sábado, 18 de abril de 2015

JOSEPH LOPEZ EN TRIBUNA CIUDADANA

JOSEPH LÓPEZ EN TRIBUNA CIUDADANA

                                                                  JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
         



  En junio de 2004 tuve el honor de presentar en Tribuna Ciudadana a nuestro flamante Premio  Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales el historiador e hispanista Josep Pérez que pronunció  una excelente conferencia sobre “La leyenda negra antiespañola” con motivo de la reciente publicación de un libro suyo sobre ese tema. El público llenaba la sala dela aula de La Nueva España y tras su intervención se produjo un animado e interesante coloquio. La presencia de Joseph Pérez en Tribuna Ciudadana había sido el resultado de una gestión de Juan Benito Argüelles, de quien el hispanista francés era un viejo  conocido. Sin duda, aquel acto cultural, como resalté en el preámbulo de  mi intervención, era una prueba más de la importancia de Tribuna como una institución decisiva en la vida cultural de la región, de modo que  cuando se haga el análisis de la vida cultural de Asturias  de este período la referencia a Tribuna será, sin duda, uno de los capítulos imprescindibles. Sólo basta asomarse a su cuarto de siglo de historia y a las mil conferencias que la institución .conmemora este año como prueba de elloo.           Mi intervención en aquella ocasión me parece que puede resumir hoy perfectamente los méritos que acreditan sobradamente el premio concedido a  Joseph Pérez y el significado de una obra que, como demuestra su último libro sobre Cisneros, todavía sigue abierta. Entresaco algunos de los párrafos más significativos de aquella presentación.                               
            Si hubiese que reducir a un solo factor el fundamento que explica la forma de hacer historia y los temas que ha tratado la historiografía de Joseph Pérez, pero también su visión de la historia de España y hasta su propio perfil profesional de historiador creo que habría que referirse no sólo a su condición de hispanista sino concretamente a su condición de hispanista  francés.
            Don  Joseph Pérez es miembro destacado de ese hispanismo científico y académico que se inició a finales del siglo XIX en Francia y que tuvo uno de sus focos más importantes en la Universidad de Burdeos y que creó algunas de las instituciones más importantes del hispanismo francés entre finales del siglo XIX y el primer tercio del tercio del siglo XX como el Boletín Hispánico, la Escuela de Altos Estudios Hispánicos y, sobre todo, el que ha sido y sigue siendo el buque insignia de ese hispanismo en España la Casa de Velázquez en Madrid. En todas ella ha tenido don Joseph una participación destacada. Como catedrático  de la Universidad de Burdeos se ha dedicado durante cuarenta años a formar hispanistas y profesores de español. Y ha sido , además, director de la Casa de Velázquez y fundador de la Casa de los Países Ibéricos, otra más reciente institución hispanista.
            Una de las características de ese hispanismo francés es tratar la historia o la cultura española desde una perspectiva amplia en relación con Europa y con el resto del mundo. Ese tratamiento de la Historia de España (que tan bien supieron hacer  dos grandes hispanistas franceses que Joseph Pérez considera como sus maestros, Pierre Vilar y Marcel Bataillon) ha sido una de las constantes de la historiografía de nuestro hispanista. Sus temas de investigación, dentro del campo de su  especialización que es el modernismo los ha ido seleccionando coherentemente con algunos de los aspectos fundamentales para explicar la evolución histórica de España en relación con Europa: el movimiento comunero, el significado del imperialismo de Carlos I y de Felipe II, la Inquisición, la crisis del siglo XVII. Y otros temas recurrentes del hispanismo francés como el problema del independentismo de las colonias españolas.
            Esa perspectiva amplia y comparatista puede apreciarse además en su historiografía en otros aspectos  como ocurre con sus análisis biográficos de los grandes personajes históricos como Isabel I, Carlos V o Felipe II, biografías que rebasan siempre la mirada historiográfica singular y son verdaderos cuadros históricos de sus correspondientes épocas, o la amplitud de su mirada también puede apreciarse, como ya hemos dicho, en su excelente capacidad para la práctica de la síntesis histórica como demuestras sus manuales de Historia de España, que se han convertido en verdaderos best seller en España y Francia.
            Su visión de la Historia de España se inscribe dentro de ese conjunto interpretativo de nuestra historia que ha surgido con la etapa democrática y nuestra incorporación a Europa, interpretación que defiende la normalidad histórica de España y no su excepcionalidad. La Historia de España no es diferente a la historia de las otras naciones europeas, aunque tenga, claro está, sus propios rasgos específicos.
            Aun corriendo el riesgo de la distorsión y deformación por su falta de matices y por su esquematismo, un resumen de las interpretaciones que Joseph Pérez ha dado de algunas cuestiones fundamentales de nuestra historia, podría ser el siguiente:
1º. Desde finales de la Edad Media con el triunfo de la Reconquista, España se incorpora definitivamente a al evolución europea, sin que, al contrario de las tesis esencialistas de Américo Castro, esos siglos hayan determinado una especial idiosincrasia del pueblo español.
2º. El fracaso del movimiento político de los comuneros de Castilla, movimiento que aspiraba a la limitación del poder real, dejó paso, con la dinastía de los Habsburgo, al imperialismo de Carlos V y Felipe II. La justificación de esa fórmula imperial se basó en la defensa de la  Religión católica, pero la mayoría del pueblo español no era más creyente que los de las otras naciones ni apoyó masivamente la política imperial de los Austrias. La peculiaridad  de la Inquisición y de su represión no está en una especial intransigencia y crueldad que la diferencia de otros Tribunales inquisitoriales y  represiones religiosas europea, sino en constituir un verdadero aparato estatal con gran poder  burocrático, policial y judicial. Con una organización centralizada que permitia el control de todo el Estado
3º. La crisis del XVII  supuso el final del Imperio europeo español y con  ello surge una trayectoria divergente de la Historia de España con la de  Europa que constituye una de sus peculiaridades .La crisis económica del XVII la interpreta Joseph Pérez de una manera muy matizada. La recuperación económica se produce ya en los últimos decenios de la centuria y el Reformismo borbónico no hace sino continuar esa tendencia
4º. Las limitaciones de nuestra Ilustración y del Reformismo borbónico sons para nuestro historiador otra de nuestras peculiaridades históricas. Aunque no se  puede considerar a a las reformas borbónica responsables del independentismo de nuestras colonias americanas.Los factores fundamentales fueron las circunstancias de la Guerra de la Independencia y la revolución política de Cádiz….
     Desde luego, con este, aunque resumido, gran bagaje historiográfico a sus espaldas nos parece que Joseph Pérez bien se merece el premio que ha recibido, del mismo modo que Tribuna Ciudadana nuestro reconocimiento.
    (Artículo publicado en La Nueva España, de Oviedo)                                 


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