UNA VISIÓN EUROPEA DE LA RESISTENCIA
Julio Antonio
Vaquero Iglesias
La historia de la Resistencia, esto
es, la oposición militar y política a las invasiones nazi y soviética de Europa
que se desarrolló a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y en la década
posterior a su finalización, ha sido un proceso histórico cuyo análisis ha
venido adoleciendo de interpretaciones
sesgadas, cargadas de mitificaciones e idealismos nacionalistas, pero también
de visiones particulares de cada país que han oscurecido en gran medida una objetiva
interpretación de conjunto de ese proceso histórico.
¿Que tuvieron en común la oposición militar y política del denominado
“ejército de las sombras” a la invasión de sus estados tanto por parte de los
ejércitos de Hitler como por los de Stalin? ¿Esa oposición y esa lucha se
terminaron definitivamente con el final del imperio nazi o continuó en los
países ocupados por los ejércitos soviéticos en Europa Central y del Este y en
España contra la dictadura franquista?
La respuesta tentativa a estas pertinentes preguntas nos la da el
historiador español José M. Faraldo, profesor de la Universidad
Complutense en este libro que analizamos: Contra
Histler y Stalin. La resistencia en
Europa (1936-1956). Faraldo es, sin duda, uno de los más profundos
conocedores de este tema y de la historia de los países del Este y Rusia en el
siglo XX, como ha demostrado en libros anteriores como La Europa clandestina. Resistencia a las ocupaciones nazi y soviética (1938-1948)
o La revolución rusa. Historia y memoria,
entre otros.
No estamos ante un manual o una síntesis de
los movimientos de resistencia frente a Hitler o Stalin, aunque es necesario
apuntar que el libro contiene una información abundante y solvente sobre las
estrategias que estos movimientos partisanos utilizaron contra el poder
invasor, las fuentes ideológicas en que se fundamentaron para sus luchas y los
contextos de guerra y posguerra en que se desarrollaron. Amén de analizar su vida cotidiana, la memoria actual de la
experiencia partisana y tratar de establecer el balance y el significado histórico de su
actividad en nuestro siglo XX.
Lo que ha pretendido el autor es desarrollar
una teoría general que explique estos movimientos en su conjunto, desde una perspectiva europea. Y la tesis central
que defiende es que no sólo fueron
movimientos de oposición armada y política a los poderes invasores para volver
a las situaciones políticas y sociales anteriores a los que estos trataban de
subvertir, sino que también tuvieron un componente y finalidad políticos
diferentes a los que presentaban los estados originarios invadidos.
El final de la Segunda Guerra Mundial no
supuso la definitiva terminación de la Resistencia que duró una década más. En
el caso de la Europa Central y del Este la sovietización de aquellos países
implicó la continuidad de la lucha contra el nuevo poder implantado por la URSS
y en España, la pervivencia de la dictadura franquista la continuidad de la
lucha guerrillera contra Franco.
Faraldo
dedica un capítulo de su libro al análisis de estos focos de resistencia después de 1945. Ya
conocíamos lo que pasó en España, donde
la renovación de la lucha guerrillera contra Franco dirigida por el PCE desde
Francia culminó en un cambio de estrategia ordenado por Stalin en 1948
sustituyendo la resistencia por la táctica de penetración del PCE en las
instituciones franquistas. Pero en menor medida lo que había ocurrido en otros focos de
resistencia en esos años en Rumania,
Polonia, Bielorrusia y Ucrania a los que nuestro historiador también pasa
revista.
En fin, un libro con un enfoque de la Resistencia desde una perspectiva, planteamientos y conclusiones diferentes a los dominantes en los estudios sobre el denominado como “ejército de las sombras”.
(Publicado en el suplemento cultural, Cultura, de La Nueva España, de Oviedo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario