martes, 22 de agosto de 2023

 

                                 BOCHORNOSO

                          JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

 El comportamiento del Presidente de la Federación española de fútbol en el campeonato mundial  femenino ha sido bochornoso. Sus actitudes en la tribuna y después el beso forzado que dio a una de nuestras futbolistas es de una falta de educación y grosería que raya lo inadmisible. Ya sabíamos de otros comportamientos similares de este señor que carece de la categoría y el nivel necesario para presidir la institución rectora del fútbol español, pero su actuación tras el triunfo de nuestras jugadoras en el campeonato raya lo inadmisible y es la expresión de un machismo carpetovetónico de libro.

 Cuando nuestras jugadoras demostraron que eran, sin duda, las mejores participantes en el torneo y la expresión de que las mujeres pueden realizar un fútbol de gran calidad y maestría que está al mismo nivel o superior al de los futbolistas masculinos, va este señor que no tiene el nivel adecuado para presidir la institución que representa al fútbol español y expresando unos comportamientos machistas inadmisibles en la tribuna  termina coronando su actuación con un beso forzado en la boca y sin venir a cuento a una de nuestras jugadoras expresión evidente de una actitud  inadmisible  y significativa del valor que este señor concede al fútbol femenino.

 No es la primera y única vez que el tal personaje se sale del tiesto, amén de otros presuntos nada éticos comportamientos a que nos tiene acostumbrados. El señor presidente del Gobierno y  su ministro competente  que por cierto ya ha denunciado ese gesto deberían tomar cartas en el asunto y tratar de destituir por los procedimientos pertinentes a este señor que no tiene el nivel  ni  la categoría moral que debería exigirse para ese puesto y cuyos comportamientos machistas estoy seguro que denigran también los futbolistas masculinos españoles.

martes, 18 de julio de 2023

 

                               LOS SUELDOS DE FEIJOO

                                       JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

En la entrevista realizada en una difundida emisora de radio, el señor Feijoo a la pregunta del entrevistador sobre lo que ganaba no quiso contestar si realmente cobraba o no a través del partido un segundo sueldo, además del que le corresponde como senador. Desde luego, esa evasiva actitud no es de recibo para un político en ejercicio y menos para quien es el jefe de la oposición y más pensando en lo que ocurrió en su partido con anterioridad que desde luego exige todavía más la necesidad de no ocultar todos sus ingresos como político.

 Desde luego, esa actitud no sólo es inconcebible para cualquier político de cualquier partido, pero todavía lo es más para el líder del principal partido de la oposición cuya obligación legal, pero sobre todo moral, es la de manifestar todos los ingresos que recibe por su actuación política. Información a la que tenemos derecho todos los ciudadanos y que manifiesta por su parte una actitud de oscuridad que en gran medida le descalifica como político y más como líder del principal partido de la oposición que debe de ser ejemplo de claridad y legalidad.

 Lo que parece que se desprende de esa actitud es una concepción de la actividad política   no como una práctica  democrática en la que la obligación del político es estar al servicio de los ciudadanos sean o no de su ideología, sino como alguien que está por encima de ellos y para  el que lo importante es atender a las luchas intestinas partidarias y sacar lo más posible de éstas, sean sus objetivos políticos o dos sueldos o lo que caiga. Dicho de  la manera más cruda y brutal:   sacar lo que se pueda de ella y además servir a los intereses no de los ciudadanos que  participen  de sus ideas, sino de los grupos que la conciben como una manera de defender sus intereses materiales particulares.