martes, 30 de mayo de 2017

VINDICACIÓN DE UN GUERRILLERO COMUNISTA
                                        JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS





EL AUTOR, RAMÓN GARCÍA PIÑEIRO








Fugaos
Ladreda y la guerrilla en Asturias (1937-1947)
Ramón García Piñeiro[JV1] [JV2] 
Oviedo, KRK, 2007
153 páginas
 Ramón García Piñeiro reivindica la figura del guerrillero comunista asturiano Baldomero Fernández Ladreda      
             Que la historia que escriben los vencedores menosprecie y cubra de silencio a los vencidos es, sin duda, injusto, pero hasta cierto punto comprensible. Peor es, ciertamente, que la ignominia y el olvido procedan de los de tu propio bando. Éste es el caso del  comunista asturiano Baldomero Fernández Ladreda, cuya  trayectoria biográfica nos relata  en este libro el profesor e historiador asturiano Ramón García  Piñeiro, investigador y profundo conocedor de la lucha antifraquista en Asturias.
            Baldomero Fernández Ladreda nació en 1906 en Soto de Ribera, ejerció el oficio de forjador y en  1934, siendo delegado obrero de UGT en la fábrica de cementos de Tudela Veguín, participó activamente en los acontecimientos revolucionarios, ocupando, al frente de un grupo de obreros, la fábrica de explosivos de La Manjoya. En la prisión de Oviedo se afilió al PCE.
Al comenzar la guerra civil y consumarse en Oviedo la traición de Aranda, organizó un grupo de milicianos y participó activamente en el asalto a la ciudad con tal eficacia, valentía y dotes de organizador, que  fue ascendido al grado de mayor de brigada equivalente al de general de brigada con mando sobre tres batallones de infantería. En  1937, con la derrota republicana tomó la decisión de  permanecer en Asturias como “fugao”, con el objetivo de mantener viva la resistencia contra el franquismo en nuestra región.   
            Comienza así su etapa de guerrillero, cuyo análisis es, en realidad, en el que se ha  centrado esta biografía, y a través de la cual el autor va allá  del relato concreto  de la actuación de Ladreda, ofreciéndonos un cuadro bastante completo del desarrollo  de la actuación de la guerrilla comunista en Asturias. Ladreda, por su elevada  graduación militar y el gran prestigio que había alcanzado en la guerra, se convirtió en el principal dirigente de la guerrilla en Asturias hasta 1946, en que por diferencias de estrategia con la dirección del exilio del PCE y negarse a cumplir sus órdenes, fue expulsado del partido y considerado como traidor. A pesar de lo cual continuó la lucha guerrillera con un puñado de fieles.
Tras ser capturado, sin ofrecer resistencia, en septiembre de 1947 por la guardia civil en La Mortera (Ribera de Arriba) fue  sometido a un consejo de guerra, condenado a muerte y ejecutado en noviembre por el procedimiento de garrrote vil en la cárcel de Oviedo a los  41 años  de edad.  Condena impuesta a pesar de los numerosos testimonios que el fiscal presentó en su favor, entre ellos, el del cura de Soto de Ribera, que declaró que gracias a su intervención no había sido incendiado el templo parroquial. Uno de los cargos más graves que se presentaron contra él fue haber ordenado concentrar el fuego de artillería sobre el Hospital Provincial de Oviedo que se encontraba en plena  línea de fuego y desde el que se defendían los sitiados ovetenses.  
 Las características con las que Ramón García Piñeiro construye habitualmente  sus trabajos históricos están también presentes  en este libro. Son éstas: el rigor y el uso de una abundante documentación combinados  con la exposición de los contenidos con un estilo cuidadoso que demuestra que la escritura de la historia no tiene por qué ser incompatible con una primorosa presentación literaria.          
            Este libro es, pues, por su contenido y su excelente factura, recomendable no sólo para quienes estén interesados en conocer  las vicisitudes de la lucha guerrillera  en Asturias desde la perspectiva comunista, menos conocida  hasta ahora  que la socialista, sino también para aquellos que, como el autor de esta biografía, sientan cierta predilección hacia los perdedores de la historia. Hacia  personajes tales como Ladreda que no sólo fueron maltratados y vilipendiados por la historia escrita por los vencedores, sino también, lo que es peor, arrojados, primero, a la ignominia y, después, al olvido por la de sus propios correligionarios. Rescatarlos de ese olvido y reconstruir objetivamente, con sus luces y sus sombras, su trayectoria es una tarea de justicia histórica. Con más razón todavía, cuando son personajes, como el  aquí biografiado, que dedicaron sus vidas a la lucha contra el fascismo y  la dictadura.
( PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO CULTURAL DE “LS NUEVA ESPAÑA”, DE OVIEDO?



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