lunes, 28 de febrero de 2022

 







DAVID RUIZ:       HASTA SIEMPRE, AMIGO Y MAESTRO

                    JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

David Ruiz, catedrático de Historia contemporánea de la Universidad  de Oviedo ha fallecido ayer a los 88 años. No es mi intención en esta nota necrológica desarrollar su denso currículo historiográfico, del que podría destacar algunos aspectos de los que apenas se habla en las noticias publicadas con motivo de su muerte. No sólo fue el historiador del movimiento obrero asturiano tras las huellas de Tuñón de Lara, estudio al que dedicó su tesis doctoral, dirigida por don Juan Uría, sino que su tema preferente y el que le trajo como catedrático de instituto a Asturias para estudiarlo a fondo fue la Revolución de 1934 y de alguna manera su tesis sobre el origen y el desarrollo del movimiento obrero asturiano era el estudio de los precedentes que culminaron en la Revolución de Octubre asturiana. De hecho, su obra maestra y más querida ( que, por cierto, como el mismo dijo le habían hecho valorar aún más el tiempo y la obra de II República) fue la que escribió sobre el movimiento revolucionario asturiano de Octubre que es un trabajo inexcusable, del que hay partir siempre  para entender el Octubre asturiano.

 Pero la labor de David en relación con la historiografía contemporánea asturiana fue mucho más allá de esos estudios mencionados. Como director del Departamento de Historia contemporánea creó un equipo de investigadores que roturó un territorio historiográfico prácticamente yermo hasta entonces para poner las bases de la Asturias contemporánea, dedicando sus investigaciones a base de tesinas y tesis doctorales a los diversas especialidades de nuestra historia del siglo XIX y XX que pusieron las cimientos  para el conocimiento de nuestra contemporaneidad: la Desamortización, la historia de nuestra burguesía industrial y minera, la historia política decimonónica y del siglo XX, el fascismo en Asturias, la historia  cultural e ideológica  e incluso, como demostración de que era un historiador que seguía las corrientes más avanzadas y actuales de la historiografía europea del momento, la historia de las mentalidades y de la vida cotidiana… . Todos esos trabajos pusieron las bases del conocimiento hasta entonces apenas conocido de nuestra historia contemporánea regional. En incluso, promocionó recopilaciones de textos y documentos derivados de esos trabajos para la utilización como base de un aprendizaje activo de la historia en los niveles de bachillerato, como lo muestra su Asturias contemporánea. Textos y documentos, publicado por la editorial Siglo XXI.

 Pero comencé diciendo que no quería entrar en un balance de su obra historiográfica y es que lo que quiero resaltar en estos tristes momentos para todos sus amigos que somos muchos, a la persona. En primer lugar, destacar que como persona David ha sido un excelente amigo, además de un excelente compañero, siempre dispuesto a echarte una mano y apoyarte.

Nunca cayó en uno de los peores males que ha aquejado a nuestra Universidad como ha sido (¿sigue siendo?) que ha sido la endogamia.  Nunca dejó de atender a quien desde fuera de la Universidad pretendía que le dirigiera su tesina o tesis doctoral procediéramos de la Universidad o de la enseñanza media y nunca preguntó por la ideología de los que acudían a él. Era, sobre todo, una persona abierta a apoyar a los profesores de instituto que pretendían seguir sus estudios e investigaciones y fuimos muchos los que obtuvimos el doctorado con su apoyo. Pero no sólo eso sino que su bonhomía lograba que además de discípulos, terminásemos siendo amigos suyos. En mi caso, no sólo me apoyó en todo lo que pudo en mis investigaciones y me promocionó entre el gremio de los historiadores que no es, o no era, por cierto, muy abierto. Y de esa estrecha relación profesional, pasamos a una sincera amistad en la que nunca me defraudó hasta este último momento y he sabido hasta el final que siempre he contado con su apoyo y amistad para lo que hubiera necesitado.

 Pero no es eso de que un grano no hace granero. Sé de sobra por muchos otros casos que la misma actitud mantuvo y ha mantenido con otros muchos hasta el final como puedo atestiguar por los alumnos doctorados procedentes de la Universidad brasileña que fueron tutelados por él después de una estancia en esa Universidad de David y quisieron venir a Asturias hacer sus tesis doctorales con él.

 En fin, David ha sido maestro, pero sobre todo amigo, de todos los que de alguna u otra manera hemos tenido la suerte de tener una relación profesional con él.

 En estos tiempos convulsos en que suenan cada vez más cerca los tambores de guerra lo vamos a echar mucho de menos no sólo y sobre todo por su amistad, sino también por su finura de análisis acerca de los problemas políticos y sociales que nos acucian.                

  Sit tibi terra levis. Te lo has merecido amigo.

(Publicado en las páginas de opinión de La Nueva España, de Oviedo)

viernes, 18 de febrero de 2022









NI  AYUSO NI CASADO

                  JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

  Tras el bochornoso espectáculo del Congreso por la convalidación del decreto de la reforma laboral,  se desencadena ahora otro en el seno del PP con el enfrentamiento, más parece un duelo a muerte en el Ok Corral, entre la trumpista presidenta  de la Comunidad de Madrid, teledirigida por MAR ( Miguel Ángel Rodríguez) y el presidente de su partido, el señor Casado. Su enfrentamiento político por controlar el sillón del partido conservador, ha estallado ahora en este escándalo político que tiene como motivo la concesión de un contrato en medio de lo más grave de la pandemia para abastecer de mascarillas a IFEMA. Contrato en el que actuó como intermediario el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, llevándose una suculenta comisión.

 Es claro que la actuación de Díaz Ayuso en este asunto, si no es constitutivo de un presunto delito, lo que tendrán que decidir los tribunales, es éticamente reprobable. No parece otra cosa que una actitud que, al modo de las maniobras de Trump en su etapa de gobierno, se salta todas las normas escritas y no escritas que debe seguir una gobernanza responsable, para conseguir sus intereses, por otra parte legítimos de asumir el liderazgo en su partido político, a base de golpes de efecto, medidas populistas y estrategias sofisticadas diseñadas por un asesor maquiavélico.

  Pero no le va a la zaga su oponente el señor Casado. Resulta que fue elegido para poner fin a la corrupción institucionalizada de su partido y ha seguido con planteamientos y estrategias muy parecidas a las de su antecesor. Su conocimiento de la presunta acción ilegítima de su contendiente en vez de ponerla en conocimiento de los tribunales correspondientes por si efectivamente lo era, lo que hizo fue ocultarla y tratar de utilizarla para desbancar definitivamente a su oponente política, lo que nos trae ciertos recuerdos (malos) de la actuación del gobierno de Rajoy con su extesorero. Su falta de visión política (cómo puede tenerla con personajes de la mediocre talla de su segundo, el señor García Egea, como consejero áulico).

 La gran tragedia de nuestro país es que en esta coyuntura política, social y económica tan difícil que estamos atravesando, no tenemos políticos  de la talla que sería necesaria para enfrentarse a nuestros innumerables y graves problemas. Y lo cierto es que  nuestro sistema político para funcionar y ser estable, sin que esto no suponga volver a un bipartidismo reduccionista, necesita de la existencia de un partido conservador que, entre otras cosas, pueda servir para evitar que un sector de ciudadanos se eche en manos de la extrema derecha. Está claro que Vox está más en la línea de la trumpista Díaz Ayuso que con Casado, como estamos viendo en esta crisis  de fondo del partido de la derecha.

 Y desde luego Casado no parece el líder adecuado para llevar a cabo ese papel político trascendental en la coyuntura actual de contener a la extrema derecha. Su política de obstruccionismo de cortas miras a costa de lo que sea en estas circunstancias  difíciles con el objetivo  de llegar  al poder lo más rápido posible, es una palpable prueba de ello.

  El PP perdería una gran oportunidad si no aprovechase esta crisis estructural para renovarse con otros líderes que  supieran enfrentarse con miras más elevadas a esta endiablada situación que vivimos.                             

 

lunes, 14 de febrero de 2022


 

 

                  

              UNA VISIÓN EUROPEA DE LA RESISTENCIA

                         Julio  Antonio Vaquero Iglesias

La historia de la Resistencia, esto es, la oposición militar y política a las invasiones nazi y soviética de Europa que se desarrolló a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y en la década posterior a su finalización, ha sido un proceso histórico cuyo análisis ha venido adoleciendo  de interpretaciones sesgadas, cargadas de mitificaciones e idealismos nacionalistas, pero también de visiones particulares de cada país  que han oscurecido en gran medida una objetiva interpretación de conjunto de ese proceso histórico.

   ¿Que tuvieron en común la oposición militar y política del denominado “ejército de las sombras” a la invasión de sus estados tanto por parte de los ejércitos de Hitler como por los de Stalin? ¿Esa oposición y esa lucha se terminaron definitivamente con el final del imperio nazi o continuó en los países ocupados por los ejércitos soviéticos en Europa Central y del Este y en España contra la dictadura franquista?

  La respuesta tentativa a estas pertinentes preguntas nos la da el historiador  español  José M. Faraldo, profesor de la Universidad Complutense en este libro que analizamos: Contra Histler y Stalin. La resistencia en Europa (1936-1956). Faraldo es, sin duda, uno de los más profundos conocedores de este tema y de la historia de los países del Este y Rusia en el siglo XX, como ha demostrado en libros anteriores como La Europa clandestina. Resistencia a las ocupaciones nazi y soviética (1938-1948) o La revolución rusa. Historia y memoria, entre otros.

 No estamos ante un manual o una síntesis de los movimientos de resistencia frente a Hitler o Stalin, aunque es necesario apuntar que el libro contiene una información abundante y solvente sobre las estrategias que estos movimientos partisanos utilizaron contra el poder invasor, las fuentes ideológicas en que se fundamentaron para sus luchas y los contextos de guerra y posguerra en que se desarrollaron. Amén de analizar  su vida cotidiana, la memoria actual de la experiencia partisana y tratar de establecer  el balance y el significado histórico de su actividad en nuestro siglo XX.

 Lo que ha pretendido el autor es desarrollar una teoría general que explique estos movimientos en su conjunto, desde  una perspectiva europea. Y la tesis central que defiende  es que no sólo fueron movimientos de oposición armada y política a los poderes invasores para volver a las situaciones políticas y sociales anteriores a los que estos trataban de subvertir, sino que también tuvieron un componente y finalidad políticos diferentes a los que presentaban los estados originarios invadidos.

 El final de la Segunda Guerra Mundial no supuso la definitiva  terminación  de la Resistencia que duró una década más. En el caso de la Europa Central y del Este la sovietización de aquellos países implicó la continuidad de la lucha contra el nuevo poder implantado por la URSS y en España, la pervivencia de la dictadura franquista la continuidad de la lucha guerrillera contra Franco.

  Faraldo dedica un capítulo de su libro al análisis de estos  focos de resistencia después de 1945. Ya conocíamos  lo que pasó en España, donde la renovación de la lucha guerrillera contra Franco dirigida por el PCE desde Francia culminó en un cambio de estrategia ordenado por Stalin en 1948 sustituyendo la resistencia por la táctica de penetración del PCE en las instituciones franquistas. Pero en menor medida  lo que había ocurrido en otros focos de resistencia  en esos años en Rumania, Polonia, Bielorrusia y Ucrania a los que nuestro historiador también pasa revista.

 En fin, un libro con un enfoque de la Resistencia desde una perspectiva, planteamientos y conclusiones  diferentes a los dominantes en los estudios sobre el denominado como “ejército de las sombras”.     

(Publicado en el suplemento cultural, Cultura, de La Nueva España, de Oviedo)   

sábado, 5 de febrero de 2022

 

 

     VERGÜENZA EN EL PARLAMENTO

                   Julio Antonio Vaquero Iglesias

Nuestros políticos se preguntan a veces por qué muchos ciudadanos abominan de la política actual y de nuestros políticos en general. La respuesta la tienen clara y evidente en el último rifirrafe que se ha desarrollado en nuestro Parlamento con motivo de la votación de convalidación del decreto de reforma laboral.

  Que dos diputados con nocturnidad y alevosía hayan votado negativamente el mencionado decreto después de que su partido UPN llegase al acuerdo con la coalición gobernante de apoyarlo con sus votos, manteniendo en secreto su última decisión  no sólo es la demostración de la ínfima calidad moral de tales personajes, sino también pone en la picota esa práctica extendida en nuestro parlamentarismo de llegar a acuerdos con concesiones que no tienen nada que ver con la medida legislativa a aprobar para lograr su aquiescencia.

 Del mismo modo que el voto negativo  al mencionado decreto de los partidos de izquierda y nacionalistas no por razones directamente relacionadas con su contenido, sino por puro tacticismo relacionado con otros problemas e intereses políticos, es la demostración de una actitud que degrada la práctica política y la convierte en mercado persa en el que su prioridad política son sus intereses partidistas  y no las personas y sus derechos.

 De la actitud del partido de la derecha (de la que manifiesta el de la ultraderecha no merece ni siquiera mención), se deduce  que es muy plausible pensar que ya sabía previamente la determinación del voto de los dos diputados del no   del partido derechista navarro y está en plena concordancia con sus política de obstruccionismo político al que subordina los intereses de la ciudadanía y del país, poniendo por delante como sea su acceso al poder.

 Su propia actitud tras el fiasco ocurrido con la votación por el error de uno de sus dirigentes estrechamente vinculado a su líder, el señor García Egea, con sus acusaciones de pucherazo al gobierno, no sólo son un indicio razonable de lo que el partido de la derecha esperaba que se produjese, sino la continuidad de su práctica de obstrucción política como sea y a costa de lo que sea que no reconoce siquiera que las normas que impiden cambiar el sentido del voto de su diputado no son sino unas garantías estrictas para que se mantenga la pureza formal del escrutinio democrático. Las formas y no sólo el fondo del sistema democrático son condición imprescindible para mantener la pureza del mismo.

  El impresentable y lamentable espectáculo que hemos presenciado en el Congreso de los Diputados con la votación de la aprobación del  referido decreto, a quien más perjudica es, sin duda, a nuestro sistema democrático y no deja de ser un golpe más en el descrédito que éste poco a poco va acumulando entre la ciudadanía y que puede suponer, si no  se ponen remedios adecuados, un grave alejamiento de un importante sector de ella del sistema democrático del que sería beneficiario sin duda VOX con el peligro de la amenaza de involución que esto puede suponer para nuestro país.  

(Publicado en las páginas de opinión de La Nueva España, de Oviedo)