domingo, 1 de marzo de 2015

ÁNGEL GONZÁLEZ EN SANLÚCAR DE BARRAMEDA

ANGEL GONZÁLEZ EN SANLÚCAR DE BARRAMEDA
                                                                     Julio Antonio Vaquero Iglesias

El pasado 31 de julio tuve el honor de asistir en Sanlúcar deb Barrameda, donde me encontraba pasando mis vacaciones, a la presentación  de la biografía novelada del poeta ovetense Ángel González: Mañana no será lo que Dios quiera. En un marco y ante un auditorio, que, sin duda, hubiesen sido gratos parra el biografiado, las bodegas de Pedro Romero, y ante un centenar de asistentes, miembros de su Centro de Formación de Adultos, algunos de ellos partícipes de su club de lectura, Luis García Montero, después de la intervención de sendas presentadoras del autor del libro y de su contenido, desgranó en su intervención la génesis y el significado de su libro.
 Lo que en un principio quiso ser una biografía convencional, objetiva, se terminó convirtiendo en una biografía novelada, resultado de una equilibrada  combinación de realidad y ficción. Y esa transformación, como nos transmitieron las emocionadas palabras de García Montero, se debió a dos razones de peso. Primero, y como suele ocurrir con todo aquello que  trate de  la memoria, los acontecimientos de la infancia que Ángel había relatado a su biógrafo en innumerables horas de entrevistas, no coincidían  con los datos que aportaban los documentos, pero esos recuerdos eran en realidad la percepción personal de cómo los había vivido el poeta. Y eso era, en realidad, lo que García Montero realmente tenía interés  en  reflejar en su libro. En segundo lugar,  la génesis de la biografía iba más allá de la reconstrucción de los datos personales biográficos de la infancia y juventud del poeta,  que también, sino, y sobre todo,  se trababa  de recoger su testimonio sobre aquellos tiempos preñados de historia viva de Oviedo y Asturias como fueron la revolución del 34, la guerra civil y la dura posguerra. Sin duda,  tanto su vida como su persona y obra, quedaron impregnados de aquellas traumáticas experiencias históricas.
De familia de profesores y maestros de ideales republicanos, el vendaval de la represión franquista se llevó por delante a su familia. Su hermano mayor ejecutado, su madre y su tía maestra depuradas y sus hermanos en el exilio fueron  las ásperas circunstancias  en las  que tuvo que rehacer su vida Ángel González y de las que tampoco se libraron algunos de sus más íntimos amigos de la infancia  y juventud como Paco Taibo o Manuel Lombardero.
De todo ello, nos habló García Montero, logrando captar el interés de su auditorio andaluz  entre el que se contaba algunos de los escritores que veranean en Rota  que han sido sus amigos íntimos   y acompañantes permanentes   de su trayectoria literaria y humana. El acto contó también con la presencia del   escritor de Sanlúcar  por antonomasia como es  Caballero Bonald.
 :Tras la palabras de presentación del libro, se desarrolló un breve coloquio en que el escritor granadino contestó a  las preguntas que le hizo el público asistente que demostraron el interés que la presentación había suscitado entre los presentes , así como la lectura de la obra por parte de los miembros del club de lectores del Centro de Formación de Adultos. A todos ellos respondió con  concreción y ampliaciones García Montero que nos deleitó, además, algunas con algunas anécdotas de Ángel que nos hicieron sonreir a todos los asistentes. Como aquélla del valioso material y sentimentalmente reloj que le había regalado su madre y que Ángel González en una noche de copas perdió a causa de un robo en el Campo del Moro en Madrid. Denunciarlo ante el comisario de policía  le valió, por las circunstancias y el lugar, el ser fichado por homosexual. Lo cual fue motivo de mofa por parte de Gil de Biedma. Sólo Ángel,  el único que no tenía esa orientación sexual en el grupo de poetas amigos, fue el que llegó a ser fichado por homosexual por la policía franquista.
En  aquel escenario andaluz de una bodega sanluqueña y en un hermoso atardecer, el nombre  de Oviedo y el eco de la voz y la vida  de su insigne poeta  despertaron la  emoción y el  interés de un público sencillo y popular, pero sabio en esas  lides poéticas. No en vano su gente  ha aprendido a degustar la poesía a través de los versos de su coterráneo Rafael Alberti.

(Artículo publicado en las páginas de Opinión de La Nueva España, de Oviedo)

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