viernes, 19 de junio de 2015

jOVELLANOS, ECONOMISTA


JOVELLANOS, ECONOMISTA

                                                           JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

           
Acaba de publicarse un nuevo tomo de esa magna e importante  edición de la Obras Completas de Gaspar Melchor de Jovellanos que está llevando a cabo  el Instituto  Feijóo de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Oviedo en colaboración con el Ayuntamiento de Gijón y KRK Ediciones como  continuación de la edición de los escritos del ilustrado gijonés  comenzada ya hace muchos años por el fallecido profesor Caso. Es el tomo X dedicado a recoger los escritos económicos del autor del Informe de Ley agraria (Obras Completas. X Escritos económicos. Oviedo, 2008).

             Los editores y autores del Estudio preliminar son dos reconocidos especialistas en el pensamiento y la obra económica del polígrafo asturiano como son los profesores Vicente Llombart y Joaquín Ocampo, con la colaboración filológica de Noelia García Díaz. El primero, catedrático de Historia del Pensamiento Económico de la Universidad de Valencia,  responsable  de la hasta ahora penúltima y aún reciente  edición  publicada  de los escritos económicos  del ilustrado gijonés,  Jovellanos: escritos económicos (2000). Ocampo es profesor de Historia Económica de nuestra Universidad, autor de algunos importantes trabajos sobre la historia económica de la Asturias preindustrial y editor también de algunos textos económicos inéditos de Jovellanos.

Esta obra recoge la edición crítica de 140 escritos económicos de Jovellanos, algunos de ellos inéditos. Estamos, sin duda, ante la edición de los textos económicos del ilustrado  gijonés  más completa  con que contamos hasta la fecha. No sólo por la calidad y por el gran desarrollo del aparato crítico, sino también porque el número de los escritos seleccionados supone  un aumento sustancial en relación con las ediciones que se habían realizado anteriormente: el inventario de Miguel Artola en las Obras de G. M. de Jovellanos, tomo V (BAE) lo componían 100 textos y la selección del profesor Prados Arrarte era de 30.  Si bien es cierto que alrededor de una veintena de estos 140 escritos que se registran  no aparecen editados por estar sin localizar. 

El criterio seguido por los editores para su catalogación ha sido el de su procedencia institucional. Elección  que  parece, sin duda, la más pertinente. No sólo por las dificultades que supone la clasificación temática de tales textos, dada multiplicidad de temas tratados debida al  carácter enciclopédico del saber ilustrado y la condición todavía no institucionalizada de la economía en la época, ni científica ni profesionalmente. Sino también, porque  esa clase de clasificación  respeta, en gran medida, la unidad de  origen de los escritos  y su  contexto cronológico al proceder de las diversas instituciones y actividades profesionales que Jovellanos ejerció como magistrado, esto es, alto funcionario de la monarquía ilustrada.

La edición clasifica los escritos en cinco conjuntos: Asturias,  Sevilla, Sociedad Económica Matritense, Junta de Comercio y Moneda, y Censuras, consultas y otros escritos doctrinales. La mayoría de los escritos más destacados  y significativos se encuentran, sin duda, entre los que se refieren a Asturias y los procedentes de su actividad en la Sociedad Económica Matritense.  Son éstos los escritos de mayor profundidad no sólo porque proceden de su etapa de mayor madurez intelectual, esto es, la  correspondiente grosso modo con el reinado de Carlos IV (como “economista de la Ilustración tardía”, le ha calificado uno de los editores y, sin duda, el mejor conocedor de su pensamiento y obra económica, Vicente Llombart). Pero también son los de mayor calado por sus propuestas, porque proceden en su mayoría de los informes que la Matritense proporciona al Consejo de Castilla para llevar a cabo su labor de gobierno reformadora.  

.  El conjunto de escritos referido a Asturias es el más numeroso y comprende los relativos a la Sociedad Económica de Amigos del País, la carretera de Castilla, las obras públicas gijonesas y el consulado, las cartas a Ponz sobre la agricultura y la industria y los contratos de maderas para el arsenal del Ferrol.

 El interés y el valor de estos escritos asturianos no debe verse sólo desde la concreta  perspectiva asturiana, como una buena muestra de su profundo conocimiento de la realidad económica regional y de su propuesta de  un auténtico modelo  articulado  de crecimiento para Asturias que tenía como objetivo convertirla de la  Siberia del Norte en una moderna Saxonia española. Sino que esos escritos asturianos son también  expresión evidente de sus planteamientos sobre la necesidad de la modernización económica de España en su conjunto, desde los supuestos teóricos del nuevo liberalismo económico, superador de los planteamientos mercantilistas y en concordancia con las transformaciones que el capitalismo y la industrialización emergentes estaban introduciendo en Europa 

Entre los textos procedentes de la Sociedad Matritense, están, sin duda, algunas de las piezas más importantes de sus escritos económicos, como son  El Elogio de Carlos III  y el  Informe de Ley Agraria. En el primero, Jovellanos, al realizar, a la muerte del monarca, el balance de la obra reformadora del reinado de Carlos III, traza una detallada y significativa  valoración de la decisiva  importancia que en ella tuvieron la economía civil y los economistas   El Informe sobre la Ley Agraria es, con mucho,  el escrito económico más importante de Jovellanos, No sólo  por el alcance de su contenido, sino también  porque en él el ilustrado gijonés  explicita, como justificación de sus  propuestas reformadoras para la Ley Agraria, sus planteamientos doctrinales y teóricos económicos.

Como hacen los editores, la lectura de  estos textos nos permiten valorar a Jovellanos como un “economista” que se mueve dentro de los planteamientos teóricos  más avanzados de su época, en la línea del liberalismo económico superador del mercantilismo,  conocedor de las más recientes obras económicas que se publican en Europa y con una concepción de la economía como una ciencia que enseñaba a gobernar a los hombres y hacerlos felices.

Lástima que en su estudio preliminar los editores  no hayan tratado con mayor profundidad sobre el  pensamiento económico de Jovellanos y su concepción de la ciencia económica, dando por sabida y válida la interpretación que sobre esas cuestiones desarrolló LLombart  por extenso en su anterior libro sobre los escritos económicos del gijonés. Porque la lectura de los escritos económicos recogidos en esta   aprovechable y documentada edición y las magras referencia que los editores hacen a ello en su introducción, nos demuestran la modernidad, el elevado nivel y la singularidad del pensamiento económicos del intelectual gijonés. 

                                                          ASTURIAS
                                                                 J. A. V. I                                        
            
Carbón: Informe sobre el beneficio del carbón de piedra..., 1789; pp. 113-123).
 
“El beneficio de este fósil debe ser enteramente libre (...) Convendrá, pues, establecer en Asturias la enseñanza de la mineralogía, erigiendo una escuela teórica y práctica de esta ciencia...” (El subrayado es mío).
 
Emigración:  Carta sobre la industria de Asturias, 1795; pp. 323-324.
 
«Yo miro estas colonias de emigrantes que pasan los montes y se derraman a buscar su vida por tada la Península, como una exacta medida del sobrante de su población. Váyalos usted examinando uno a uno, y hallará que no hay entre ellos quien abandone una subsistencia segura en su país por buscar fuera de é una subsistencia arriesgada e incierta (...) Muchas veces he admirado como un error en que han caído aun las gentes más cuerdas y avisadas de este país el lastimarse de tales emigraciones como de un mal grave...»

 
                                     ENSAMIENTO ECONÓMICO
                                                                J. A. V. I.
 
 Crecimiento económico: Discursos sobre la felicidad del Principado..., 1781; p. 279
 
«Cuando digo (...) procurar la felicidad de Asturias, ya se ve que no tomo esta palabra en un sentido moral. Entiendo aquí por felicidad aquel estado de abundancia y comodidades que debe procurar todo buen gobierno a sus individuos. En este sentido, la provincia más rica será la más feliz, porque en la riqueza están cifradas todas las ventajas políticas de un estado...» (pp. 703-704 y 824).
 
 
 
Liberalismo económico: Informe de Ley Agraria , 1795. pp. 703-704 y 824.
 
«[...] Aquella continua lucha de intereses que agita a los hombres entre sí, establece naturalmente un equilibrio que jamás podrían alcanzar las leyes (...) A este sagrado interés debe el hombre su conservación y el mundo su cultura(...) El oficio de las leyes respecto a la propiedad no debe ser excitar ni dirigir, sino solamente proteger el interés (...)
Dígnese, pues, Vuestra Alteza de derogar de un golpe las bárbaras leyes que (...) estancando la propiedad privada en las eternas manos de pocos cuerpos y familias poderosas, encarecen la propiedad libre y sus productos, y alejan de ella los capitales y la industria de la nación...» (pp. 703-704 y 824).
 
 

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