jueves, 19 de noviembre de 2015

LA SEGUNDA GUERRA TOTAL




 

                                         LA SEGUNDA GUERRA TOTAL

                                                           JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

 


Las nuevas aportaciones de la reciente historiografía sobre la  Segunda Guerra Mundial

La avalancha de títulos sobre la Segunda Guerra Mundial  llena los anaqueles de las librerías y los expositores de los kioskos y nos habla del interés renovado  que este acontecimiento histórico está despertando en estos últimos años  entre historiadores y público lector.  Quizás la tesis  que el historiador británico  Toni Judt  mantiene, en su espléndida obra sobre la historia europea actual, titulada significativamente Postguerra, para explicar el interés  y la necesidad de revisar la historia de Europa actual, podría hacerse extensible al  porqué  de esa  fascinación que la conflagración mundial ejerce hoy  sobre tanta gente como objeto de conocimiento y atención

 El final del mundo político y territorial surgido de aquella contienda con la caída del bloque soviético y la aparición de un nuevo orden mundial más allá del mundo de los dos bloques enfrentados en la “ guerra fría”, están en el  origen, según la explicación de Judt, de la renovada atención   por parte de los historiadores de hoy para   tratar de comprender la historia posbélica europea al margen de las explicaciones .legitimadoras  que uno y otro bloques nos dieron de aquellos dos momentos de la historia de Europa. Y ésta podría ser también la explicación de esa nueva atracción  que despierta hoy su antecedente conflicto bélico.

   GUERRA TOTAL

 El siglo XX nos trajo la novedad de la guerra total y la Segunda Guerra Mundial fue, mucho más que la Primera, la versión más desarrollada de esa nueva fórmula de guerra masiva. La intervención en el conflicto de toda la población con la movilización   de elevados porcentajes de hombres, la utilización intensiva de armamento enormemente mortífero que obliga a la creación de una economía volcada hacia la guerra en los países beligerantes, y la gran destrucción  tanto en  bienes materiales como en víctimas humanas, entre las cuales la población civil constituye un expreso objeto de aniquilación, son las principales características de ese nuevo tipo de guerra total que comenzó con la Gran Guerra del 14 y alcanzó su máximo desarrollo con la Segunda Guerra Mundial.

Por todo ello, este conflicto mundial constituye no sólo el acontecimiento más notorio del siglo XX, sino que ha sido  sin duda, uno de los más importantes de la historia mundial. Su  costo en vidas humanas  (entre 40 y 60 millones de muertos, según .las diferentes estimaciones, alrededor de la mitad civiles), multiplicó por tres o cinco  las víctimas de la Primera, las destrucciones materiales fueron incalculables y su extensión geográfica fue ostensiblemente mayor que  aquélla  y tuvo una dimensión literalmente  planetaria (afectó a 55 países y sus consecuencias las padecieron tres cuartas partes de la Humanidad). Además de originar el mayor genocidio de la historia de la humanidad, el Holocausto,  e iniciar la era nuclear al utilizar por  primera y única vez  contra la población civil el arma nuclear. No es extraño, pues, que esta contienda y sus episodios más tenebrosos haya causado  un profundo impacto sobre la conciencia de los hombres que la vivieron y lo siga produciendo sobre  las generaciones posteriores.

NUEVAS APORTACIONES

Liberada ahora  su interpretación del corsé ideológico impuesto por el período de la “guerra fría”, la visión que se nos había  dado en el ámbito occidental de esta guerra total, construida  desde la óptica y los intereses anglosajones y difundida masivamente por la  industria cultural norteamericana, ha experimentado una profunda revisión por parte de los historiadores en numerosos aspectos. No sólo se han incorporado  algunos temas cuyo tratamiento era considerado tabú anteriormente, sino que se ha profundizado, además, en otros ya conocidos, aportando nuevos datos e visiones sobre aspectos parciales. Todo lo cual ha dada lugar  a su vez a la aparición de  nuevas valoraciones e interpretaciones  de conjunto de la contienda.    

 En lo fundamental la visión clásica sobre las causas del conflicto no ha experimentado ninguna aportación de importancia. La Segunda Guerra Mundial fue hija de la Primera. Sus causas profundas están en una paz “dictada” a los vencidos de la Gran Guerra sin ninguna clase de consideración, y en el establecimiento, tras la guerra, de un orden  internacional básicamente inestable, circunstancias  agravadas por las negativas consecuencias sociales y económicas que tuvo para Europa la recesión del capitalismo mundial a partir de 1929 que crearon el caldo de cultivo idóneo para el ascenso del nazismo y el fascismo. Pero las causas inmediatas estuvieron, sin duda, en las políticas agresivas que practicaron en los años 30 las potencias del Eje bajo el liderazgo alemán, que fueron las verdaderas responsables del desencadenamiento del conflicto.

            En cambio, sí ha habido avances en el conocimiento de otros  numerosos aspectos de la .guerra a partir de la década de los 90. El  empuje bélico de la Unión Soviética se considera cada vez más  como uno de los factores decisivos de la victoria antifascista. Pero ésta fue, en definitiva, se entiende ahora, el resultado de una suma de factores, entre los que los que se destacan la elevada capacidad productiva de la economía de guerra de los Estados Unidos e Inglaterra y el alto nivel de moral que  en el bando vencedor mantuvo la población civil y el ejército.

            La nueva historia militar ha puesto el acento en la caracterización de  la guerra germano soviética como una “guerra de exterminio” desencadenada por Hitler, no por razones preventivas, como decía uno de los paradigmas interpretativos clásicos, sino por motivaciones profundamente ideológicas. Los historiadores han reconstruido de manera detallada en los últimos años el proceso que condujo al Holocausto, su significado último, el respaldo tácito y la intervención  que en ese negro capítulo tuvieiron el pueblo alemán y el ejército regular como demostró el  libro del historiador norteamericano Goldhagem, Los verdugos de Hitler (1996), que levantó una gran polémica en torno a este tema.

Además se han estudiado otros aspectos bélicos que permanecían en la oscuridad. Como la finalidad que tuvieron los bombardeos aliados contra las ciudades alemanas que se consideran ahora como la muestra de la práctica también por los aliados de estrategia de la “guerra total”, utilizando como objetivo militar la población civil. O, en el plano de las secuelas de la guerra, el de los masivos desplazamientos de poblaciones que se produjeron en la inmediata posguerra, alguno de los cuales Judt considera, incluso, como verdaderas “limpiezas étnicas”, y las limitaciones del proceso de desnaficación que fue abortado, además, cuando se inició la “guerra fría”.    

 


                                              HIROSIMA Y NAGASAKI

                                                                       J.A. V. I

El 6 de agosto de 1945, el“Enola Gay” arrojaba  sobre Hiroshima la primera bomba atómica de uranio. A pesar de la pavorosa experiencia que causó la destrucción total de la ciudad japonesa y de las 114.000 personas muertas, tres días después los norteamericanos lanzaban otra bomba atómica, ahora de plutonio, sobre Nagasaki, causando la muerte inmediata de 22.000 personas, a las que hay sumar otros 80.000 fallecidos posteriormente. ¿Fueron necesarios esos bombardeos?. Los japoneses ya estaban prácticamente vencidos y la justificación de Truman para realizarlos fue el ahorro de vidas de los soldados americanos. Pero es bastante probable que en su decisión  influyese, sobre todo, la necesidad de detener el avance soviético hacia Extremo Oriente y dejar claro el poder estadounidense cara a su proyecto  hegemónico en el mundo por venir.    

      

 

                                        GUÍA DE LECTURA

                                                         J. A. V. I            

          Selección de diez libros recientes  sobre la Segunda Guerra mundial

               Visiones generales:

     1.  Por qué  los aliados ganaron   la guerra, de Richard Overy.Tusquet, 2005

    2  La Segunda Guerra Mundial, de Ricardo Artola Alianza Editorial, 2005

             Aspectos parciales:   

    3. Imperios de muerte. La guerra germano soviética. 1941-1945, de Xosé  Núñez

        Seixas  Alianza Editorial, 2007

      4. Berlin. La  caída, de Anthony Beevor. Crítica, 2003

      5. La muerte caía del cielo. De Rolf- Dieter Muller. Destino, 2008.

       6. Diario de Hirosima, de Michihiko Hachiya. Turner, 2005

.             Holocausto:

      7. Auschwitz, los nazis y la solución final, de Laurence Rees. Crítica, 2005

      8. La controversia Goldhagem. Los alemanes corrientes y el Holocausto. Alfons

       el Magnànim,1997.

       9. Trilogia de Auschwitz, de Primo Levi. Muchnik, El Aleph, Editores, 2005

               Secuelas:

      10. Postguerra. Una historia de Europa desde 1945, de Tony Judt. Taurus, 2006.

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 (PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO CULTURAL DE  LA NUEVA ESPAÑA, DE OVIEDO)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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