viernes, 22 de mayo de 2015

El franquismo cuarenta años después

EL FRANQUISMO CUARENTA AÑOS DESPUÉS
                                                          JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS


 En noviembre de este año se cumplen cuatro decenios de la muerte de Franco. Con tal motivo ya han comenzado a aparecer este año varias  obras sobre aspectos biográficos del dictador  y acerca de  su dictadura. Entre las ya publicadas, y que sin duda va a tener un lugar destacado  entre esas novedades por su orientación, contenido y la relevancia de sus autores, está 40 Años con Franco (Crítica 2015). Coordinada  por el catedrático e historiador Julián Casanova participan en ella un elenco de destacados historiadores especialistas en esa crucial de etapa de nuestro siglo y de nuestro presente (además del mencionado Casanova, Paul Preston, Ángel Viñas, Borja de Riquer, Carlos Gil Andrés, Mary Nash, Enrique  Moradiellos, José Carlos Mainer y  Agustín Sánchez Vidal) y el novelista  Ignacio Martínez  de Pisón.  Los seis primeros autores tratan en sus respectivos trabajos del origen, la evolución política y social del régimen franquista a lo largo de sus cuarenta años de duración así como de la biografía del autodenominado Caudillo y las de  algunos de los más significados actores del período. Los tres siguientes, de los aspectos culturales: la literatura y el pensamiento, el cine y  la historiografía sobre el franqusmo. El trabajo que cierra el libro escrito por Martínez Pisón recoge su cualificada  visión testimonial de los cuarenta años sin Franco.
   Tras casi cuatro decenios sin Franco y en  democracia la historiografía sobre la dictadura franquista ha crecido vertiginosamente y ha conseguido ya un conocimiento profundo y contrastado sobre Franco y el franquismo, aunque todavía quede mucho por hacer. Sin embargo, la difusión de ese conocimiento entre la ciudadanía en general y las nuevas generaciones en particular deja todavía mucho que desear y aún existen en la sociedad  memorias dividas sobre su significado y valoración de modo que ese pasado trágico aún  proyecta su negra sombra sobre nuestro presente. Tratar de remediar en lo posible tales  insuficiencias y visiones enfrentadas  son los objetivos que persigue este libro que, por ello, no sólo debe considerarse como un libro de divulgación actualizado con los nuevos avances historiográficos a los cuarenta años de la muerte de Franco, sino también una obra histórica con una clara función social. 
   El franquismo aparece aquí (Casanova) tratado desde una perspectiva comparada  en el contexto de la historia europea del momento y su naturaleza dictatorial no puede considerarse en los años 30 como una anomalía. Lo que sí  fue específico es su larga duración  durante casi cuarenta años (“la longa noite de pedra” de la que nos hablaba el poema de Celso Emilio Ferreiro), debida a una pluralidad de factores entre los que el de  la represión, la violencia y la falta de libertades fue primordial, pero al que hay que sumar otros de gran importancia como lo fueron el apoyo de instituciones  fundamentales del Estado como el Ejército y la Iglesia; y también el de amplios sectores de la población que lo secundaron o mantuvieron una pasividad inducida por su aparato de propaganda. Como  decisivo para su larga duración fue además el respaldo  internacional que recibió a partir de los cincuenta, sobre todo, de Washington y el Vaticano, consecuencia  de la polarización entre los dos bloques que trajo la Guerra Fría (Ángel Viñas) La crisis política de los años finales del régimen provocada por sus contradicciones internas y externas y  por la acción de una oposición renovada no impidió, sin embargo, que el dictador muriese en su cama (Borja de Riquer).
  En una dictadura personal, cesarista, como fue la franquista, la clave de bóveda del sistema es la figura del dictador de ahí que su análisis biográfico sea imprescindible para poder comprender lo que fue el franquismo. De esa labor se encarga en este libro Paul Preston, autor de una  excelente y  muy difundida  biografía de Franco, que realiza aquí, como en aquella, un excelente, documentado y significativo trabajo sobre la personalidad de Franco a través de su vida pública y privada. En este trabajo el historiador británico sostiene con abundantes pruebas documentales la contradicción entre la realidad biográfica del dictador y las diferentes máscaras tras las cuales se ocultó el personaje real. Máscaras, mentiras y manipulaciones  que él mismo creó y difundió en sus intervenciones públicas y en sus escritos y desarrollaron y difundieron sus hagiógrafos a través del  aparato de propaganda del régimen: de gran héroe del Rif en los inicios de su carrera  de militar africanista  a padre del pueblo en los años finales de su régimen, pasando por su máscara de Felipe Ii redivivo  en la etapa de su acercamiento a Hitler y Mussolini y la de comandante de Numancia en la del  aislamiento internacional del régimen tras la finalización del conflicto bélico mundial.
 Novedoso para los lectores no especialistas es el trabajo de Mary Nash. Escrito  desde la perspectiva de la historia de las mujeres es una excelente síntesis interpretativa de la bibliografía existente sobre el tema Trata no sólo del discurso, prácticas y resultados del modelo patriarcal nacionalcatólico impuesto por el franquismo, sino también de la específica y sañuda represión de las rojas en la dictadura y de la importancia de la participación de las mujeres en la resistencia al franquismo
 De interés es la aportación de Enrique Moradiellos que reconstruye  con  rigor el debate historiográfico en torno a la naturaleza política del franquismo  ¿Fascismo puro y duro, régimen totalitario, sistema autoritario, despotismo moderno, dictadura fascistizada o dictadura militar de poder personal?. El historiador asturiano parece que se suma a la tendencia que hoy considera predomínate: el franquismo no fue una dictadura ni fascista ni totalitaria, sino una dictadura militar y caudillista, primero fascistizada y luego meramente autoritaria. Su trabajo contiene además un aprovechable análisis historiográfico sobre las biografías de Franco.        

 Sin duda  y al margen  de que se puedan echar en falta algunos temas o no haber hecho mayor hincapié en otros y de que algunas interpretaciones sean discutibles, la obra responde perfectamente por contenido y forma al pertinente  objetivo con está planteada y su lectura es ciertamente recomendable para todo aquel que esté interesado en  saber qué fue el franquismo según  la actual historiografía, y las negativas  secuelas que, como un pasado que no pasa, ha dejado en la sociedad española.  
 ( Publicado en el suplemento Cultura  de La Nueva España, de Oviedo)

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