EN TORNO AL BICENTENARIO DE LA
COSTITUCIÓN GADITANA
JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
Suele ocurrir con frecuencia desgraciadamente. Las conmemoraciones de los grandes acontecimientos históricos son manipuladas por políticos e intelectuales orgánicos con finalidades instrumentales de presente y no sólo no sirven para divulgar entre la ciudadanía el verdadero significado histórico del hecho conmemorado, sino que ni siquiera promueven la oportunidad de su investigación y estudio. Los dineros se van en fastos y alharacas que los políticos utilizan para tratar de ganar votos instrumentalizándolos, mientras los ciudadanos oyen, más que escuchan, y hasta participan en el espectáculo, pero sin enterarse de verdad de lo que se celebra. Todo muy posmoderno: en vez de historia, presente y en lugar de verdadero conocimiento histórico, espectáculo.
Ésta
es la penosa impresión que, como historiador, me han producido estos días los
actos conmemorativos del bicentenario de la Constitución de 1812. La mayoría de
ellos, o mero folclore pseudohistórico o
vergonzosos discursos de nuestros
políticos y representantes del Estado tratando de arrimar el ascua a su sardina
haciendo interpretaciones de aquellos acontecimientos que demuestran o su
supina ignorancia histórica o su desfachatez sin límites o ambas cosas a la
vez. Baste recordar el parlamento de
nuestro presidente de Gobierno, el señor Rajoy, comparando sus
contrarreformas neoliberales con las reformas progresistas (eso sí siempre
dentro de un orden que era el burgués liberal con que se trataba de reemplazar
al absolutista estamental) que implantó, aunque con escaso éxito, la
Constitución gaditana. O las palabras llamando al sacrificio y la movilización ciudadana que pronunció
nuestro Jefe de Estado para esta ocasión.
En ninguno de los dos casos se hacía referencia al verdadero significado
histórico del acontecimiento conmemorado
( Artículo publicado en La Nueva España, de Oviedo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario