JOSEPH PÉREZ EN TRIBUNA CIUDADANA
JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
En junio de 2004, diez años antes de
que recibiese el Premio Príncipe de As3turias de Ciencias Sociales, tuve el honor de presentar en Tribuna
Ciudadana al historiador e hispanista
Josep Pérez recientemente fallecido que pronunció una excelente
conferencia sobre “La leyenda negra antiespañola” con motivo de la reciente
publicación de un libro suyo sobre ese tema. El público llenaba la sala dela
aula de La Nueva España y tras su intervención se produjo un animado e
interesante coloquio. La presencia de Joseph Pérez en Tribuna Ciudadana había
sido el resultado de una gestión de Juan Benito Argüelles, de quien el
hispanista francés era un viejo conocido. Sin duda, aquel acto cultural,
como resalté en el preámbulo de mi intervención, era una prueba más de la
importancia de Tribuna como una institución decisiva en la vida cultural de la
región, de modo que cuando se haga el análisis de la vida cultural de
Asturias de este período la referencia a Tribuna será, sin duda, uno de
los capítulos imprescindibles. Sólo basta asomarse a su cuarto de siglo de
historia y a las mil conferencias que la institución .conmemora este año como
prueba de elloo. Mi
intervención en aquella ocasión me parece que puede resumir hoy perfectamente
los méritos que acreditan sobradamente el premio concedido a Joseph Pérez
y el significado de una obra que, como demuestra su último libro sobre
Cisneros, todavía sigue abierta. Entresaco algunos de los párrafos más
significativos de aquella presentación.
Si
hubiese que reducir a un solo factor el fundamento que explica la forma de
hacer historia y los temas que ha tratado la historiografía de Joseph Pérez,
pero también su visión de la historia de España y hasta su propio perfil
profesional de historiador creo que habría que referirse no sólo a su condición
de hispanista sino concretamente a su condición de hispanista francés.
Don Joseph Pérez es miembro destacado de ese hispanismo científico y
académico que se inició a finales del siglo XIX en Francia y que tuvo uno de
sus focos más importantes en la Universidad de Burdeos y que creó algunas de
las instituciones más importantes del hispanismo francés entre finales del
siglo XIX y el primer tercio del tercio del siglo XX como el Boletín Hispánico,
la Escuela de Altos Estudios Hispánicos y, sobre todo, el que ha sido y sigue
siendo el buque insignia de ese hispanismo en España la Casa de Velázquez en
Madrid. En todas ella ha tenido don Joseph una participación destacada. Como
catedrático de la Universidad de Burdeos se ha dedicado durante cuarenta
años a formar hispanistas y profesores de español. Y ha sido , además, director
de la Casa de Velázquez y fundador de la Casa de los Países Ibéricos, otra más
reciente institución hispanista.
Una de las características de ese hispanismo francés es tratar la historia o la
cultura española desde una perspectiva amplia en relación con Europa y con el
resto del mundo. Ese tratamiento de la Historia de España (que tan bien
supieron hacer dos grandes hispanistas franceses que Joseph Pérez
considera como sus maestros, Pierre Vilar y Marcel Bataillon) ha sido una de
las constantes de la historiografía de nuestro hispanista. Sus temas de
investigación, dentro del campo de su especialización que es el
modernismo los ha ido seleccionando coherentemente con algunos de los aspectos
fundamentales para explicar la evolución histórica de España en relación con
Europa: el movimiento comunero, el significado del imperialismo de Carlos I y
de Felipe II, la Inquisición, la crisis del siglo XVII. Y otros temas
recurrentes del hispanismo francés como el problema del independentismo de las
colonias españolas.
Esa perspectiva amplia y comparatista puede apreciarse además en su
historiografía en otros aspectos como ocurre con sus análisis biográficos
de los grandes personajes históricos como Isabel I, Carlos V o Felipe II, biografías
que rebasan siempre la mirada historiográfica singular y son verdaderos cuadros
históricos de sus correspondientes épocas, o la amplitud de su mirada también
puede apreciarse, como ya hemos dicho, en su excelente capacidad para la
práctica de la síntesis histórica como demuestras sus manuales de Historia de
España, que se han convertido en verdaderos best seller en España y Francia.
Su visión de la Historia de España se inscribe dentro de ese conjunto
interpretativo de nuestra historia que ha surgido con la etapa democrática y
nuestra incorporación a Europa, interpretación que defiende la normalidad
histórica de España y no su excepcionalidad. La Historia de España no es
diferente a la historia de las otras naciones europeas, aunque tenga, claro
está, sus propios rasgos específicos.
Aun corriendo el riesgo de la distorsión y deformación por su falta de matices
y por su esquematismo, un resumen de las interpretaciones que Joseph Pérez ha
dado de algunas cuestiones fundamentales de nuestra historia, podría ser el
siguiente:
1º. Desde finales de la Edad Media con el triunfo de
la Reconquista, España se incorpora definitivamente a al evolución europea, sin
que, al contrario de las tesis esencialistas de Américo Castro, esos siglos hayan
determinado una especial idiosincrasia del pueblo español.
2º. El fracaso del movimiento político de los
comuneros de Castilla, movimiento que aspiraba a la limitación del poder real,
dejó paso, con la dinastía de los Habsburgo, al imperialismo de Carlos V y
Felipe II. La justificación de esa fórmula imperial se basó en la defensa de
la Religión católica, pero la mayoría del pueblo español no era más
creyente que los de las otras naciones ni apoyó masivamente la política
imperial de los Austrias. La peculiaridad de la Inquisición y de su
represión no está en una especial intransigencia y crueldad que la diferencia
de otros Tribunales inquisitoriales y represiones religiosas europea,
sino en constituir un verdadero aparato estatal con gran poder burocrático,
policial y judicial. Con una organización centralizada que permitia el control
de todo el Estado
3º. La crisis del XVII supuso el final del
Imperio europeo español y con ello surge una trayectoria divergente de la
Historia de España con la de Europa que constituye una de sus
peculiaridades .La crisis económica del XVII la interpreta Joseph Pérez de una
manera muy matizada. La recuperación económica se produce ya en los últimos
decenios de la centuria y el Reformismo borbónico no hace sino continuar esa
tendencia
4º. Las limitaciones de nuestra Ilustración y del
Reformismo borbónico sons para nuestro historiador otra de nuestras
peculiaridades históricas. Aunque no se puede considerar a a las reformas
borbónica responsables del independentismo de nuestras colonias americanas.Los
factores fundamentales fueron las circunstancias de la Guerra de la
Independencia y la revolución política de Cádiz….