MIGUEL ARTOLA: EL HISTORIADOR DE LOS ORÍGENES DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA.
JULIO ANTONIO VAQUERO
IGLESIAS
A los 96 años ha fallecido don Miguel Artola, uno de los “grandes” de la
historiografía española. Formado en la universidad de Madrid, Artola alcanzó la
cátedra de Historia de España de la Universidad de Salamanca en los años
sesenta para después trasladarse a la Universidad Autónoma de Madrid, donde
realizó una destacada la labor en la reorganización y modernización de los estudios históricos de aquella
universidad y en la formación de un
importante elenco de jóvenes historiadores que destacarían después como
profesores e historiadores de historia
contemporánea y moderna de España.
Pero lo más destacado de la obra de
Artola, además de su labor académica y profesoral es, sin duda, su propia labor historiográfica que le
convirtió en uno de los grandes renovadores de la historia de España de la segunda mitad del siglo XX en lo que se refiere al conocimiento de la etapa histórica en la
que se especializó que fue en la historia del liberalismo decimonónico español,
prestando, sobre todo, especial atención
a la crisis del Antiguo Régimen y el surgimiento del liberalismo en
nuestro país. Asunto que ya comenzó tratando en su tesis doctoral, Los afrancesados, que fue prologado por
don Gregorio Marañón y continuó después con los Orígenes de la España contemporánea, análisis novedoso de las bases de la
revolución liberal en nuestro país o en el tomo XXVI de la Historia de España
de Menéndez Pidal, con La España de
Fernando VII y en otras varias obras.
Esa doble especialización- en el
análisis del primer liberalismo español y en el campo de la historia
política en cuyos análisis destacó por la novedad de utilizar el aparato
conceptual de las ciencias sociales - le llevó posteriormente a convertirse en
un profundo conocedor de la historia del constitucionalismo y el sistema
político español con obras como El modelo constitucional español en el siglo
XIX y Partidos y programas
políticos(1808-1936).
Artola fue, además, coordinador de importantes
obras de síntesis sobre la historia de España como la de siete volúmenes, de la editorial Alfaguara que le valió el
Premio Nacional de Historia en 1992 titulada Enciclopedia de la Historia de
España. Y como reconocimiento de toda su obra historiográfica recibió
el Premio Príncipe de Asturias de
Ciencias Sociales en 1991.
Otro aspecto poco destacado en
los análisis de su obra, pero que, sin
duda, revistió de gran importancia, fue su gran labor en el campo de la
divulgación histórica, tanto entre el público culto por medio de algunas de sus
obras destinadas a ese fin como entre los escolares por medio del profesorado
de historia que las difundía en sus
clases de historia. No podemos olvidar en ese sentido sus Textos fundamentales para la historia, en los recogía, tras una
excelente y sintética, introducción, algunos de las más destacadas fuentes
históricas de la historia universal. O
la Historia de España de
Alfaguara que fue durante algunas décadas la historia de España que leyó
nuestra clase media. Obra que él coordinó y
en la que es autor del volumen V La
burguesía revolucionaria. 1808- 1874.
Finalmente, tampoco podemos
olvidar, sobre todo, escribiendo desde Asturias, que Artola fue un pulcro y riguroso
editor de la Obras completas de
Gaspar Melchor de Jovellanos, del que era un gran admirador y profundo
conocedor de su obra.