viernes, 30 de octubre de 2015

Ls obra completa de Manuel Azaña


                               LA OBRA COMPLETA DE MANUEL AZAÑA

                                      He llamado a Azaña reformista radical”

 JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

 

      
 El Centro de Estudios Políticos y Constitucionales ha sacado a la luz las Obras Completas de Manuel Azaña que se han presentado este pasado mes,  con presencia del Presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la sede del mencionado centro. La edición, que ha supuesto una larga y laboriosa tarea, ha corrido a cargo del más profundo conocedor de la obra del segundo  y último presidente de la II República, el historiador y catedrático de Historia social y del Pensamiento político de la UNED, Santos Juliá, autor de la que es, hasta hoy, la mejor biografía política de Azaña, Manuel Azaña. Una biografía política. Del Ateneo al Palacio Nacional (Alianza Editorial, 1990), que nos ha concedido la siguiente entrevista.

Pregunta. ¿Qué novedades aporta esta edición de las obras completas de Manuel Azaña respecto a la anterior y única  edición que existía de Juan Marichal?

 Respuesta: Las principales novedades consisten en la incorporación de discursos, artículos, folletos, cartas y numerosas piezas inéditas del archivo de Azaña que quedaron sin incluir en la edición del profesor Marichal. Además, en la disposición cronológica de todo ese material. En total, unas tres mil páginas más que permiten seguir la trayectoria de Azaña como político, ensayista, historiador, crítico de la cultura, orador y diarista desde sus primeros artículos hasta sus últimas cartas.

P.  ¿Cómo se realizó? ¿Se encontró usted con especiales dificultades para su elaboración?

R-Hace casi veinte años, en un artículo publicado en El País, ya solicité la publicación de una nueva edición de Obras de Azaña, necesaria por la notable cantidad de escritos aparecidos desde la edición anterior. Ha tardado pero, al fin, se ha podido realizar sin dificultades gracias al Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, que  ha puesto en el empeño todo su interés.

P. ¿Después de este laborioso trabajo de recopilación ha variado en algo su visión y juicio de don Manuel Azaña?

R. Inicié el trabajo de recopilación de materiales inéditos o sólo publicados en la prensa de la época hace muchos años, para documentar mi biografía política de Azaña. Mi visión ha ido, pues, evolucionando con el tiempo, aunque mantengo mis primeras impresiones: Azaña fue un personaje singular de la política y la cultura española. Creo que nadie como él representa las inquietudes de la generación de 1914.

P. ¿En qué tradición liberal coloca usted el pensamiento del presidente republicano?

R-He llamado a Azaña reformista radical o, dicho de otra forma, alguien que pretende reformar la sociedad y el estado español desde la raíz. Pensó que ese proyecto podía realizarse sin cambiar el régimen monárquico y solo después de 1923 y del golpe de Estado de Primo de Rivera llegó a la conclusión de que aquella reforma radical no podría alcanzarse si no era apelando a la República. De modo que, sin renunciar al liberalismo, Azaña pertenece a la tradición republicana, la que considera que el Estado es el instrumento de la refacción de la sociedad.

P.¿Cuáles piensa usted que fueron los errores de Azaña como político?

R. No estimar en su verdadero poder a las instituciones y sectores de la sociedad española que levantarían obstáculos a sus proyectos de reforma.

       P. ¿Cuál es su valoración de Azaña como creador literario?

R-    El campo de la creación literaria de Azaña es sobre todo lo que llamamos

 literatura del yo. Sus diarios son piezas que nunca perderán su valor. Por lo demás, El jardín de los frailes y Fresdeval creo, con algunos críticos de la época, que se pueden contar entre las obras más valiosas de la década de 1920.

 P. ¿Qué consecuencias políticas tuvo la difusión de su alocución en el ayuntamiento de Barcelona, el famoso discurso de “paz, piedad y perdón”?

 R. El discurso a que se refiere se pronunció  el 18 de julio de 1938 en el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona con motivo del segundo aniversario del inicio de la guerra civil. Fue recibido con un sentimiento de profunda emoción pero sus consecuencias políticas fueron, en aquella circunstancia, nulas, aunque su carga político-moral fue y es perdurable.

P.¿Cuál fue, en su opinión, la principal aportación de Manuel Azaña al legado republicano?

R. Proporcionar a la República la palabra más clara y el programa más nítido. Fue la voz de la República y representó en los momentos finales el más profundo sentimiento de desolación por su derrota.

   (Entrevista publciada en el suplemento cultural de La Nuevas España)

    

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