viernes, 15 de junio de 2018






FRANCISCO QUIRÓS LINARES, UN GEOGRÁFO HUMANISTA    
                                              JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
 El día 1 de junio falleció el catedrático de Geografía de la Universidad de Oviedo, Francisco Quirós Linares y aunque sé que no era persona amiga de honores y menciones y quizás esto explique el respetuoso silencio público de sus discípulos y amigos en su muerte, considero humildemente que es de justicia contribuir a dar a conocer a la ciudadanía asturiana la relevante  importancia que, no sólo para el desarrollo del conocimiento y la enseñanza de la geografía de Asturias y de España, sino  también para el  conocimiento de la historia y  la cultura asturiana, tuvo  su labor científica y su magisterio, amén del ejemplo de honestidad intelectual y personal que nos demostró a lo largo de su largo magisterio en la Universidad ovetense, a la que llegó como catedrático  en 1970  procedente  de la Universidad de La Laguna.
Nacido en Zamora, Quirós estudió en la Universidad Complutense y fue, y este es un dato de suma relevancia en su biografía tanto en el aspecto propiamente científico-académico como en el personal, discípulo del catedrático de aquella universidad, Manuel Terán, intelectual vinculado a la Institución Libre de Enseñanza, personaje  de una gran estatura científica y moral,  creador de una brillante escuela de geógrafos que partía del principio que el objeto de la disciplina era explicar el espacio geográfico desde la evolución histórica y que para ello se debía acudir no sólo a la historia sino a los conocimientos de todas las ciencias humanas.
 Quirós fue un verdadero maestro en ese aspecto. En parte porque poseía no sólo una profunda cultura histórica, sino  también un dominio solvente  de los saberes humanísticos. Esa amplía visión le llevó a tratar temas muy variados en sus investigaciones, aunque su especialidad fue, sobre todo, la geografía urbana. Son numerosos e imprescindibles para el conocimiento geográfico de España y Asturias sus  trabajos en la revista de Estudios Geográficos y en Ería la revista del Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo, que fundó y dirigió y es hoy uno de foros más importantes de los estudios geográficos en España.  Los puertos, las ciudades, los cementerios de Asturias fueron solo algunos de los variados asuntos que Quirós, excelente y puntilloso escritor, analizó en sus investigaciones. Además de haber dirigido y participado en la publicación de la  Geografía de Asturias  de la editorial Ayalga. Amén de otras  obras de gran importancia para el conocimiento de la geografía española como  Las ciudades españolas en la mitad del siglo XIX   o  Atlas temático de España (en colaboración con Gaspar Fernández Cuesta), entre otras. Algunas de sus obras, recuerdo, nos sirvieron a algunos profesores de bachillerato para explicar en la práctica, a través de itinerarios geográficos, la realidad geográfica asturiana, como fue  enseñanza  de la geografía urbana de Oviedo  a partir de su  pionero y excelente estudio sobre  El crecimiento espacial de Oviedo. 
 Pero no sólo fue un excelente investigador sino que la labor que realizó en la Universidad de Oviedo fue decisiva para la  creación y desarrollo de los estudios geográficos en ella. En realidad, fue el verdadero artífice del Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo y el diseñador del currículo de la licenciatura  y los estudios específicos que de esta disciplina  se están impartiendo en nuestra universidad.
 En efecto, si hoy los estudios geográficos  en Asturias son de los más reconocidos dentro de la universidad española, es en gran medida gracias a su labor.  Del mismo modo, que es obra suya la creación de la nutrida y excelente escuela de geógrafos que han salido de la Universidad asturiana y que hoy no sólo  forman con gran solvencia y preparación a los alumnos de Geografía  que se licencian en ella, como demuestra el que  varios  de ellos ocupan titularidades y cátedras no sólo  en sus aulas sino también en las de  otras universidades españolas. Del mismo modo que tuvo un importante papel en la institucionalización de la profesión geográfica a través de su actividad en la Asociación de Geógrafos de España (AGE) Como se ha dicho con acierto Quirós sirvió  de puente entre aquella  inicial y destacada generación de geógrafos clásicos y las nuevas generaciones de profesionales de esta disciplina.
 No podemos dejar a un lado tampoco la importante labor que Quirós llevó a cabo como investigador y promotor de la investigación de la cultura asturiana, pero siempre desde un planteamiento científico y riguroso. En este campo es de destacar su colaboración como autor con numerosos trabajos publicados  y como miembro de su  junta directiva en la revista Ástura, de la que formaron parte también los inolvidables, y ya fallecidos también, profesores Ignacio Ruiz de la Peña y Santiago Melón, catedráticos respectivamente de Historia Medieval e Historia económica de nuestra universidad. 
  Las emotivas y justas palabras que Quirós dedicó a su maestro Manuel Terán con motivo de su fallecimiento en 1984 podemos aplicárselas también a él, aunque estoy casi  seguro que  con su  modestia habitual las rechazaría con su fina ironía. Decía don Francisco de su maestro que no sólo había enseñado a sus alumnos y discípulos  una disciplina y una tradición científicas que hacían compatibles la ciencia y el humanismo, pero  que había practicado además una norma de conducta basada en la flexibilidad y la tolerancia en su trato con ellos. Actitudes que eran diametralmente opuestas a la intransigencia, la intolerancia y el dogmatismo que predominaban en gran medida en la  época de su maestro y de los que todavía seguían existiendo importantes resabios en la suya. Ese fue efectivamente el modelo de Quirós como científico y como maestro. Y es de plena justicia reconocer que lo llevó a la práctica con probada honestidad intelectual y  ejemplar solidez moral.

(PUBLICADO EN LAS PÁGINAS DE OPINIÓN DE LA NUEVA ESPAÑA, DE OVIEDO)

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