viernes, 17 de junio de 2016

EL  ROJO DE LLAMAZARES
                                                 JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS



 Es claro que la crisis económica no es sino la crisis del capitalismo financiero neoliberal y que el desarrollo y hegemonía de éste han llevado, como condición necesaria, al desmantelamiento de la democracia realmente existente, de modo que el resultado final  ha sido una profunda asimetría entre el poder económico  y mediático que lo legitima  y el poder político que no sólo ha perdido su capacidad de regularlo, sino que ha terminado transformándose en un mero poder delegado de aquél. Asimetría  esta que se ha hecho todavía más evidente con la explosión y el desarrollo  de la crisis financiera que ha dejado ver claramente las miserias de la política  frente al poder económico. Así que es posible mantener que, en cierto modo, la crisis tiene también un origen o componente político de primer orden.
Si a esa evidente asimetría que estamos  sufriendo los ciudadanos en estos tiempos en Europa y en nuestro país y es el origen de fondo  de la desafección política galopante que padecemos, le añadimos que la explosión y el imparable avance de la crisis han traído a su vez paradójicamente una profunda crisis orgánica de la izquierda, estamos ante un escenario nuevo que implica la necesidad de una recomposición de la izquierda realmente existente, si se pretende que ésta pueda de alguna manera enfrentarse con éxito al rampante capitalismo neoliberal y tratar de impedir que éste , como pretende,  salga de su propia crisis profundizando todavía aún más en su  desarrollo  a costa de los derechos sociales de la gran mayoría de la población, como estamos viendo que está ocurriendo en nuestro país con las políticas  que  trata de imponer la derecha en el poder.
Estos son los supuestos de los que parte Gaspar Llamazares en  este libro que se inicia  con prólogo de  Baltasar Garzón y  se cierra con una entrevista a su autor  por parte de J. F. Mendi: El libro Rojo de Gaspar Llamazares (1.001 Ediciones). A partir de esos fundamentos y, tras analizar, en clave española,  la dimensión política de la crisis, sus aspectos sociales y la contestación que ha tenido en la calle, sobre todo, la espontánea del movimiento del 15- M , nuestro político argumenta que no sólo es necesario reivindicar la política frente al poder de la economía que ha implantado el desarrollo del capitalismo neoliberal, sino también llevar a cabo otra clase de política a través de otra forma de partido  por parte de la izquierda organizada que está más allá de los planteamientos del PSOE. Es necesaria una política que rebase claramente el politicismo, pero también una nueva de forma de partido que supere  el modelo clásico  dominante hasta ahora en nuestra izquierda organizada, esto es, Izquierda Unida.  Pues el politicismo  la condena-.aunque el autor no lo diga explícitamente- a ser solo un mero apéndice del PSOE. Y una organización estrictamente partidaria, a tener un escaso potencial transformador en esta crítica coyuntura que atravesamos.
 Para Llamazares, es necesario crear un frente unido de todos aquellos que están siendo expoliados por las políticas neoliberales con las que se está tratando de salir de la crisis por la derecha dominante en Europa y en España. Y esto exige crear una organización flexible que trate de recoger las demandas de la calle, de los viejos y nuevos movimientos sociales y de las personas particulares  sin que ello implique que sus miembros  tengan que estar necesariamente ligados orgánicamente al partido, esto es, ser afiliados de carnet.  Y el instrumento decisivo para poder llevar a cabo esta implicación de todos los descontentos con lo que nos están imponiendo debe ser la Red que posee la virtualidad de poder dar voz a todos los ciudadanos y avanzar así hacia una verdadera democracia participativa.
Se trata, pues, de rebasar la forma tradicional de partido, abriéndose a las personas, y de reformular conjuntamente con la ciudadanía progresista una  nueva respuesta  a los problemas que nos pretende imponer la derecha económica, política e institucional. Respuesta que, sin duda, como el autor desarrolla en el texto, debe de ir más allá de meras reformas del sistema capitalista, sino  que tiene que pretende avanzar en el camino de una  sociedad socialista en la que se dé solución a los problemas que nos plantea la sociedad actual  no sólo en el campo de la producción económica y el reparto de los bienes, sino también en los  de la tecnología, la cultura, el derecho y la política.
Tales son los planteamientos que han llevado a Llamazares a crear un nuevo partido, Izquierda Abierta, que coherentemente con el criterio de unidad de la izquierda- la organizada y la de la calle- en que se basa su  idea de de recomposición de la izquierda, se ha integrado en Izquierda Unida, pero con una clara vocación de conexión  con la ciudadanía crítica  y de apertura hacia la calle.    .
 ( Publicado en  el suplemento cultural de La >Nueva España, de Oviedo)

              

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