viernes, 31 de mayo de 2019

EL ULTIMO LEGADO DE JOSEP FONTANA

                           











    EL LEGADO FINAL DE JOSEP FONTANA
                                         JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
Josep Fontana fue, sin duda, uno de los más cualificados e importantes historiadores del siglo XX. A su muerte, no hace todavía un año, dejo escrito este libro póstumo que realizó durante el último año y medio de su enfermedad,  Capitalismo y democracia. Cómo empezó el engaño, en que siguiendo sus planteamientos historiográficos iniciales, aquellos que definió en su Historia: Análisis del pasado y proyecto social                             vuelve a defender y difundir , como si de  su último manifiesto político se tratara, sus tesis sobre el origen, la naturaleza y la evolución del sistema capitalista actual,  desarrolladas ahora  en 150 páginas y con una gran solvencia documental y argumental a partir de una bibliografía plenamente actualizada, como ha sido lo habitual en toda su importante obra historiográfica.
 El origen del sistema capitalista, cuya cara depredadora  y creadora de una desigualdad cada vez más acentuada en nuestras sociedades actuales desde 1989 hasta hoy,  a través del modelo neoliberal que domina desde entonces la economía mundial, no fue el resultado de un desarrollo previo de las fuerzas productivas ( con perdón) que obligó a las clases burguesa y terrateniente  a unas revoluciones políticas que mudaron el feudalismo por un sistema liberal que introdujo la libertades políticas de la democracia liberal y  otros derechos civiles. Esa interpretación, nos dice Fontana, es la que  ha venido difundiendo la historiografía académica, pero  no responde a la verdadera realidad histórica. No es sino una  interpretación sesgada y con ella, como dice el subtítulo de este pequeño gran libro, “empezó el engaño” que llega hasta hoy.
 La realidad, explica el historiador catalán, fue otra. El desarrollo del trabajo campesino y de los obreros artesanales a finales del XVIII era rentable y lo que hicieron las clases burguesa y terrateniente no fue sino apropiarse de  esos  bienes de las clases campesina y artesana a través del gran “robo” que fue, por una parte, la expropiación de los bienes comunales de los campesinos, cuyos aprovechamientos por sus antiguos usuarios  comenzaron a considerarse como delitos en los códigos penales  de los estados liberales implantados por las mal llamadas “revoluciones burguesas”. Y por otra, también esos nuevos gobiernos liberales  aprobaron leyes para apropiarse del trabajo de los artesanos s y disolver sus corporaciones gremiales imponiendo  la eliminación de los gremios y consiguiendo así, en uno y otro caso, crear una nueva fuerza de trabajo abundante y  barata   para  explotarla en  el marco del nuevo sistema productivo.
La verdadera función de los  gobiernos que surgieron de las revoluciones liberales  que se sucedieron desde 1814 hasta 1848 y que analiza con todo detalle y coherencia Fontana en su última obra fue precisamente esa: consolidar ese gran “robo” y dar origen al sistema económico capitalista industrial. Y ese proceso se llevó a cabo primero en Inglaterra y  se repitió después en el resto de los países europeos con sus retrasos y peculiaridades, como fue el caso español que Fontana analizó con profundidad en gran parte de su obra historiográfica
     En el Epílogo de la obra, Fontana, como no podía ser de otra manera dado que siempre ha entendido la ciencia histórica como un conocimiento para esbozar proyectos sociales futuros que se basen en la igualdad y dignidad de los hombres, esboza la evolución posterior de ese capitalismo depredador. A lo largo del todo el siglo XIX ese proyecto de desigualdad y abuso se desarrolló de manera imparable, pero también engendró su oposición con un movimiento obrero que frenó  en parte, entre 1917 y 1975, sus negativas consecuencias debido  al  miedo engendrado por la revolución soviética de 1917.
Pero de nuevo el progreso imparable del  sistema, con apenas limitaciones  de sus negativas consecuencias, se ha desatado otra vez  a partir  de las últimas décadas del siglo XX y prosigue en el siglo XXI en el marco del nuevo modelo del capitalismo neoliberal volviendo a imponer la desigualdad y el abuso sobre la mayoría de la población engendrando crisis  como ha ocurrido con la causante de la Gran Recesión de 2008 que ha dejado de nuevo al descubierto la naturaleza expoliadora del sistema ante la escasa oposición de  una izquierda debilitada y la manipulación de los descontentos por parte unos movimientos de extrema derecha que cada vez más muestran la impronta fascista de sus planteamientos políticos.
 En fin, este último manifiesto histórico- político de Fontana nos muestra  la coherencia hasta el final  de su pensamiento político  así como su gran talla como historiador y al que, siempre hay que recordarlo para reconocérselo, tanto le debemos los  estudiantes y enseñantes de Historia de nuestra generación.
(Publicado en el suplemento cultural de La Nueva España)

viernes, 10 de mayo de 2019

POPULISMO VERSUS DEMOCRACIA LIBERALPopulismo versus democoracia liberal



  
Viktor Orbán, primer ministro de Hungría,uno de los populistas de derechas más recalcitrante de la Unión Europea



POPULISMO VERSUS DEMOCRACIA LIBERAL
                                    JULIO ANTONIO VAQURO IGLESIAS
 La entrada de VOX en el Parlamento en las recientes elecciones generales   pone fin a la excepcionalidad española de la no presencia de partidos del populismo de extrema derecha en nuestro  sistema político, aunque sí es cierto que esa clase de  populismo ya estaba presente agazapado en las filas del Partido Popular. Esta nueva realidad en España y la oleada de partidos de extrema derecha que han tomado cuerpo de naturaleza parlamentaria en toda Europa desde finales del pasado siglo renueva el interés de las ciencias sociales  por explicar tal situación, pero también, sin duda, el interés ciudadano para comprender el origen, las posibilidades y limitaciones de esta ideología.
   Esa realidad política es la  que explica el contenido de este libro que es una breve introducción divulgativa sobre el populismo escrita por dos estudiosos de esa ideología y práctica política Cas Mudde y Cristóbal Rovira Kallwasser:  Populismo: una breve introducción. Es una reedición para hispanohablantes del libro del mismo título publicado en inglés en 2017. Esta edición española añade un Prefacio de los autores en el que reflexionan sobre tres temas que consideran de interés para los lectores de habla española: el debate conceptual sobre el populismo en América Latina, la distinción entre populismos de izquierda y de ultraderecha y la particularidad del populismo en España actualmente.
 Dentro de las diferentes interpretaciones  del populismo, los autores se mueven  en el marco de  la que denominan como “ideacional”. Esta se fundamenta en el análisis empírico, factual, de las diferentes oleadas de populismo que han se han desarrollado desde principios del  siglo XX en América Latina y a partir de los años ochenta en Europa, donde el populismo apenas había tenido presencia hasta entonces. Para ello, analizan con todo lujo de detalles  los elementos claves del populismo: el liderazgo personalista y carismático, sus causas y demandas, sus diferentes formas de movilización y, finalmente, sus consecuencias negativas y positivas sobre los diferentes regímenes políticos en los que han surgido.
 Es una interpretación que se diferencia sustancialmente  de la que  Ernesto Laclau ha realizado del populismo de izquierdas en la que se fundamentan los planteamientos teóricos del grupo de profesores intelectuales que ha fundado en España Podemos.  En la teoría de Laclau el  planteamiento es de carácter normativo y su valoración del populismo  positiva, esto es, el populismo de izquierdas se considera una ideología política pertinente para conseguir una sociedad más justa y poner fin a las desigualdades y abusos de la elite dirigente. Mientras que en el caso  de la interpretación populista de Mudde y Rovira, aun partiendo del principio  común de toda visión populista , el de la explotación y abuso del pueblo  por la  elite u oligarquía (“la casta”, de la que “·hablaban” los intelectuales de Podemos”), su valoración es más negativa que positiva, puesto que, a fin de cuentas, el populismo, sea de derechas o de izquierdas, lo que pone en peligro, argumentan los autores, es la supervivencia de la democracia liberal, que es para ellos, parece, no sólo  la forma ideal de la democracia, sino la única posible.
    Respecto a las peculiaridades del desarrollo del populismo  en España y en relación con la inexistencia hasta ahora en nuestro país de un populismo radical, xenófobo  y chauvinista, como el que ha entrado  en el Parlamento con VOX en las últimas elecciones, los autores realizan un análisis bastante confuso e incompleto y minusvaloran, en cierto modo, la influencia que ha tenido en su aparición el desarrollo del conflicto nacionalista catalán. Sí aciertan, en cambio, en mi humilde opinión, en la explicación de  la causa del origen y  el éxito electoral del populismo de izquierdas de Podemos. Su origen y gran impacto electoral está, sin duda, en relación con los efectos negativos que tuvo sobre la clase media y las clases populares  la Gran Recesión de 2008- 2009  y las medidas de austeridad que se adoptaron para salir de aquella crisis y que comenzaron, todo hay que decirlo, con el gobierno del PSOE de  José Luis Zapatero y continuaron después con los gobiernos del PP de Rajoy.
En fin, La impresión que uno tiene de esta teoría “ideacional” del populismo es que lo que se define en ella como  substancial, la dicotomía entre élite y pueblo, no es  sino lo que debería ser subordinado a la importancia del contenido de la ideología huésped que siempre acompaña al populismo. O bien la del nacionalismo identitario y xenófobo y  excluyente  o la del socialismo integrador y de tendencia igualitaria. Y la valoración de una u otra nos parece evidente a favor del populismo de izquierdas. Eso sí, mientras éste  respete los derechos de las minorías, y la voluntad general, de corte roussoniano a la que tiende el populismo, esté limitada  por los otros poderes democráticos del Estado.     
   (Publicado en el suplemento “Cultura” de La Nueva España” de Oviedo