EL FRANQUISMO
CUARENTA AÑOS DESPUÉS
JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
Tras casi cuatro decenios sin Franco y en democracia la historiografía sobre la
dictadura franquista ha crecido vertiginosamente y ha conseguido ya un conocimiento
profundo y contrastado sobre Franco y el franquismo, aunque todavía quede mucho
por hacer. Sin embargo, la difusión de ese conocimiento entre la ciudadanía en
general y las nuevas generaciones en particular deja todavía mucho que desear y
aún existen en la sociedad memorias
dividas sobre su significado y valoración de modo que ese pasado trágico aún proyecta su negra sombra sobre nuestro
presente. Tratar de remediar en lo posible tales insuficiencias y visiones enfrentadas son los objetivos que persigue este libro
que, por ello, no sólo debe considerarse como un libro de divulgación
actualizado con los nuevos avances historiográficos a los cuarenta años de la
muerte de Franco, sino también una obra histórica con una clara función social.
El franquismo aparece aquí (Casanova) tratado desde una perspectiva
comparada en el contexto de la historia
europea del momento y su naturaleza dictatorial no puede considerarse en los
años 30 como una anomalía. Lo que sí fue
específico es su larga duración durante
casi cuarenta años (“la longa noite de pedra” de la que nos hablaba el poema de
Celso Emilio Ferreiro), debida a una pluralidad de factores entre los que el de
la represión, la violencia y la falta de
libertades fue primordial, pero al que hay que sumar otros de gran importancia
como lo fueron el apoyo de instituciones fundamentales del Estado como el Ejército y la
Iglesia; y también el de amplios sectores de la población que lo secundaron o
mantuvieron una pasividad inducida por su aparato de propaganda. Como decisivo para su larga duración fue además el
respaldo internacional que recibió a
partir de los cincuenta, sobre todo, de Washington y el Vaticano, consecuencia de la polarización entre los dos bloques que
trajo la Guerra Fría (Ángel Viñas) La crisis política de los años finales del
régimen provocada por sus contradicciones internas y externas y por la acción de una oposición renovada no
impidió, sin embargo, que el dictador muriese en su cama (Borja de Riquer).
En una dictadura personal, cesarista, como fue la franquista, la clave
de bóveda del sistema es la figura del dictador de ahí que su análisis
biográfico sea imprescindible para poder comprender lo que fue el franquismo.
De esa labor se encarga en este libro Paul Preston, autor de una excelente y muy difundida
biografía de Franco, que realiza aquí, como en aquella, un excelente,
documentado y significativo trabajo sobre la personalidad de Franco a través de
su vida pública y privada. En este trabajo el historiador británico sostiene
con abundantes pruebas documentales la contradicción entre la realidad biográfica
del dictador y las diferentes máscaras tras las cuales se ocultó el personaje
real. Máscaras, mentiras y manipulaciones que él mismo creó y difundió en sus
intervenciones públicas y en sus escritos y desarrollaron y difundieron sus
hagiógrafos a través del aparato de
propaganda del régimen: de gran héroe del Rif en los inicios de su carrera de militar africanista a padre del pueblo en los años finales de su
régimen, pasando por su máscara de Felipe Ii redivivo en la etapa de su acercamiento a Hitler y
Mussolini y la de comandante de Numancia en la del aislamiento internacional del régimen tras la
finalización del conflicto bélico mundial.
Novedoso para los lectores no especialistas es
el trabajo de Mary Nash. Escrito desde la
perspectiva de la historia de las mujeres es una excelente síntesis
interpretativa de la bibliografía existente sobre el tema Trata no sólo del
discurso, prácticas y resultados del modelo patriarcal nacionalcatólico
impuesto por el franquismo, sino también de la específica y sañuda represión de
las rojas en la dictadura y de la
importancia de la participación de las mujeres en la resistencia al franquismo
De interés es la aportación de Enrique
Moradiellos que reconstruye con rigor el debate historiográfico en torno a la
naturaleza política del franquismo ¿Fascismo puro y duro, régimen totalitario, sistema
autoritario, despotismo moderno, dictadura fascistizada o dictadura militar de
poder personal?. El historiador asturiano parece que se suma a la tendencia que
hoy considera predomínate: el franquismo no fue una dictadura ni fascista ni
totalitaria, sino una dictadura militar y caudillista, primero fascistizada y
luego meramente autoritaria. Su trabajo contiene además un aprovechable
análisis historiográfico sobre las biografías de Franco.
Sin duda
y al margen de que se puedan
echar en falta algunos temas o no haber hecho mayor hincapié en otros y de que
algunas interpretaciones sean discutibles, la obra responde perfectamente por
contenido y forma al pertinente objetivo
con está planteada y su lectura es ciertamente recomendable para todo aquel que
esté interesado en saber qué fue el
franquismo según la actual
historiografía, y las negativas secuelas
que, como un pasado que no pasa, ha dejado en la sociedad española.
( Publicado en el suplemento Cultura de La Nueva España, de Oviedo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario