miércoles, 17 de mayo de 2017

                HUGH  THOMAS Y LA HISTORIA DE CUBA
                           JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS








 Como es comprensible -hasta cierto punto- los obituarios sobre el hispanista británico Hugh Thomas, fallecido a los 85 años en Londres el pasado sábado, han enfatizado su obra sobre  la guerra civil española (La guerra civil española, 1961)    y su importancia como revulsivo para  el inicio de una historiografía académica y profesional sobre nuestro conflicto bélico. Pero han incidido en menor medida sobre su  voluminosa e importante obra como modernista en relación con nuestra historia  imperial y colonial. Baste recordar su impresionante trilogía sobre la formación  y el desarrollo del imperio en tiempos de los Austrias  mayores: El Imperio español: de Colón a Magallanes,2003,  El imperio español de Carlos V  ( 1522-1556), 2010, y El señor del mundo.   Felipe V y su imperio, 2013. Además de su monumental La conquista de México.  2010, amén de otras varias relacionadas con  el tema de la colonización española. Todas estas obras  profusamente documentadas y bien escritas aportan una visión benevolente, a medio camino entre las leyendas negra y rosa sobre la historia de nuestra colonización.
   Es en el marco de este conjunto de obras donde hay que situar la otra obra de Thomas que ha tenido, con la de la guerra civil española, una mayor difusión, como lo demuestran sus varias reediciones y traducciones , Cuba. La lucha por la libertad, 1971.     
    Este libro que desarrolla la historia de Cuba desde la ocupación por los ingleses de La Habana en 1762 hasta 1962, el año de la crisis de los misiles, incluye, pues, el análisis de los primeros años de la de la revolución castrista, cuya valoración por el autor, que, ideológicamente, siempre se ha movido entre el conservadurismo y el liberalismo, es implacablemente negativa. Por lo que el libro se ha convertido en cierta medida en una referencia historiográfica indiscutible  para los sectores anticastristas de dentro y fuera de la isla. Y por parte cubana, su publicación y difusión  ha estado prohibida en la isla durante cuarenta años
 El hispanista británico, que visitó en varias ocasiones la isla y escribió, incluso, una biografía del empresario español residente en ella, Eduardo Barreiro, nos proporciona en esta obra una versión de los doscientos años de historia cubana dentro del  marco del paradigma nacionalista  con que se ha interpretado dominantemente hasta el castrismo la historia cubana. O dicho  con mayor precisión hasta los análisis de la historia de Cuba de Julio Antonio Mella en los años veinte.
 Una historia que ha sido, como dice el subtítulo de su  libro, una lucha por la libertad y es a través de esa lucha contra los colonizadores españoles, contra la influencia de os norteamericanos, como el pueblo cubano  ha ido forjando su identidad. Esto es: una visión lineal, idealizada, que excluye la  complejidad de la relación entre explotadores y explotados ni tiene en cuenta  el papel de la burguesía colonial y neocolonial como factores de primer orden en la dialéctica histórica que ha conducido hasta la revolución castrista. Todo ello sin  menospreciar las importantes aportaciones documentales que aporta a la historia política, social y cultural de la isla.     


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