CÓMO Y POR QUÉ HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ
Julio Antonio Vaquero Iglesias
¿ Por qué las promesas de paz, libertad, prosperidad e igualdad que
hicieron en la Carta del Atlántico (1941) los que iban a ser en 1945 vencedores
de la segunda guerra mundial contra el fascismo no sólo no se han cumplido,
sino que la situación actual del mundo en todos esos aspectos se encuentra en
una verdadera encrucijada crítica?. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Esto es, a
una realidad como la actual en que las guerras
se suceden por doquier, la democracia liberal es cada vez más una fórmula
vacía, la esclavitud continúa existiendo
bajo diversas formas, el hambre sigue asolando a una gran parte de la población
mundial y los niveles de desigualdad son cada vez mayores en el mundo y dentro
de los estados. Esas son las preguntas que el historiador catalán Josep Fontana
trata de responder con esta monumental obra, Por el bien del Imperio. Una
historia del mundo desde 1945 (Pasado/Presente), de 1200 páginas, 200
de ellas dedicadas a reseñar la bibliografía utilizada para su confección. Nada
menos que tres lustros ha tardado en concluirla.
El autor confiesa que su propósito no ha sido escribir una obra
de investigación dadas las dimensiones del periodo tratado ni un ensayo
histórico como lo prueban las innumerables fuentes bibliográficas utilizadas;
sino una reflexión documentada sobre esos 66 años que van desde el fin la
segunda guerra mundial hasta hoy que sirva para proporcionar elementos de discusión que nos ayuden a comprender las causas que nos han traído a
un presente tan difícil y confuso como el que hoy vive la humanidad. Pero la verdad
es que, tras su lectura, uno tiene la impresión que Fontana ha sido humilde en
la calificación de su obra, porque ésta combina perfectamente elementos de investigación histórica con los del ensayo. En
efecto, estamos ante un estudio construido
con una asombrosa batería de fuentes primarias (documentos y testimonios,
muchos de ellos recientemente desclasificados) a una escala que ya quisieran
poder utilizar muchas investigaciones históricas, además de la oceánica bibliografía de múltiples
orígenes e idiomas que aquí se emplea; pero, a pesar de su extensión, nos encontramos
también ante un texto con claros componentes del ensayo como la claridad
meridiana y el buen estilo con que está escrito y las ideas e interpretaciones
sugerentes y brillantes que contiene. Y por todo lo anterior el autor ha
conseguido perfectamente lo que pretendía: un potente análisis histórico abierto a la reflexión
sobre nuestro pasado reciente y por ello sobre
nuestro presente.
El hilo
conductor del libro es el análisis de la guerra fría hasta 1991 en que
desaparece la Unión Soviética para seguir después con el estudio de la
evolución de la realidad política internacional surgida tras el fin de la
guerra fría a través de la práctica imperialista
de lo que él denomina como “nuevo imperio” estadounidense. Ese análisis no se
limita a los enfrentamientos entre los dos bloques en Estados Unidos y la Unión
Soviética, sino que se extiende al del desarrollo de la guerra fría en los
otros continentes: Europa, África, Asia y América Latina y llega hasta los
últimos conflictos internacionales que están todavía hoy en proceso de
desarrollo. .
Pero además, dado el concepto que el autor
tiene de la naturaleza y objetivos de la guerra fría, no sólo trata de los
procesos y acontecimientos del nivel político internacional y nacional, sino
también de los aspectos económicos y sociales (los culturales también, pero en
menor medida) en cuanto que éstos están intrínsecamente imbricados con aquéllos. Es excelente, por ejemplo, su
análisis del origen, desarrollo e implicaciones de la actual crisis económica, y
del origen y significado de las políticas neoliberales que nos han llevado a esa
crisis. Como el de las causas de la laminación de la resistencia a esas fuerzas
neoliberales por parte de las tradicionales fuerzas sociales – trabajadores y
sindicatos – que representan los intereses de los sectores sociales más
castigados por tales políticas. Así como la reciente aparición de una espontánea
y todavía desarticulada oposición a ellas por los jóvenes y otros sectores
ciudadanos.
La
retórica de la guerra fría encubre para Fontana su verdadera naturaleza y
objetivos. Ni fue un enfrentamiento entre dos bloques, uno, el occidental,
hegemonizado por los Estados Unidos cuyo objetivo era defender las libertades
individuales y el gobierno democrático frente
al totalitarismo del otro dirigido por
la Unión Soviética, como pretendía el discurso occidental. Ni tampoco, como se
planteaba en el otro bloque, un combate por un proyecto de sociedad socialista
igualitaria contra la opresión del capitalismo imperialista. Tras esas
legitimaciones lo que verdaderamente existía era la lucha por tratar de imponer uno u otro sistema político,
económico y social, sistemas que en la realidad no buscaban desarrollar los valores que uno y otro decían
defender.
Los hechos lo demuestran hasta la
saciedad con la constatación de la práctica política internacional
estadounidense defensora de dictaduras y dictadores de derechas sin escrúpulos
(“nuestros” hijos de puta) a lo largo y ancho de todo el mundo como perros
guardianes de sus intereses políticos y económicos. Quizás la prueba más
fehaciente de ello ha sido que el fin de la guerra fría no ha supuesto, sin
embargo, el final de esa política norteamericana hegemónica de control y
dominio del mundo en defensa de sus
intereses materiales que ahora aparece disfrazada con el ropaje retórico de
guerra contra el “terror”. Así como en el caso del otro bloque, la persecución
y eliminación del enemigo interno, la jerarquización burocrática y la ausencia
de verdadera libertad que le caracterizaron,
contradecían sus supuestos ideológicos.
En el aspecto socioeconómico, la
pérdida del miedo al enemigo interno y externo que originó la distensión
internacional iniciada a partir de los
años setenta fue un factor de primer orden para entender cómo se trató de salir de la grave crisis del capitalismo de los años setenta a
través de un profundo giro a la derecha (introducido primero en Estados Unidos y Gran Bretaña con Reagan y
Thatcher y después en la Unión Europa y el resto del mundo ) con la
implantación de las políticas económicas neoliberales, las cuales a través de la
desregulación financiera y otras medidas conservadoras introdujeron el
capitalismo de casino que, tras numerosas crisis, ha desembocado finalmente en
la actual crisis económica global..
Desde luego que esta magna obra cumple con creces el propósito inicial de
su autor: hacernos reflexionar sobre el mundo en que vivimos. A la vez que le
consagra como uno de los grandes historiadores de nuestro tiempo. .
( Publicado en
suplemento “Cultura” de La Nueva España ( Oviedo-Asturias)
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