viernes, 15 de mayo de 2015

EN LA MUERTE DE EDUARDO GALEANO

GALEANO, UN GENIAL Y COMPROMETIDO IDIOTA LATINOAMERICANO


"En fin, lo confieso paladinamente, por si no quedaba claro, soy uno más de esa legión de “ idiotas” que lee con delectación a Galeano, porque defiende el derecho a  la dignidad humana de los de “abajo”, dejando desnudos a los de “arriba” que no sólo no la reconocen, sino que  la pisotean y, además, tratan  de ocultar sus desmanes. Pero también porque lo sabe hacer con un estilo  primoroso que suena a música terrenal”. Con este párrafo concluía el que esto escribe una recensión en el suplemento cultural de LNE sobre uno de los últimos libros del escritor uruguayo Eduardo Galeano, reciente fallecido, Espejos, una historia casi universal (2008). “Idiota latinoamericano”, porque de eso le motejaban Montaner, Apuleyo y Vargas Llosas ( Álvaro) en su venenoso  Manual del perfecto idiota latinoamericano. Según ellos, Las venas abiertas de América Latina, el exitoso ensayo que en 1973 publicó Galeano era una las obras “modélicas” que definían a aquellos escritores e intelectuales latinoamericanos que comprometidos con “los de abajo” de  aquel continente denunciaban sin fundamento en sus escritos las causas de la miseria y la desigualdad que padecían la mayor parte de sus poblaciones estrechamente relacionadas con la situación de dependencia y colonización económica que padecían sus países.
   Lo cierto es que una vez más la Historia pone a cada uno en su sitio. Los autores de aquel infamante Manual no son sino hoy unos perfectos desconocidos, mientras que, como demuestra todo lo que se viene escribiendo tras su muerte, Galeano se nos ido dejando una obra reconocida por público y crítica y con la impronta de ser, además de un excelente escritor, un intelectual comprometido con “los de abajo” y con su tiempo y sobre todo con el reconocimiento de ser un autor e intelectual honesto, que luchó contra la dictadura uruguaya y sufrió el exilio por ello y fue hasta el final un escritor insobornable que denunció y satirizó  los vicios, la rapiña y la soberbia de “los de arriba”, dejándonos no sólo  un fidedigno retrato de las miserias de aquel continente, sino de la miseria moral a la que conduce al hombre los valores de un sistema económico que le apartan de su verdadera dimensión humana.   

    Si las Venas abiertas de América Latinta fue un ensayo primorosamente escrito, pero, al fin y al cabo, un ensayo canónico cuyo contenido, como es obvio, ha quedado obsoleto, pero que en su momento fue para muchos de nosotros una llamada de atención hacia la injusta realidad latinoamericana, el escritor uruguayo derivó en sus libros posteriores, como los grandes escritores, hacia un género propio que, congruentemente con su contenido, expresa muy bien las excelencias del mestizaje de géneros por ser una sabia y  armoniosa combinación de  ensayo,   poesía  y crónica. Género mestizo al servicio del cual ha construido a cincel un lenguaje depurado, preciso, sin las alharacas y los fuegos artificiales a que nos tienen acostumbrados muchos de los escritores latinoamericanos, pero que no excluye, como es habitual en ellos, la metáfora fulgurante, la paradoja significativa y, sobre todo, la ironía y el humor como elementos fundamentales para revelarnos esas realidades  ocultas  que el lenguaje políticamente correcto o la historia oficial buscan ocultarnos En fin, Galeano nos ha demostrado con su obra que compromiso y buena literatura no tienen por qué  ser  excluyentes y esta es, entre otras muchas, una de las principales razones de su éxito literario. 
 ( Publicado en La Nueva España, de Oviedo con motivo de su fallecimiento)

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