavía sobrevivientes que los cometieron.
No se puede dejar de resaltar como uno de los aspectos positivos de este amplio y bien fundamentado  informe sobre los crímenes del franquismo el carácter multidisciplinar de los autores que participan en él como corresponde, sin duda, al carácter transversal que tuvo la represión franquista. Entre ellos encontramos a historiadores conocidos como Nicolás Sánchez Albornoz, David  Ruiz, Marta Núñez Díaz Balart, Francisco Erice,  Francisco Espinosa Maestre, María Rosa de Madariaga  entre otros; juristas como  Carlos Jiménez Villarejo y Juan José del Águila Torres, Pedro López López; sociólogos como  Pilar Navarro Rico, Emilio Silva; militares como José Luís Pitarch; periodistas como Mercedes Arancibía….. Y como no podía ser de otro modo, es también numerosa la participación de miembros de las organizaciones de la Memoria Histórica y plataformas contra la impunidad de los crímenes del franquismo.
 En fin, teniendo en cuenta que la literatura sobre la represión franquista alcanza ya grandes dimensiones y que tras 37 años de democracia sigue siendo necesaria la lucha ideológica y política para lograr la verdad y la reparación de sus víctimas, este suplemento constituye sin duda una excelente síntesis  que interesará sin duda a todos aquellos  que consideren  necesario poner fin de una vez a es
 (PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO CULTURA. DE LA NUEVA ESPAÑA, DE OVIEDO)

sábado, 14 de marzo de 2015

La Historia que hemos contado

                        LA HISTORIA QUE HEMOS CONTADO

                                                   JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS



Sin  duda, la salida del número 1.000 de este  suplemento de Cultura es una ocasión idónea  para hacer un somero balance de mi colaboración en sus páginas  durante los cerca de veinte años en que he llevado a cabo  la crítica de la literatura histórica que ha ido apareciendo en nuestro mercado editorial.
            En primer lugar, están los criterios de selección de los libros reseñados. En un mercado editorial como el español con una producción editorial  en torno a los 50.000 títulos anuales de los que una parte importante corresponde a todos los campos de la disciplina histórica, una selección cuidadosa de los libros criticados es una de las principales labores, pienso, que debe llevar a cabo todo crítico que se precie de tal. Y esa selección en mi caso ha estado siempre determinada tanto  por el probable interés que el libro, por su contenido y autor, podría despertar en los lectores de nuestro suplemento, como por la  importancia y novedad  que  pudiese aportar al conocimiento  de determinado campo histórico.
En ese sentido, por mis críticas han desfilado algunas de las principales aportaciones que la historiografía ha llevado a cabo, desde la Edad Antigua hasta el siglo XIX y XX, tanto de la historia europea y americana como la española. Entre otros, he reseñado libros que tratan de la revolución industrial y la evolución e interpretación del origen y desarrollo del capitalismo, la revolución francesa  y las consecuentes revoluciones liberales, la historia del pensamiento y los movimientos socialista y comunista, la historia y el presente de Latinoamérica, la naturaleza y la historia  del nazismo, nuestro imperio colonial y la Ilustración, la revolución gaditana y la evolución del liberalismo español a lo largo del XIX, el 98,  la Restauración, la II República, la guerra civil española o la dictadura franquista…. Especial interés he tenido en que mis (improbables) lectores tuviesen noticia  puntual de  aquellos temas  que la historiografía reciente ha enfatizado como han sido, por ejemplo, la historia del feminismo, la historia social cultural, la represión y la oposición al franquismo; lo relacionado con la denominada “memoria histórica” y los  grandes acontecimientos de la historia del presente como la guerra de Irak o  los atentados del 11 de Septiembre. De hecho, este suplemento recibió un importante premio gráfico internacional con motivo de un balance bibliográfico de este crítico con motivo de lo ocurrido  aquel  día de 2.001 que conmovió al mundo y ha sido, sin duda, uno de los acontecimientos seminales  del nuevo milenio. Y siempre he tenido la preocupación de que mis (improbables) lectores  conocieran aquellos libros y autores marginales que publicados por minoritarias editoriales he creído que  nos aportaban, con su visión heterodoxa y al margen de la corriente dominante editorial, algo de interés Todos los géneros y subgéneros de la difusión del conocimiento históricos han estado presentes en mis comentarios, desde el libro académico hasta el ensayo historiográfico pasando por el libro de divulgación, la biografía histórica y la novela histórica.  
Del mismo modo que, dada la crisis que en estos decenios ha atravesado el conocimiento histórico con la irrupción del postmodernismo con su frustrado intento de  de devaluar la cientificidad de nuestra disciplina, he procurado dar a conocer  en mis críticas los más importantes libros y autores publicados en nuestro mercado editorial sobre las controversias historiográficas que ello ha supuesto. Mi objetivo, en ese sentido, ha sido siempre alertar al lector  menos preparado e inerme ante esa avalancha de supuesta, pero falsa historia, de historia “en migajas”, acerca de esa deriva que en resumidas cuentas  no conducía sino a la consumación del fin de la Historia como conocimiento racional y científico.
En mi selección ha estado, además, como criterio básico, dar a conocer a mis  lectores lo más importante de la producción historiográfica que, desde dentro o fuera de Asturias, se ha venido publicando sobre la historia de nuestra región, y así, por estas páginas y en mis críticas, han ido desfilando las principales obras e historiadores que han tratado de nuestra historia regional.
    Si esos fueron, grosso modo, los criterios que me han venido guiando en la selección de los libros  que he elegido para reseñar, desde el punto de vista formal, he procurado seguir también en mis críticas  reglas constantes. Una crítica en un suplemento cultural de un periódico, pienso, no puede nunca responder a los criterios que deben seguirse en la que se realiza en un soporte académico. La crítica en ellos debe de responder a una peculiar  combinación entre  crítica y periodismo que no puede nunca dejar de tener presente la generalidad y heterogeneidad del público a la que va destinada. Hay  que tener siempre presente  que la crítica en el caso de esta clase de suplementos, a veces, tiene como finalidad no sólo valorar el contenido del libro para aconsejar o no su lectura, sino proporcionar una información a un lector  que nunca va a serlo del  libro y que, por tanto, solo conocerá su contenido a través de la información del crítico.
 Por ello, he procurado siempre proporciona al lector, además de la información necesaria y precisa sobre el  autor, una síntesis lo más completa, articulada y ajustada posible del contenido de la obra reseñada, distinguiéndola nítidamente de la valoración que me ha merecido su lectura. Y es claro que ese criterio general varía en cuanto a  la extensión dedicada a la información y valoración en función de las peculiaridades y el enfoque que presenta la propia obra reseñada o el mayor o menor conocimiento que se tiene del autor. Todos los críticos sabemos por propia experiencia que cada libro tiene su crítica y que sólo después de una lectura reflexiva y cuidadosa del mismo sabemos cómo debe realizarse en el marco de unos criterios generales y constantes que, en mi caso, acabo de  esbozar.       
 ( Artículo publicado en Cultura, suplemento cultural de La Nueva España, de Oviedo con motivo de la publicación del número 1000 )              



domingo, 8 de marzo de 2015

LAS DOS ALMAS DEL 15 M

                                            LAS DOS ALMAS DEL 15-M
                                                    Julio Antonio Vaquero Iglesias



 Entre la frondosa literatura con que ya cuenta el movimiento del 15- M, este pequeño libro,  Nada será como antes. Sobre el movimiento 15 M (Los Libros de la Catarata,2011) tiene, sin duda, una especial significación. Su autor, Carlos Taibo, ha sido un privilegiado testigo del inicio de ese movimiento como la persona en quien confiaron los “indignados” para que les dirigiera la palabra ese día 15 en la manifestación madrileña con que comenzó  el movimiento su andadura. Pero no sólo por ese hecho. Lo es también por su contrastada competencia en esta materia. Porque Taibo es un activista de  esos movimientos  sociales críticos que han sido uno más de los componentes del movimiento, además de un estudioso de los mismos como profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid.  Pero su visión, más que la del académico que habla desde fuera de algo que analiza y  estudia, que también, es, sobre todo, la de un profundo conocedor desde dentro de esa clase de movimientos sociales . La suya es en este sentido una visión del mismo  desde la izquierda anticapitalista.
 . Desde el punto de vista sociológico, es un movimiento con dominancia de jóvenes, pero también con un importante sector de adultos, sin apenas  presencia de adolescentes y con un claro componente interclasista. La clase obrera como tal apenas tiene presencia en el movimiento. Ideológicamente, lo que  define a los contestatarios, y esta es la tesis principal del libro de Taibo, nacida de su propia experiencia empírica en el momento inicial del movimiento,  es la de que en él han coexistido, vivificándose  mutuamente, dos almas  diferentes. La de los componentes pertenecientes a los movimientos sociales críticos con una clara filiación ideológica anticapitalista, que habrían sido, en realidad, los convocantes de la primera manifestación. Y la otra, la de los que componen la mayoría del movimiento esto es,  los jóvenes airados, cabreados con su situación de desempleo, precariedad, abusos empresariales, precios inalcanzables de los alquileres y de la vivienda, y la usura de los bancos, quienes respondieron masivamente a la convocatoria y constituyen hoy la masa dominante del movimiento y cuyos planteamientos y demandas son pedir la reforma política, más o menos profunda, del sistema que los margina, negándoles la posibilidad de un futuro digno.. Hasta topográficamente, dice Taibo, esas dos almas se distinguen: los procedentes de los movimientos sociales críticos dominan las asambleas y los jóvenes pueblan las concentraciones y las acampadas nocturnas.
             Pero las dos almas del movimiento han aprendido a convivir entre sí y ambas han aprendido  la una de la otra: la encarnada en los movimientos sociales críticos se ha alimentado de las reivindicaciones menos elaboradas de los jóvenes airados, mientras que la que mueve el impulso de éstos ha hallado  una  respuesta ideológica formalizada a muchas de sus propuestas en las posiciones de la otra. Aunque lo cierto es que todavía- desgraciadamente, pensamos algunos- ambas almas no han terminado de fundirse en una sola, que es realmente lo que temen las gentes del orden conservador (aquellas que pronostican que el movimiento puede derivar en una nueva  Bastilla que termine desencadenando una dictadura, como la que nos cuenta Pedro J. Ramírez en su personal versión de la Revolución Francesa; una Bastilla en la que  puede desembocar el movimiento, si, como amenaza Esperanza Aguirre, no se lo impedimos ( ella y los suyos, claro) invirtiendo el dinero de los recortes en educación en crear una guardia de la porra autonómica que meta  en vereda a la fuerza  a sus componentes). Pero no es sólo la derecha y la caverna mediática la que ve con malos ojos a los contestarios, también, como sostiene Taibo, hay  fuerzas partidarias e instituciones sindicales de filiación ideológica  progresista  y hasta de la  izquierda que los miran torvamente, aunque en este caso, más que acabar con el movimiento, lo que tratan es de domesticarlo y llevarlo a su redil.    
    La consecuencia  de ese dual  “almario”  ha sido, además, que las propuestas surgidas de las  distintas asambleas, esto es, lo que llamaríamos el programa del movimiento del 15  de mayo, no dejan tampoco de expresar  esa doble filiación ideológica, aunque hayan sido aprobadas por todos los componentes del movimiento. Así, más vinculadas  con los movimientos sociales críticos, están las propuestas que se refieren a la resolución de la crisis económica como el fin del rescate a las entidades financieras, una mayor carga fiscal para los ricos, la aplicación de una tasa que grave las transacciones especulativas, el rechazo de las privatizaciones  y  la defensa de los servicios públicos en el ámbito de la sanidad, la educación y el transporte, la demanda del reparto del trabajo y las rentas básicas o la lucha contra los paraísos fiscales, entre otras. Pero, sobre todo, nacen de esa alma vinculada a los movimientos sociales críticos las que se refieren a la defensa de las reivindicaciones históricas del movimiento feminista, las propuestas del ecologismo radical y las que  defienden el pacifismo y a la reducción del gasto militar; o, en fin, las que ponen en primer plano los problemas de los derechos del Sur.
            En cambio, más en sintonía con ese alma que mueve la contestación de los jóvenes airados, estarían las demandas que hacen en relación con la solución a los problemas que afectan en mayor medida a los jóvenes, como el desempleo, la precariedad, los abusos empresariales; el de la vivienda con la implantación de unas políticas que acaben con los alquileres elevados y los precios abusivos de la vivienda y pongan en vigor la expropiación de los pisos no vendidos. O el cuestionamiento de la vía abierta a la mercantilización y privatización de la universidad pública. Y a caballo de una y otra están, sin duda, las demandas de la reforma (para los jóvenes contestatarios) o de cambio estructural (para los miembros de los movimientos sociales críticos) del sistema político que consideran que no es una verdadera democracia con sus secuelas de corrupción, de privilegios para los políticos, la falta de independencia del poder judicial y, sobre todo, la subordinación del poder político a las grandes corporaciones económico- financieras. Y para conseguir una verdadera democracia, la necesidad de propiciar un despliegue de las fórmulas de la democracia directa.
             Sin duda, un apropiado, bien dotado y, sobre todo, justo fondo de “almario”. Está claro que  pase lo que pase, ya nada será como antes.
 ( PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO CULTURAL DE LA NUEVA ESPAÑA, DE OVIEDO), 

    

domingo, 1 de marzo de 2015

ÁNGEL GONZÁLEZ EN SANLÚCAR DE BARRAMEDA

ANGEL GONZÁLEZ EN SANLÚCAR DE BARRAMEDA
                                                                     Julio Antonio Vaquero Iglesias

El pasado 31 de julio tuve el honor de asistir en Sanlúcar deb Barrameda, donde me encontraba pasando mis vacaciones, a la presentación  de la biografía novelada del poeta ovetense Ángel González: Mañana no será lo que Dios quiera. En un marco y ante un auditorio, que, sin duda, hubiesen sido gratos parra el biografiado, las bodegas de Pedro Romero, y ante un centenar de asistentes, miembros de su Centro de Formación de Adultos, algunos de ellos partícipes de su club de lectura, Luis García Montero, después de la intervención de sendas presentadoras del autor del libro y de su contenido, desgranó en su intervención la génesis y el significado de su libro.
 Lo que en un principio quiso ser una biografía convencional, objetiva, se terminó convirtiendo en una biografía novelada, resultado de una equilibrada  combinación de realidad y ficción. Y esa transformación, como nos transmitieron las emocionadas palabras de García Montero, se debió a dos razones de peso. Primero, y como suele ocurrir con todo aquello que  trate de  la memoria, los acontecimientos de la infancia que Ángel había relatado a su biógrafo en innumerables horas de entrevistas, no coincidían  con los datos que aportaban los documentos, pero esos recuerdos eran en realidad la percepción personal de cómo los había vivido el poeta. Y eso era, en realidad, lo que García Montero realmente tenía interés  en  reflejar en su libro. En segundo lugar,  la génesis de la biografía iba más allá de la reconstrucción de los datos personales biográficos de la infancia y juventud del poeta,  que también, sino, y sobre todo,  se trababa  de recoger su testimonio sobre aquellos tiempos preñados de historia viva de Oviedo y Asturias como fueron la revolución del 34, la guerra civil y la dura posguerra. Sin duda,  tanto su vida como su persona y obra, quedaron impregnados de aquellas traumáticas experiencias históricas.
De familia de profesores y maestros de ideales republicanos, el vendaval de la represión franquista se llevó por delante a su familia. Su hermano mayor ejecutado, su madre y su tía maestra depuradas y sus hermanos en el exilio fueron  las ásperas circunstancias  en las  que tuvo que rehacer su vida Ángel González y de las que tampoco se libraron algunos de sus más íntimos amigos de la infancia  y juventud como Paco Taibo o Manuel Lombardero.
De todo ello, nos habló García Montero, logrando captar el interés de su auditorio andaluz  entre el que se contaba algunos de los escritores que veranean en Rota  que han sido sus amigos íntimos   y acompañantes permanentes   de su trayectoria literaria y humana. El acto contó también con la presencia del   escritor de Sanlúcar  por antonomasia como es  Caballero Bonald.
 :Tras la palabras de presentación del libro, se desarrolló un breve coloquio en que el escritor granadino contestó a  las preguntas que le hizo el público asistente que demostraron el interés que la presentación había suscitado entre los presentes , así como la lectura de la obra por parte de los miembros del club de lectores del Centro de Formación de Adultos. A todos ellos respondió con  concreción y ampliaciones García Montero que nos deleitó, además, algunas con algunas anécdotas de Ángel que nos hicieron sonreir a todos los asistentes. Como aquélla del valioso material y sentimentalmente reloj que le había regalado su madre y que Ángel González en una noche de copas perdió a causa de un robo en el Campo del Moro en Madrid. Denunciarlo ante el comisario de policía  le valió, por las circunstancias y el lugar, el ser fichado por homosexual. Lo cual fue motivo de mofa por parte de Gil de Biedma. Sólo Ángel,  el único que no tenía esa orientación sexual en el grupo de poetas amigos, fue el que llegó a ser fichado por homosexual por la policía franquista.
En  aquel escenario andaluz de una bodega sanluqueña y en un hermoso atardecer, el nombre  de Oviedo y el eco de la voz y la vida  de su insigne poeta  despertaron la  emoción y el  interés de un público sencillo y popular, pero sabio en esas  lides poéticas. No en vano su gente  ha aprendido a degustar la poesía a través de los versos de su coterráneo Rafael Alberti.

(Artículo publicado en las páginas de Opinión de La Nueva España, de Oviedo)

El episodio pasional del 2 de mayo

EL EPISODIO PASIONAL  DE “EL DOS DE MAYO”
                                                             
                                                         JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS



 Pérez-Reverte relata minuciosamente, hora a hora, calle a calle, amotinado a amotinado, los acontecimientos de “El dos de mayo”

    En Aranjuez, donde la familia real pernocta en su viaje hacia Andalucía para preparar su marcha hacia las colonias americanas, previendo la ocupación de España por Napoleón,  se produce entre el la noche del 17 al 18 de marzo un motín organizado por  la nobleza  que derriba a Godoy y fuerza a Carlos IV el día 19 a abdicar en  favor de su hijo. Murat, duque de Berg, lugarteniente y cuñado de Napoleón, ocupa Madrid  con 10. 000 soldados que se acuartelan en el caso urbano y 20.000 vivaquean  en los alrededores de la capital. Fernando VII y su padre depuesto viajan Bayona para someter el pleito dinástico al arbitraje del corso. Éste  tiene ya el decido propósito de sustituirlos colocando en el trono español a  alguien de su confianza y convertir España en otra pieza de su sistema imperial
 Desde la ocupación francesa de Madrid los altercados entre los invasores y los madrileños son cada vez más frecuentes. El rey Fernando ha dejado una Junta de Gobierno presidida por su tío el infante don Antonio y en el Palacio Real sólo quedan dos miembros de la familia real, la princesa de Etruria y el infante niño Francisco de Paula. En la mañana del dos de mayo cuando los franceses intentan trasladarlos también a Bayona para impedir cualquier intento de los españoles de apoyarse en ellos para impedir los designios de Napoleón, una parte del pueblo madrileño se amotina produciéndose duros enfrentamientos con las tropas francesas en las calles de la ciudad. Esa lucha callejera se concentra en un foco de resistencia militar en el parque de artillería de Monteleón donde los madrileños acuden pidiendo armas. Los franceses  sólo logran reducir este foco de resistencia con gran número de bajas bien avanzada la tarde. La jornada se prolonga toda la noche y madrugada del siguiente día en una sangrienta y sistemática represión por parte de los franceses.     
 Esos son los principales personajes y acontecimientos que nos relata Pérez-Reverte en su ultima novela, Un día de cólera (Alfaguara, 2007), que más que novela histórica podría catalogarse como relato novelado. Reverte no pretende analizar o valorar estos acontecimientos ni juzgar a sus protagonistas, sino presentarlos al lector de manera aséptica, identificándolos y describiendo sus actuaciones de ese día con todo lujo de detalles de la misma manera que lo haría hoy un reportero de guerra. Para ello no sólo se ha documentado concienzudamente en las fuentes de la época, sino que ha leído también lo más notable de la bibliografía existente sobre el episodio. Y para construir su relato ha acudido, además,  a su propia  experiencia de corresponsal de guerra.
 Desde las siete de la mañana, casi hora a hora, hasta el sobrecogedor relato de los fusilamientos en Príncipe Pío en  la mañana del día siguiente, Reverte hace desfilar ante nuestros ojos con un ritmo vertiginoso, con su habitual capacidad narrativa y un realismo minucioso, los acontecimientos y enfrentamientos en los  principales focos del conflicto: plaza Mayor, Sol,  plaza de Oriente, puerta de Toledo y, sobre todo, la heroica resistencia en el Parque de Artillería de Monteleón.
El novelista saca del anonimato a los actores concretos y reales de aquella jornada. Los identifica  por sus nombres y sus oficios, relata su trágica peripecia ateniéndose fidedignamente a los hechos históricos (sólo he detectado un dato inexacto cuando sitúa el motín de Aranjuez entre los días 18  y 19 de marzo) y describe sus relaciones ese día utilizando como cemento argumental la ficción cuyo tratamiento responde adecuadamente a la condición básica de la novela histórica que es la verosimilitud. Son unos trescientos personajes reales que componen algo así como un personaje coral que el novelista disecciona identificando individualmente sus miembros y entre los que  distingue y presta más atención a unos diez personajes más significativos y  sobre cuya trayectoria de aquel día tiene un mayor conocimiento y cumplen, además, la función de dar continuidad a su relato. Son éstos, además de los tres  protagonistas de Monteleón, Velarde, Daoiz y Ruiz, Blanco White, Moratín, Goya, Antonio Alcalá- Galiano, Blas Molina Soriano, entre otros.    
            Esos amotinados son mayoritariamente gente del pueblo llano, menestrales, aprendices, tenderos, majos, criados, mendigos…; hombres pero también niños y muchas mujeres que participan activamente en la lucha. No hay apenas representantes de la nobleza y el autor sólo hace intervenir a dos miembros del clero participando en los tumultos.  El 2 de mayo es para Reverte un estallido popular provocado no por elevados motivos patrióticos, como después se ha mitificado por unos y otros, sino por causas más pedestres como el descontento de los madrileños con las actitudes prepotentes de los soldados franceses. Porque- como ha comentado el novelista en alguna entrevista- no pagan sus consumiciones en los mesones y las botillerías, insultan  y menosprecian  a los madrileños o “tocan las tetas” a sus novias. (Don Arturo debe ser, por cierto, el académico de la Lengua más “mal hablado” -o al menos tanto como Camilo José Cela- que ha tenido sillón en la docta institución desde que se fundó en el siglo XVIII para “ limpiar, fijar y dar esplendor” a la lengua española).  
 Poco o nada que ver, pues, con el correspondiente episodio nacional de Benito Pérez Galdós. El relato de Reverte es más un “episodio pasional” que un episodio nacional. De ahí la cólera de su título. No son los insurrectos  madrileños los representantes de la nación española que simbolizan a la nación indomable  que lucha por su independencia, como los caracterizó don Benito en “El 19 de marzo y el 2 de mayo”, en el que nos   propone una interpretación de estos acontecimientos en clave de episodio seminal de esa historia nacional que se está construyendo en esos momentos para consumo  de la emergente clase media española, y apenas los documenta sino con la información que le proporciona Mesonero Romanos. Aunque la versión de Reverte no deje de estar también contaminada de esa interpretación y presente algunos elementos de ambigüedad. “¡Viva España y viva el Rey!” gritan sus insurrectos, y José de Arango, uno de los supervivientes Monteleón, dice al final de la novela “(…) por un momento parecíamos una nación… Una nación orgullosa e indomable”.  
                                         EL GOYA DE REVERTE
                                                            J. A. V. I
Pérez- Reverte no sólo incluye a Goya como uno de los personajes de su novela, sino que, como pintor por antonomasia del 2 de mayo, lo utiliza como una fuente de inspiración para sus descripciones de los acontecimientos. La brillante descripción de la carga de los mamelucos que realiza el novelista se basa en el cuadro de “ El 2 de mayo”: “ (…) y los más osados, desorbitados los ojos por el ansia de matar, aullando de furia, saltan a la grupa de los caballos y, agarrados a sus jinetes, los acuchillan, los degüellan, matan, mueren, se desploman abiertos a sablazos, caen de rodillas bajo los caballos o se revuelcan por el suelo con los enemigos agonizantes, envueltos en sangre de todos, clavando navajas entre los gritos de unos y otros, los relinchos de las bestias desventradas, las coces de sus patas en el aire”( página 142)
Del mismo modo, traduce a palabras los fusilamientos de la Moncloa de “El treops de mayo:” (…) en un descampado de la montaña del Príncipe Pío, dos faroles puestos en el suelo iluminan, en penumbra y a contraluz, un grupo numeroso de siluetas agrupadas junto a un talud de tierra y una tapia)…). Muchos advierten lo que está a punto de ocurrir y caen de rodillas, suplicando, maldiciendo o rezando. Otros levantan en alto sus manos atadas, apelando a la piedad de los franceses (,…)” (página 388)



                                                  NOVELA HISTÓRICA
                                                            J. A. V. I
Los dos componentes fundamentales de la novela histórica, historia y ficción, se combinan en dosis diferentes en el género. La ficción predomina claramente sobre la historia en el caso de la novela histórica romántica. En cambio, en la novela histórica realista, como ocurre en los Episodios Nacionales de Galdós, lo que importa es, sobre todo, la visión histórica como instrumento de interpretación del presente. Incluso, el tratamiento de uno y otro elemento puede ocurrir que sea diferente dentro de un mismo novelista. Este es el caso de Pérez-Reverte. Sus novelas históricas de la serie del capitán Alatriste son novelas históricas de aventuras en la que domina la ficción sobre la historia. Sin embargo en  Un día de cólera, Reverte ha puesto, al contrario, el énfasis en la historia sobre la ficción.


 ( Publicado en el suplemento cultural de La Nueva España, de Oviedo)