viernes, 28 de agosto de 2015

Asturianos y vaqueiros de alzada


 LOS  ASTURIANOS Y  VAQUEIROS DE ALZADA A LUZ DE LA
 
BIOANTROPOLOGIA

                                                        JULIO ANTONIO VAQEURO IGLESIAS

 
 
 
 

PEDRO G´GOMEZ GÓMEZ ( sgundo por la izquierda)


 Comienza a ser frecuente en los últimos tiempos la publicación por profesores universitarios jubilados o a punto de serlo de libros en los  que, a modo de testamento  intelectual o académico, se recoge la visión y aportaciones que sobre su disciplina han ido elaborando y produciendo a lo largo de su vida profesional. Éste es el sentido que nos parece  que tiene esta obra (Los asturianos, los vaqueiros de alzada y el mito de la raza. Una lección de antropología biológica. Universidad de Oviedo y Fundación Valdés –Salas) del antropólogo y profesor jubilado de nuestra Universidad Pedro Gómez Gómez. Con el añadido de sus últimas investigaciones, el contenido que  desarrolla en ella su autor no es sino su concepto  de la materia que ha enseñado e investigado en la universidad ovetense a lo largo de sus cuatro décadas de labor universitaria y el resultado de la aplicación de esa concepción a su  práctica investigadora que ha versado dominantemente sobre  la población del territorio asturiano. De modo que este libro es una excelente muestra de lo que sabemos hoy sobre la Antropología biológica de Asturias y, a la vez, la prueba de la coherencia de la práctica investigadora de su autor.

   La Antropología biológica como ciencia, el análisis de los diversos  grupos y tipos biológicos  comarcales y étnicos asturianos y el estudio en profundidad de los caracteres bioantropológicos de los vaqueiros de alzada y  su relación con su modo de vida trashumante son los tres grandes temas que  desarrolla nuestro antropólogo en este libro.

   Pedro Gómez concibe la antropología biológica como una ciencia interdisciplinar  que no sólo busca  la descripción y evolución  biológicas de los diversos tipos humanos, sino que también trata de explicar las causas de su diversidad , lo que conlleva al análisis de las aportaciones de múltiples disciplinas  como la genética, la anatomía y la fisiología humanas, la demografía, la sociología, la geografía y la historia  y todas aquellas otras que le proporcionen datos y explicaciones para su visión integradora de la ciencia antropológica. Desde esa perspectiva teórica, el autor analiza las categorías nucleares de su disciplina como raza, etnia y casta  y valora  cómo, definitivamente tras el descubrimiento de  las estructuras básicas del material hereditario y de la transmisión de los caracteres genéticos, el racismo, con su idea  sobre la superioridad de una raza sobre las otras  y su corolario: el mito de la  pureza de la raza, no tiene ningún fundamento científico, sino que ha sido históricamente (y desgraciadamente todavía sigue siendo hoy) un mecanismo ideológico para justificar empresas colonizadoras, la exclusión de grupos humanos rivales o sometimientos redentores.

              En cuanto a la población asturiana, nuestro antropólogo llega a la conclusión  que ésta  no responde a unos rasgos biotipológicos  y genéticos específicos propios, como demuestran los datos aportados por la genética y el ADN, sino que  comparten  un substrato biológico común  que abarca todo el norte de España, zona  que constituye una amplia región antropológica con fuertes similitudes biotipológicas. Sin embargo, sí detecta históricamente, un profundo cantonalismo biológico o reproductor en toda la región. La endogamia local y comarcal ha sido en ella pronunciada, como demuestran los miles y miles de datos matrimoniales extraídos de los archivos parroquiales examinados de diferentes consejos representativos de medios ecológico- geográficos y sociales diferentes (en este caso los pescadores pixuetos y los vaqueiros de alzada). Ese cantonalismo reproductor comienza a desaparecer en la segunda mitad del siglo XIX en las zonas industriales y mineras y termina por generalizarse en toda Asturias  en las décadas de los 50 y 60 del XX.

    La parte final del libro está dedicada a un amplio análisis de la bioantropología  de la minoría vaqueira tradicionalmente marginada por los campesinos estantes o xaldos. E incluye, además, un pormenorizado y excelente estudio del modo de vida trashumante de los vaqueiros que el autor contrasta con el de los pasiegos cantábricos. Las conclusiones son, sin duda, significativas y en gran  medida desmitificadoras. No existen diferencias biológicas significativas  entre vaqueiros y asturianos. La endogamia entre los vaqueiros es algo más pronunciada que la que se da en el resto de los asturianos, y es una endogamia limitada a cada comarca vaqueira y no difundida entre el conjunto la población vaqueira. Lo que puede significar, deduce este crítico, que la realidad de una comunidad vaqueira, con una identidad  de conjunto perfectamente definida, no  parece ser sino otro de los mitos que el folclore  ha difundido sobre esa población.

      Sin duda, estamos ante un libro de gran interés que trata de aspectos escasamente conocidos y dado su enfoque didáctico entra perfectamente dentro de la rúbrica de alta divulgación y como tal es asequible para cualquier clase de lector interesado por estos temas.          

( PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO  Cultura  DE LA NUEVA ESPAÑA, DE OVIEDO)              

                                          

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