jueves, 7 de octubre de 2021

 












 

 

   NI LATINOAMÉRICA NI HISPANOAMÉRICA: ÑAMÉRICA

                                      JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

 Martín Caparrós, novelista, ensayista y periodista argentino, es sin duda uno de los intelectuales vivos que mejor conoce el continente sudamericano como ha demostrado con sus análisis, a modo de realistas y sugerentes frescos, de sus grandes capitales. Y, como no podía ser de otra manera, después de sus treinta libros de ficción, ensayo y periodismo que han ganado todos los premios habidos y por haber, nos proporciona ahora en su Ñamérica  una visión diferente, personal, de gran riqueza  de interpretaciones, imágenes y sugerencias sobre la realidad sudamericana que surgió de la colonización española.

 Y para ello y, aunque no sea lo habitual, para su estudio, crea primero el concepto para proceder después a su análisis. Ni Latinoamérica, que es un término de procedencia francesa que surge en el siglo XIX, ni Hispanoamérica que conlleva la carga ideológica de un mundo creado por la conquista española cuando en realidad ya existían una realidad y una presencia humana y cultural anteriores, sino Ñamérica. Esto es:  la realidad político-social y cultural nacida de la conquista y el dominio español y que tiene como denominador común hablar español, esto es, el único idioma que utiliza una letra específica, la ñ, para identificar ese sonido.

 Es decir: ese espacio compuesto por veinte estados y cuatrocientos millones de habitantes, del que hay que excluir por diferencias de idioma, cultura e historia a Brasil, el gigante del continente. Su objeto de análisis es esa  realidad de trescientos años surgida  de su inclusión en el Imperio español y de doscientos de desarrollo tras su emancipación e independencia de aquél.

  Lo peculiar de la mirada de Caparrós es, como ocurre en muchas de sus obras, la confluencia de un enfoque múltiple ( que es casi un  género literario específico que algunos denominan como periodismo literario) en el que combina sabiamente tanto el ensayo, como la historia y el periodismo proporcionándonos una visión polifacética y compleja de la realidad que analiza utilizando para ello un estilo genuino, con valor literario, que es otro de los atractivos de su obra.

  Su análisis de la realidad ñamericana abarca hasta el momento actual, de modo que su interpretación rebasa y da explicación de su realidad presente superando y matizando la que nos dio en su momento de ella el uruguayo Eduardo Galeano en  Las venas abiertas de América Latina, obra que se convirtió en la visión canónica que  la izquierda europea tuvo de aquel continente durante varias generaciones. 

  Caparrós lleva a cabo un recorrido histórico de gran riqueza,  con interpretaciones personales y sugerentes,  de las cinco olas migratorias que han formado la Ñamérica actual. Desde la primera que dio lugar por emigración desde el continente asiático  a la mal denominada  población originaria a la que constituye su realidad actual derivada de una emigración masiva de sus  poblaciones hacia las ciudades y los países europeos, pasando por las que aportó la conquista y colonización españolas, la que  se produjo ron con la llegada masiva de esclavos negros hacia su territorio.

 La cuarta ola fue la de  la emigración económico-política de europeos hacia Ñamérica tras la segunda guerra mundial que se concentró, sobre todo, en los países del cono sur, principalmente Argentina. Países  que alcanzaron con ella cierto desarrollo económico que cristalizó en la aparición de  una creciente clase media.

 La quinta  y última ola es en la que inunda todavía  hoy la sociedad ñamericana y se caracteriza por un doble flujo emigratorio.  Una corriente  hacia el exterior, hacia los países europeos y, en el continente americano, hacia Estados Unidos. Y otra interior hacia las ciudades desde el mundo rural y campesino. Esta última es la  que está creando esa peculiar  realidad urbana hipertrofiada y dual (ciudad de ricos/ciudad de pobres) que caracteriza las ciudades ñamericanas. 

 Nuestro autor es demoledor, con razones de peso y justificaciones pertinentes, en su crítica de la conquista y dominación españolas de Ñamérica. Utiliza para ello los testimonios  de la obra del  padre Las Casas y deja  claro que aunque la explotación de aquellos territorios y sus pobladores se realizó con otra fórmula de la empleada por los británicos y franceses,  en último término su finalidad era la misma: la extracción de las riquezas de aquellas territorios a base de la explotación de la población indígena.

  El  tan cacareado mestizaje por parte de los defensores de la colonización hispana  no fue sino una forma de racismo y explotación con la que una minoría sometió a la población indígena de aquellos territorios Aunque Caparros rechaza con plena razón  la imagen de  Arcadia feliz de aquellos imperios indígenas que quieren darnos hoy algunos teóricos  y políticos de aquellos países y critica como puramente ideológica la concepción de poblaciones originarias que tratan de difundir los defensores del indigenismo.   

  Por si todo esto no fuera suficiente el escritor argentino realiza unos agudos   y documentados análisis de las características  específicas que impregnan esa realidad ñamericana como la desigualdad, la violencia, el machismo. Pero también el  significado, para él negativo, que tuvo y tiene la dominancia de su fe católica y la emergencia reciente de las creencias difundidas por las  iglesias evangélicas entre sus habitantes. Pero  no todo son para nuestro autor aspectos negativos. También  valora como positivas las aportaciones culturales  derivadas de su sincretismo cultural que supuso ese oleaje de migraciones.

Y cada una de esas interpretaciones las refrenda con la descripción  de un caso concreto a modo de un reportaje periodístico (generalmente, una gran ciudad ñamericana: México, Bogotá, Caracas, La Habana, Buenos Aires, Miami), género en el que, sin duda, Caparrós demuestra ser un gran maestro.

 Más allá de algunas afirmaciones, opiniones, valoraciones e interpretaciones discutibles, podemos decir que  esta obra es, sin duda, el retrato más fiel, completo   y mejor que se ha escrito en los últimos tiempos  de esa  realidad  que fue y es hoy Ñamérica.  Si tienen interés por el tema,  leanlo. No lo duden. No les defraudará.    

(Publicado en el suplemento cultural “Cultura” de La Nueva España, de Oviedo)

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