sábado, 14 de marzo de 2015

La Historia que hemos contado

                        LA HISTORIA QUE HEMOS CONTADO

                                                   JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS



Sin  duda, la salida del número 1.000 de este  suplemento de Cultura es una ocasión idónea  para hacer un somero balance de mi colaboración en sus páginas  durante los cerca de veinte años en que he llevado a cabo  la crítica de la literatura histórica que ha ido apareciendo en nuestro mercado editorial.
            En primer lugar, están los criterios de selección de los libros reseñados. En un mercado editorial como el español con una producción editorial  en torno a los 50.000 títulos anuales de los que una parte importante corresponde a todos los campos de la disciplina histórica, una selección cuidadosa de los libros criticados es una de las principales labores, pienso, que debe llevar a cabo todo crítico que se precie de tal. Y esa selección en mi caso ha estado siempre determinada tanto  por el probable interés que el libro, por su contenido y autor, podría despertar en los lectores de nuestro suplemento, como por la  importancia y novedad  que  pudiese aportar al conocimiento  de determinado campo histórico.
En ese sentido, por mis críticas han desfilado algunas de las principales aportaciones que la historiografía ha llevado a cabo, desde la Edad Antigua hasta el siglo XIX y XX, tanto de la historia europea y americana como la española. Entre otros, he reseñado libros que tratan de la revolución industrial y la evolución e interpretación del origen y desarrollo del capitalismo, la revolución francesa  y las consecuentes revoluciones liberales, la historia del pensamiento y los movimientos socialista y comunista, la historia y el presente de Latinoamérica, la naturaleza y la historia  del nazismo, nuestro imperio colonial y la Ilustración, la revolución gaditana y la evolución del liberalismo español a lo largo del XIX, el 98,  la Restauración, la II República, la guerra civil española o la dictadura franquista…. Especial interés he tenido en que mis (improbables) lectores tuviesen noticia  puntual de  aquellos temas  que la historiografía reciente ha enfatizado como han sido, por ejemplo, la historia del feminismo, la historia social cultural, la represión y la oposición al franquismo; lo relacionado con la denominada “memoria histórica” y los  grandes acontecimientos de la historia del presente como la guerra de Irak o  los atentados del 11 de Septiembre. De hecho, este suplemento recibió un importante premio gráfico internacional con motivo de un balance bibliográfico de este crítico con motivo de lo ocurrido  aquel  día de 2.001 que conmovió al mundo y ha sido, sin duda, uno de los acontecimientos seminales  del nuevo milenio. Y siempre he tenido la preocupación de que mis (improbables) lectores  conocieran aquellos libros y autores marginales que publicados por minoritarias editoriales he creído que  nos aportaban, con su visión heterodoxa y al margen de la corriente dominante editorial, algo de interés Todos los géneros y subgéneros de la difusión del conocimiento históricos han estado presentes en mis comentarios, desde el libro académico hasta el ensayo historiográfico pasando por el libro de divulgación, la biografía histórica y la novela histórica.  
Del mismo modo que, dada la crisis que en estos decenios ha atravesado el conocimiento histórico con la irrupción del postmodernismo con su frustrado intento de  de devaluar la cientificidad de nuestra disciplina, he procurado dar a conocer  en mis críticas los más importantes libros y autores publicados en nuestro mercado editorial sobre las controversias historiográficas que ello ha supuesto. Mi objetivo, en ese sentido, ha sido siempre alertar al lector  menos preparado e inerme ante esa avalancha de supuesta, pero falsa historia, de historia “en migajas”, acerca de esa deriva que en resumidas cuentas  no conducía sino a la consumación del fin de la Historia como conocimiento racional y científico.
En mi selección ha estado, además, como criterio básico, dar a conocer a mis  lectores lo más importante de la producción historiográfica que, desde dentro o fuera de Asturias, se ha venido publicando sobre la historia de nuestra región, y así, por estas páginas y en mis críticas, han ido desfilando las principales obras e historiadores que han tratado de nuestra historia regional.
    Si esos fueron, grosso modo, los criterios que me han venido guiando en la selección de los libros  que he elegido para reseñar, desde el punto de vista formal, he procurado seguir también en mis críticas  reglas constantes. Una crítica en un suplemento cultural de un periódico, pienso, no puede nunca responder a los criterios que deben seguirse en la que se realiza en un soporte académico. La crítica en ellos debe de responder a una peculiar  combinación entre  crítica y periodismo que no puede nunca dejar de tener presente la generalidad y heterogeneidad del público a la que va destinada. Hay  que tener siempre presente  que la crítica en el caso de esta clase de suplementos, a veces, tiene como finalidad no sólo valorar el contenido del libro para aconsejar o no su lectura, sino proporcionar una información a un lector  que nunca va a serlo del  libro y que, por tanto, solo conocerá su contenido a través de la información del crítico.
 Por ello, he procurado siempre proporciona al lector, además de la información necesaria y precisa sobre el  autor, una síntesis lo más completa, articulada y ajustada posible del contenido de la obra reseñada, distinguiéndola nítidamente de la valoración que me ha merecido su lectura. Y es claro que ese criterio general varía en cuanto a  la extensión dedicada a la información y valoración en función de las peculiaridades y el enfoque que presenta la propia obra reseñada o el mayor o menor conocimiento que se tiene del autor. Todos los críticos sabemos por propia experiencia que cada libro tiene su crítica y que sólo después de una lectura reflexiva y cuidadosa del mismo sabemos cómo debe realizarse en el marco de unos criterios generales y constantes que, en mi caso, acabo de  esbozar.       
 ( Artículo publicado en Cultura, suplemento cultural de La Nueva España, de Oviedo con motivo de la publicación del número 1000 )              



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