LA SEGUNDA GUERRA TOTAL
JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
Las nuevas
aportaciones de la reciente historiografía sobre la Segunda Guerra Mundial
La avalancha de títulos sobre la Segunda
Guerra Mundial llena los anaqueles de
las librerías y los expositores de los kioskos y nos habla del interés renovado
que este acontecimiento histórico está
despertando en estos últimos años entre
historiadores y público lector. Quizás
la tesis que el historiador británico Toni Judt
mantiene, en su espléndida obra sobre la historia europea actual, titulada
significativamente Postguerra, para explicar el interés y la necesidad de revisar la historia de Europa
actual, podría hacerse extensible al porqué de
esa fascinación que la conflagración
mundial ejerce hoy sobre tanta gente
como objeto de conocimiento y atención
El final
del mundo político y territorial surgido de aquella contienda con la caída del
bloque soviético y la aparición de un nuevo orden mundial más allá del mundo de
los dos bloques enfrentados en la “ guerra fría”, están en el origen, según la explicación de Judt, de la
renovada atención por parte de los
historiadores de hoy para tratar de comprender la historia posbélica
europea al margen de las explicaciones .legitimadoras que uno y otro bloques nos dieron de aquellos
dos momentos de la historia de Europa. Y ésta podría ser también la explicación
de esa nueva atracción que despierta hoy
su antecedente conflicto bélico.
GUERRA
TOTAL
El
siglo XX nos trajo la novedad de la guerra total y la Segunda Guerra Mundial
fue, mucho más que la Primera, la versión más desarrollada de esa nueva fórmula
de guerra masiva. La intervención en el conflicto de toda la población con la
movilización de elevados porcentajes de hombres, la
utilización intensiva de armamento enormemente mortífero que obliga a la
creación de una economía volcada hacia la guerra en los países beligerantes, y
la gran destrucción tanto en bienes materiales como en víctimas humanas,
entre las cuales la población civil constituye un expreso objeto de
aniquilación, son las principales características de ese nuevo tipo de guerra
total que comenzó con la Gran Guerra del 14 y alcanzó su máximo desarrollo con
la Segunda Guerra Mundial.
Por todo ello, este conflicto mundial
constituye no sólo el acontecimiento más notorio del siglo XX, sino que ha sido
sin duda, uno de los más importantes de
la historia mundial. Su costo en vidas
humanas (entre 40 y 60 millones de
muertos, según .las diferentes estimaciones, alrededor de la mitad civiles),
multiplicó por tres o cinco las víctimas
de la Primera, las destrucciones materiales fueron incalculables y su extensión
geográfica fue ostensiblemente mayor que
aquélla y tuvo una dimensión
literalmente planetaria (afectó a 55
países y sus consecuencias las padecieron tres cuartas partes de la Humanidad).
Además de originar el mayor genocidio de la historia de la humanidad, el
Holocausto, e iniciar la era nuclear al
utilizar por primera y única vez contra la población civil el arma nuclear. No
es extraño, pues, que esta contienda y sus episodios más tenebrosos haya
causado un profundo impacto sobre la
conciencia de los hombres que la vivieron y lo siga produciendo sobre las generaciones posteriores.
NUEVAS APORTACIONES
Liberada ahora su interpretación del corsé ideológico impuesto
por el período de la “guerra fría”, la visión que se nos había dado en el ámbito occidental de esta guerra
total, construida desde la óptica y los
intereses anglosajones y difundida masivamente por la industria cultural norteamericana, ha
experimentado una profunda revisión por parte de los historiadores en numerosos
aspectos. No sólo se han incorporado algunos temas cuyo tratamiento era considerado
tabú anteriormente, sino que se ha profundizado, además, en otros ya conocidos,
aportando nuevos datos e visiones sobre aspectos parciales. Todo lo cual ha dada
lugar a su vez a la aparición de nuevas valoraciones e interpretaciones de conjunto de la contienda.
En lo
fundamental la visión clásica sobre las causas del conflicto no ha
experimentado ninguna aportación de importancia. La Segunda Guerra Mundial fue
hija de la Primera. Sus causas profundas están en una paz “dictada” a los
vencidos de la Gran Guerra sin ninguna clase de consideración, y en el
establecimiento, tras la guerra, de un orden
internacional básicamente inestable, circunstancias agravadas por las negativas consecuencias
sociales y económicas que tuvo para Europa la recesión del capitalismo mundial
a partir de 1929 que crearon el caldo de cultivo idóneo para el ascenso del
nazismo y el fascismo. Pero las causas inmediatas estuvieron, sin duda, en las
políticas agresivas que practicaron en los años 30 las potencias del Eje bajo el
liderazgo alemán, que fueron las verdaderas responsables del desencadenamiento
del conflicto.
En cambio, sí ha habido avances en el
conocimiento de otros numerosos aspectos
de la .guerra a partir de la década de los 90. El empuje bélico de la Unión Soviética se
considera cada vez más como uno de los
factores decisivos de la victoria antifascista. Pero ésta fue, en definitiva,
se entiende ahora, el resultado de una suma de factores, entre los que los que
se destacan la elevada capacidad productiva de la economía de guerra de los
Estados Unidos e Inglaterra y el alto nivel de moral que en el bando vencedor mantuvo la población
civil y el ejército.
La nueva
historia militar ha puesto el acento en la caracterización de la guerra germano soviética como una “guerra
de exterminio” desencadenada por Hitler, no por razones preventivas, como decía
uno de los paradigmas interpretativos clásicos, sino por motivaciones
profundamente ideológicas. Los historiadores han reconstruido de manera
detallada en los últimos años el proceso que condujo al Holocausto, su
significado último, el respaldo tácito y la intervención que en ese negro capítulo tuvieiron el pueblo
alemán y el ejército regular como demostró el libro del historiador norteamericano Goldhagem,
Los verdugos de Hitler (1996), que levantó una gran polémica en
torno a este tema.
Además se han estudiado otros aspectos
bélicos que permanecían en la oscuridad. Como la finalidad que tuvieron los
bombardeos aliados contra las ciudades alemanas que se consideran ahora como la
muestra de la práctica también por los aliados de estrategia de la “guerra
total”, utilizando como objetivo militar la población civil. O, en el plano de
las secuelas de la guerra, el de los masivos desplazamientos de poblaciones que
se produjeron en la inmediata posguerra, alguno de los cuales Judt considera,
incluso, como verdaderas “limpiezas étnicas”, y las limitaciones del proceso de
desnaficación que fue abortado, además, cuando se inició la “guerra fría”.
HIROSIMA Y
NAGASAKI
J.A. V. I
El 6 de agosto de 1945,
el“Enola Gay” arrojaba sobre Hiroshima
la primera bomba atómica de uranio. A pesar de la pavorosa experiencia que
causó la destrucción total de la ciudad japonesa y de las 114.000 personas
muertas, tres días después los norteamericanos lanzaban otra bomba atómica,
ahora de plutonio, sobre Nagasaki, causando la muerte inmediata de 22.000
personas, a las que hay sumar otros 80.000 fallecidos posteriormente. ¿Fueron
necesarios esos bombardeos?. Los japoneses ya estaban prácticamente vencidos y
la justificación de Truman para realizarlos fue el ahorro de vidas de los
soldados americanos. Pero es bastante probable que en su decisión influyese, sobre todo, la necesidad de
detener el avance soviético hacia Extremo Oriente y dejar claro el poder
estadounidense cara a su proyecto hegemónico en el mundo por venir.
GUÍA DE LECTURA
J. A. V. I
Selección de diez libros recientes sobre la Segunda Guerra mundial
Visiones generales:
1. Por qué los aliados ganaron la guerra, de Richard Overy.Tusquet,
2005
2 La Segunda Guerra Mundial,
de Ricardo Artola Alianza Editorial, 2005
Aspectos parciales:
3. Imperios de muerte. La guerra
germano soviética. 1941-1945, de Xosé Núñez
Seixas Alianza Editorial, 2007
4. Berlin. La caída, de
Anthony Beevor. Crítica, 2003
5. La muerte caía del cielo. De Rolf- Dieter Muller. Destino,
2008.
6. Diario de Hirosima, de Michihiko
Hachiya. Turner, 2005
. Holocausto:
7. Auschwitz, los nazis
y la solución final, de Laurence Rees. Crítica, 2005
8. La controversia Goldhagem. Los alemanes corrientes y el
Holocausto. Alfons
el Magnànim,1997.
9. Trilogia de Auschwitz, de Primo Levi. Muchnik, El Aleph,
Editores, 2005
Secuelas:
10. Postguerra. Una historia de
Europa desde 1945, de Tony Judt. Taurus, 2006.
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