viernes, 7 de octubre de 2016

        UNA CALLE PARA  NACHO RUIZ DE LA PEÑA
                             Julio  Antonio Vaquero iglesias







Este pasado jueves en  la sede RIDEA se celebró una sesión memorial por Ignacio Ruiz de la Peña. catedrático   de Historia medieval de nuestra Universidad , insigne asturianista y anterior director de  la institución, fallecido  en mayo de este año. Bajo la presidencia del director del RIDEA y con la asistencia del rector de la Universidad, glosaron la obra académica  y la figura humana de Nacho Ruiz de la Peña  varios profesores de la Universidad y miembros del RIDEA presentes en el acto y se leyeron otras  intervenciones enviadas para este acto.
   Los intervinientes esbozaron no sólo un cuadro de su importante labor historiográfica que abarcó prácticamente  casi todos los aspectos sectoriales de la historia de la  Asturias medieval: sociales , económicos, institucionales y culturales con atención especial al caso de Oviedo pero que abarcaron todo el territorio de Asturias.
Pero lo que esas intervenciones dejaron claro también fue su incansable labor en pro de la difusión y el desarrollo del conocimiento  de la cultura asturiana, con sus escritos sobre los clásicos de  la etnología y el folclore asturianos, sus propias trabajos de investigación.  Pero, sobre todo, con su apoyo a aquellos que se dedicaban a la investigación de esos temas.  Con el vacío que se produjo en ese campo con la marcha a la Universidad de Barcelona del antropólogo Ramón Valdés del Toro, Ruiz de la Peña se convirtió en el verdadero animador para todos aquellos que trabajamos en ese campo y fue incluso  el promotor con otros destacados profesores asturianos de una excelente revista dedicada a la cultura y la historia asturiana como fue Ástura. De ese patrocinio informal salieron, sin duda, algunas importantes tesis y trabajos antropológicos sobre la cultura asturiana 
 Esa impagable  labor de animador de la cultura asturiana la realizó Nacho con la  bonhomía y sencillez que le caracterizó siempre, con su exquisita habilidad para apoyarte y animarte sin ningún aire jerárquico que terminaba siempre en una  relación de sincera  amistad.
 Como bien apuntó su hermano Álvaro en su intervención en nombre de la familia, el rasgo que mejor definió la personalidad  de  Nacho y   el motor profundo del que se derivó toda su obra, fue el de su amor a Asturias.
 No es necesario decir que la petición que se hizo en este acto de que el Ayuntamiento conceda el nombre de una calle a Ignacio Ruiz de la Peña fue apoyada por aclamación de toda los presentes que llenaban el salón de actos de. RIDEA. Lo que, sin duda, sería de plena justicia.   

( Ariculo  publicado en las páginas de Opinión de LA NUEVA ESPAÑA, de Oviedo)     

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