viernes, 27 de noviembre de 2015

La prensa obrera bajo el franquismo en España y Asturias


LA PRENSA CLANDESTINA BAJO EL FRANQUISMO EN ESPAÑA Y EN ASTURIAS

                                                                          Julio Antonio Vaquero Iglesias

 


            Junto con la voz de la radio y del boca a boca popular, la prensa clandestina fue la palabra  que rasgó el espeso  silencio de aquella “larga noche de piedra” que fue  la dictadura franquista. Pero los periódicos clandestinos fueron, además, un instrumento primordial de la acción de la oposición y resistencia  antifranquistas. Pues no sólo ejercieron- como apuntan Gabriel Santullano y Carlos Gordón en los sendos libros que vamos a comentar- la función de aportar, frente a la “verdad” oficial del régimen, una información alternativa cuya libre difusión la censura impedía, sino también porque cumplieron las vitales tareas de ser instrumento para la formación política  y la organización de la oposición. Además de funcionar como un importante factor de proselitismo y  orientar la acción opositora

Pero, también, más allá de tales funciones  prácticas, pero no por ello menos importantes, la prensa clandestina antifranquista cumplió con la función moral que implica toda resistencia a la opresión. Y sirvió también como depósito de la memoria de aquellas tradiciones y luchas  políticas del pasado reciente que la dictadura pretendía silenciar para que no “contaminasen” a  las nuevas generaciones de españoles.

Por todo ello, es preciso reconocer que la prensa clandestina constituye un aspecto de gran importancia para la  historiografía que trata de reconstruir  la resistencia al franquismo. Y  no sólo por su carácter instrumental, esto es, como fuente inexcusable para reconstruirla, sino como un capítulo independiente que exige un tratamiento propio y específico dentro de la  historia del antifranquismo. Desde  este enfoque específico  están escritos estos dos libros que vamos a analizar.

Amordazada y perseguida (Fundación 1º de Mayo, 2005), libro coordinado por José Babiano, es el catálogo de la prensa clandestina y del exilio de la Hemeroteca de la Fundación 1º de Mayo, de CC OO, y comprende no sólo la prensa sindical de este sindicato, sino también la de otras organizaciones sindicales. Y, además, este catálogo  contiene ejemplares  de la prensa de grupos de trabajadores  y de representación obrera en la empresa; de organizaciones y partidos políticos; de la  prensa de organizaciones y movimientos sociales; y de la prensa del exilio y de la emigración política.

Además de la agrupación en fichas específicas de cada una de las  publicaciones, el catálogo contiene otras clases de clasificaciones de gran utilidad para su manejo como por el tipo de prensa, por organismos y lugar de edición y por las  siglas de periódicos catalogados. Está prologado por Julián Ariza y presentado  por el  historiador Julio Aróstegui con unas interesantes reflexiones  sobre las características especificas que presenta esta fuente. Y finalmente incluye un estudio de Carlos Gordón sobre Prensa clandestina y movimiento obrero en el Franquismo. En este trabajo se analizan las principales características de la prensa clandestina y del exilio en la España de la dictadura como su definición, periodización y el proceso de producción. El análisis de las funciones de esta prensa clandestina y algunos aspectos de su represión por el aparato franquista, como la legislación, las prácticas y los discursos, completan su contenido. Es, en realidad, un estudio introductorio, denso y serio, pero que no pasa de ser una aproximación enfocada prioritariamente al análisis de la prensa comunista y de Comisiones Obreras y que contiene abundantes referencias  a la prensa clandestina asturiana de esas organizaciones.

El otro libro al que hemos hecho referencia es el del historiador asturiano Gabriel Santullano, el cual es autor de numerosos trabajos sobre la historia de la prensa asturiana y quizá sea en este momento el mejor conocedor de la historia de los periódicos obreros que se editaron en nuestra región. Se titula La prensa clandestina en Asturias (2006) y está editado por la Fundación Juan Muñiz Zapico en colaboración con la editorial KRK, el patrocinio de CajAstur y la colaboración de varios Ayuntamientos asturianos. A pesar de su título amplio, la obra de Santullano está dedicada prioritariamente   al estudio de la prensa clandestina bajo el franquismo.

 A la prensa clandestina anterior a esta etapa, dedica un único capítulo titulado Antecedentes que ya indica indirectamente el  contenido  principal que constituye el objeto de su libro. Pero es preciso reconocer también que Santullano rebasa los  límites del objeto de su trabajo- la prensa clandestina antifranquista en Asturias- porque dedica la primera parte del libro a contextualizar ésta, no sólo en el marco de la represión franquista en Asturias, sino también en el  de la propia prensa  franquista regional. Y en ambos casos nos presenta un cuadro con una información tan detallada y contrastada que nos dicen más de estos dos temas que algunos libros y trabajos dedicados expresamente  a tratarlos. Así como realiza juicios y valoraciones  sobre aquellos hechos que, sin duda, compartirán- compartimos- muchos lectores que ven- vemos- hoy cómo, tras la amnesia de la transición, el revisionismo rampante  dulcifica y maquilla lo que no fue sino un tiempo de represión y  falta de libertad. Del mismo modo, Santullano saca a la luz y valora, sin contemplaciones,  trayectorias profesionales y políticas  que en razón de su actuación pública y de colaboración con la dictadura no deben de dejar de ser juzgadas hoy, sobre todo, por aquellos que, como el autor, las padecieron.

Más allá de ese aprovechable contexto, el historiador y profesor asturiano desarrolla el núcleo de su libro analizando los aspectos materiales y técnicos de los periódicos clandestinos asturianos como la  fisonomía ( formato, páginas, composición), lo que él denomina los elementos gráficos (cabeceras, encabezados, tintas) y aquellos otros más importantes cara a su función  histórica como son los  que se refieren a la producción, la difusión, el sistema de distribución, la tipología o el trabajo periodístico (organización de las redacciones, redactores, fuentes de información, estilo literario, contenidos, etc.). La tercera parte, sin duda, la más interesante y significativa,  la dedica al análisis pormenorizado, en el marco de las diferentes etapas del franquismo, del origen ideológico y de los contenidos de esos periódicos clandestinos asturianos. Finalmente, el libro contiene unos excelentes anexos que facilitan enormemente la revisión de  la información esencial de su contenido.

      La producción  de prensa clandestina en Asturias fue realmente importante. Lo cual es reflejo de la importante actividad que la oposición antifranquista tuvo en nuestra región. En conjunto, en los 39 años de duración del franquismo, en Asturias se publicaron 98 periódicos clandestinos. Como es lógico,  dado el protagonismo de los comunistas en la lucha contra la dictadura tanto en España como  en Asturias  y las numerosas escisiones y ramas que surgieron del movimiento comunista – maoístas, trotskistas, prosoviéticos-, todas las cuales tuvieron representación política en Asturias, es a esa ideología  a la que correspondió el mayor número de periódicos clandestinos en nuestra región: cuarenta y nueve títulos. Sólo el  PCE publicó a lo largo de la dictadura veintiocho y, aunque algunos fueron de escasa duración, otros no, como fue el caso de Verdad, el órgano del Comité Provincial de los comunistas asturianos que se publicó durante diez años (1966-1976) y sacó a la luz alrededor de setenta  números y en Asturias se imprimió durante varios de los años de hierro del franquismo, el órgano central del PCE, Mundo Obrero. Por su parte, veintitrés periódicos, publicó en nuestra región Comisiones Obreras.

Los socialistas, con menor fuerza que los comunistas y proclives a que la propaganda se recibiera del exterior, consiguieron que El socialista y UGT  tuvieran cierta difusión en la región, pero, dentro de Asturias sólo editaron cuatro títulos. Entre ellos, destacan el histórico Avance y, en la última etapa del franquismo, Adelante.

 Los monárquicos juanistas y tradicionalistas, descontentos con la deriva poco favorable que tomaba la dictadura para la monarquía, también editaron en Asturias prensa clandestina a finales de los cuarenta y   en los cincuenta, en que sacaron a la luz cinco periódicos. Algunos de ellos impresos, incluso, en tipografía, dada la ambigüedad de la represión hacia ellos de la dictadura. Al contrario que la otra prensa clandestina que tuvo que imprimir por esos años sus textos o bien manuscritos  o en multicopistas rudimentarias como la famosa vietnamita o posteriormente en multicopistas más avanzadas hasta poder hacerlo al final del franquismo ya en offset, como nos cuenta con todo lujo de detalles Santulllano. Los falangistas descontentos también publicaron un Boletín Informativo.

Las huelgas de 1962 y el surgimiento del nuevo movimiento obrero con las comisiones obreras y la participación de las organizaciones obreras cristianas dieron paso a una recuperación de la prensa clandestina con un nuevo despertar de la prensa comunista (El Proletario, el ya citado Verdad y la revista Clarín que impulsada por el PCE pretendía ser el órgano de la oposición democrática al franquismo) en el marco de un nuevo escenario de oposición comunista  que buscaba la convergencia táctica del movimiento obrero con la fracción liberal y evolucionista de la burguesía. Un personaje decisivo de esta renovación de la prensa comunista fue, sin duda, el profesor José Torre Arca que fue el alma de Verdad. El propio Santullano fue uno de los miembros de su redacción. Tras Torre Arca,  el responsable fue José María  García Martinez. Aquél, Torre, también participó  en la revista Clarín en su primera etapa y en la segunda tuvieron un participación muy activa, entre otros, José María Laso, David Ruiz y Carmen Bascarán.

El autor  reconoce la importante aportación de Torre Arca a la edición de la prensa comunista de esta etapa. Pero emite también un duro juicio sobre él: “Este excomunista- anota en su libro- cuyos méritos son indudables, escribe el texto citado (unas puntualizaciones de Torre a otro escrito de Santullano sobe la prensa comunista)  en un momento de desengaño, lo que imprime a sus recuerdos una visión sesgada, con la que trata de ensalzar sus méritos y los de sus familiares y amigos, pero olvidándose de que todos ellos , por muchos méritos que tuvieran, no fueron los únicos comunistas  de Asturias” ( página 297)

En los años sesenta, esa prensa comunista, de gran calidad e importancia, estuvo flanqueada por otro nuevo frente periodístico como fue la prensa sindical de CC OO y de los socialistas y de USO. Los socialistas editaron entonces el  que fue el órgano regional de la UGT Adelante  que también lo era del partido. Y USO publicó el bimestral Estrategia Obrera que mantuvo una sonada polémica con Verdad  sobre la reconversión industrial de Asturias. En conjunto, fueron once periódicos clandestinos los que se publicaron entre  1962 y 1967.

Desde 1968 a 1975, años de represión seguidos de otros de  de intensa agitación ante la inminente muerte del dictador, la prensa clandestina  experimentó en Asturias una etapa de eclosión. Fueron veintidós cabeceras clandestinas las que vieron la luz en la región. Dentro de la prensa del partido comunista surgieron numerosos periódicos sectoriales y de movimientos sociales afines e incluso apareció un periódico más bien de trabajadoras que feminista que fue Mundo Femenino. La prensa sindical tuvo un gran despliegue, sobre todo, la de CC OO a través de numerosas publicaciones locales. Pero también  entre la de  los ugetistas. Del mismo modo todos los partidos radicales escindidos del movimiento comunista (maoístas, trotskistas, prosoviéticos)o del FLP ( maoístas  como el Movimiento Comunista, trotskistas como el LCR o la Liga Comunista y otros) tuvieron su correspondiente portavoz regional e, incluso, algunos de ellos portavoces locales.

En resumen, La prensa clandestina en Asturias es un libro que presenta las características habituales de las obras de Gabriel Santullano. Ofrece una excelente, por abundante y diversificada, información documental y bibliográfica; es un libro que pretende romper con la monocorde y a veces indigesta prosa académica y tiene un clara vocación de estilo literario. Lo  que no sólo no le resta claridad y precisión, como suele ocurrir a veces, sino que hace su lectura fácil y agradable. Pero, además de esos  valores que hacen de él  un buen y aprovechable libro de historia, es también  un  libro valiente, en el que su autor vierte juicios y valoraciones  sobre comportamientos y trayectorias políticas que expresan sin ningún tapujo ni paños templados lo que el autor piensa sobre los personajes- muchos de ellos hoy todavía vivos- que desfilan por sus páginas, pero también sobre los autores de la bibliografía que utiliza o desecha. Leanlo. Estoy seguro que no les defraudará. 
(PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO CULTURA DE "LA NUEVA ESPÑA" DE OVIEDO  

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