LAS ESTUPIDECES DE CELIA VILLALOBOs
Julio Antonio
Vaquero Iglesias
Las estupideces a que nos tiene acostumbrados la diputada
Celia Villalobos han llegado a su clímax con sus últimas declaraciones sobre
las pensiones. Decir que hay muchos españoles
que están más tiempo de pensionistas que trabajando no sólo es un comentario clasista e injusto, sino que
es, además, el de una analfabeta que no merece estar en el Congreso de los
diputados y, desde luego, lo más risible, por no decir tragicómico, es que esta
señora de cuyas siestas en el hemiciclo tenemos constancia fotográfica, además
de su entera dedicación a los problemas
de los españoles mientras se entretiene con sus jueguecitos en su tableta, es
que no es ni nada menos ni nada más que Presidenta de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo.
Cómo es posible que no sepa calcular
lo que un colegial de la ESO podría hacer sin muchas dificultades. Si la
edad media de los españoles es de 83 años y en general el trabajador comienza
su vida laboral a los 20 años ( me refiero claro es a los privilegiados que los
consiguen gracias eso sí a la eficaz política laboral del Gobierno de
Rajoy) y se jubila a los 65 habrá
trabajado unos 45 años y malvivirá con su pensión unos 20 años. Claro es hay
que excluir de ese cálculo a nuestros diputados y senadores, que con dos
legislaturas, esto es, 8 años van a tener derecho a la pensión máxima toda su
restante vida. No es el caso claro de doña Celia que quiere llegar a los 80
“trabajando” en su penoso trabajo de diputada. Pero, desde luego, el suyo no es
el de su chófer oficial,¡¡ Manolooo!!, que el pobre tendrá que hacerlo hasta
los 65 con una pensión ramplona tras un trabajo, sin duda, de gran dureza,
aunque sólo sea por el hecho de tener que soportar de doña Celia la falta
de educación y respeto que todo
trabajador merece.
Pero no es sólo esta perla
“contable“ la que acaba de dejar Villalobos en sus declaraciones. Hay otra que
tiene un trasfondo más peligroso y grave para los pensionistas. Doña Celia hace
otro de sus cálculos mágicos. Si un trabajador ahorrase dos euros al mes ( una
cervecilla o un café de menos, esto es, claro, si lo consume en la calle y no en el bar del Congreso, donde los precios
son privilegiados para los padres de la patria)
en 40 años, en el momento de la jubilación. habría ahorrado la fabulosa
suma de 960 euros que, sin duda, sería el complemento que le sacaría de todos
sus problemas para llegar a fin de mes y complementar su raquítica pensión que
año a año, con su política de pensiones, el Gobierno del PP ha ido devaluando sensiblemente.
Esta estupidez (quizás habría que añadir al Reglamento del Congreso y el
Senado que se pudiese despedir a quien dice unas barbaridades tales. Lo que, sin
duda, llevaría a dar de baja a muchos diputados y senadores) esconde, sin embargo,
la verdadera política del PP para los jubilados, que es, por cierto, la que
propone la social y justiciera ( con los negocios de los bancos) Unión Europea.
Las pensiones, proponen con la boca pequeña, deben completarse con los
fondos de pensiones privados, como si
las de escasa cuantía que tenemos en nuestro país pudieran estrujarse
para llegar a fin de mes y estirarse
como el chicle para cubrir las
necesidades mínimas de sus perceptores y las de los parados que cada familia
lleva a sus espaldas. Ese es uno de los verdaderos problema de nuestras pensiones cuya solución está ligada a la de
garantizar vía Presupuestos estatales o por otros medios, unos ingresos de la
Seguridad Social que puedan cubrir su déficit crónico.
Hay quien quiere acudir al caladero de votos de los pensionistas con
engaños y mentiras y en el caso de doña Celia con estupideces. No nos dejemos
engañar.