EL
ROJO DE LLAMAZARES
JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
Es
claro que la crisis económica no es sino la crisis del capitalismo financiero
neoliberal y que el desarrollo y hegemonía de éste han llevado, como condición
necesaria, al desmantelamiento de la democracia realmente existente, de modo
que el resultado final ha sido una
profunda asimetría entre el poder económico
y mediático que lo legitima y el
poder político que no sólo ha perdido su capacidad de regularlo, sino que ha
terminado transformándose en un mero poder delegado de aquél. Asimetría esta que se ha hecho todavía más evidente con
la explosión y el desarrollo de la
crisis financiera que ha dejado ver claramente las miserias de la política frente al poder económico. Así que es posible
mantener que, en cierto modo, la crisis tiene también un origen o componente
político de primer orden.
Si a esa evidente asimetría que estamos
sufriendo los ciudadanos en estos tiempos en Europa y en nuestro país y
es el origen de fondo de la desafección
política galopante que padecemos, le añadimos que la explosión y el imparable
avance de la crisis han traído a su vez paradójicamente una profunda crisis
orgánica de la izquierda, estamos ante un escenario nuevo que implica la
necesidad de una recomposición de la izquierda realmente existente, si se
pretende que ésta pueda de alguna manera enfrentarse con éxito al rampante
capitalismo neoliberal y tratar de impedir que éste , como pretende, salga de su propia crisis profundizando
todavía aún más en su desarrollo a costa de los derechos sociales de la gran
mayoría de la población, como estamos viendo que está ocurriendo en nuestro
país con las políticas que trata de imponer la derecha en el poder.
Estos son los supuestos de los que parte Gaspar Llamazares en este libro que se inicia con prólogo de
Baltasar Garzón y se cierra con una
entrevista a su autor por parte de J. F.
Mendi: El libro Rojo de Gaspar Llamazares (1.001 Ediciones). A partir de esos fundamentos y, tras analizar,
en clave española, la dimensión política
de la crisis, sus aspectos sociales y la contestación que ha tenido en la calle,
sobre todo, la espontánea del movimiento del 15- M , nuestro político argumenta
que no sólo es necesario reivindicar la política frente al poder de la economía
que ha implantado el desarrollo del capitalismo neoliberal, sino también llevar
a cabo otra clase de política a través de otra forma de partido por parte de la izquierda organizada que está
más allá de los planteamientos del PSOE. Es necesaria una política que rebase
claramente el politicismo, pero también una nueva de forma de partido que
supere el modelo clásico dominante hasta ahora en nuestra izquierda
organizada, esto es, Izquierda Unida. Pues el politicismo la condena-.aunque el autor no lo diga
explícitamente- a ser solo un mero apéndice del PSOE. Y una organización
estrictamente partidaria, a tener un escaso potencial transformador en esta
crítica coyuntura que atravesamos.
Para Llamazares, es necesario
crear un frente unido de todos aquellos que están siendo expoliados por las
políticas neoliberales con las que se está tratando de salir de la crisis por
la derecha dominante en Europa y en España. Y esto exige crear una organización
flexible que trate de recoger las demandas de la calle, de los viejos y nuevos
movimientos sociales y de las personas particulares sin que ello implique que sus miembros tengan que estar necesariamente ligados
orgánicamente al partido, esto es, ser afiliados de carnet. Y el instrumento decisivo para poder llevar a
cabo esta implicación de todos los descontentos con lo que nos están imponiendo
debe ser la Red que posee la virtualidad de poder dar voz a todos los
ciudadanos y avanzar así hacia una verdadera democracia participativa.
Se trata, pues, de rebasar la forma tradicional de partido, abriéndose a
las personas, y de reformular conjuntamente con la ciudadanía progresista una nueva respuesta a los problemas que nos pretende imponer la
derecha económica, política e institucional. Respuesta que, sin duda, como el
autor desarrolla en el texto, debe de ir más allá de meras reformas del sistema
capitalista, sino que tiene que pretende
avanzar en el camino de una sociedad socialista
en la que se dé solución a los problemas que nos plantea la sociedad
actual no sólo en el campo de la
producción económica y el reparto de los bienes, sino también en los de la tecnología, la cultura, el derecho y la
política.
Tales son los planteamientos que han llevado a Llamazares a crear un
nuevo partido, Izquierda Abierta, que coherentemente con el criterio de unidad
de la izquierda- la organizada y la de la calle- en que se basa su idea de de recomposición de la izquierda, se
ha integrado en Izquierda Unida, pero con una clara vocación de conexión con la ciudadanía crítica y de apertura hacia la calle. .
( Publicado en el suplemento cultural de La >Nueva España, de Oviedo)
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