jueves, 22 de abril de 2021

 

 

 

 

   LOS DOS  MESES QUE CONMOVIERON AL MUNDO

            JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS

 La conmemoración de los 150 años  de la Comuna de Paris

 Del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871 París  y Europa vivió la primera revolución obrera de la historia contemporánea. Cercada la capital francesa por los ejércitos prusianos, Thiers, jefe del Gobierno provisional del Segundo Imperio  decidió desarmar la Guardia Nacional integrada en su mayor  parte de los  trabajadores que habían combatido a los prusianos que cercaban París. El descontento cristalizó aquel día 18 en respuesta del intento gubernamental de retirar los cañones de la Guardia Nacional que controlaban la ciudad. Los revolucionarios a través de unas elecciones celebradas el 26 de marzo se hicieron  con el poder y constituyeron la Comuna de París.

  El Gobierno de Versalles  no reconoció la Comuna y trató de hacerse con el control de la ciudad y comenzó a bombardearla.  A lo que respondieron los comuneros para defenderse levantando  un entramado de barricadas por toda la ciudad resistiendo hasta finales de mayo ante el feroz ataque del ejército francés.

  La Asamblea constituida por los comuneros fue la primera de la historia en la que más de un cuarto de sus miembros eran auténticos  obreros a los que se unieron sectores  de  la pequeña burguesía. Ambos venían siendo desde las revoluciones de 1848 los comparsas revolucionarios de la burguesía francesa y  ahora pretendieron llevar a cabo las transformaciones políticas, sociales y económicas que venía reclamando su clase.

 Aunque también en este sector dominante de la Asamblea había tendencias diferentes. Estaban los blanquistas y neojacobinos  que  propugnaban un gobierno revolucionario autoritario y una minoría formada por internacionalistas (afines a la Asociación Internacional de Trabajadores) y socialistas que se oponían a una dictadura revolucionaria.

 Las medidas que tomó la Comuna fueron tan revolucionarias, sin duda, que han pasado a formar parte del ideario de los sectores de la izquierda política y obrera  durante el resto de aquel siglo y  el siguiente: abolición de la guillotina,  separación de la Iglesia y el Estado, el derecho universal a la educación, reconocimiento de los derechos individuales, universalización de la Justica, la reorganización del trabajo en los talleres con reconocimiento de los derechos del trabajo…

  A la derrota de los comuneros por las tropas gubernamentales le siguió una de las represiones más duras y feroces que sufrido la clase obrera a lo largo de su historia. No sólo hombres sino también mujeres y niños fueron fusilados y masacrados por las tropas imperiales en lo que se denominó “la semana sangrienta de mayo”. Del 21 al 30 de mayo se detuvieron a unas cuarenta mil personas, incluidas, mujeres y niños, fusilando a miles de ellas y enviando al exilio a Nueva Caledonia a otros miles de comuneros.

  Esta síntesis  de lo que fue la Comuna de París, pero ampliada  con gran lujo de datos y detalles al incluir el autor  documentos originales de la época y entrevistas con comuneros exiliados  es la que nos relata Prosper-Oliver Lissagaray en su libro Historia de la Comuna de Paris de 1871, que es la reedición ampliada de 1896 de la obra original que escribió en el exilio en 1876. Y que ahora edita muy opotunamentge con motivo de la conmemoración de siglo y medio de la Comuna la editorial Capitán Swing en España.

Lissagaray fue un periodista francés de ideología socialista que vivió y participó en aquellos revolucionarios acontecimientos. Logró huir de la represión gubernamental y en su exilio en Londres conoció a Marx y mantuvo un largo romance con su hija Eleanor que tradujo al inglés la primera edición de su libro, incluido un  prólogo que escribió para ella  que se recoge también aquí en ésta. La finalidad fue dar a conocer y justificar los acontecimientos de aquella primera revolución obrera que fue inmediatamente  después de sofocada descalificada por la triunfante burguesía europea.

  La sentencia de  Thiers fue en ese sentido lapidaria: “ (con la derrota de la Comuna) Se acabó el socialismo por mucho tiempo”. Pero no sabía el represor de la Comuna que aquella primera revolución obrera nutriría a través de los escritos de Marx, Engels y Lenin el imaginario revolucionario  de la clase obrera hasta hoy inclusive.

(PUBLICADO EN LAS PÁGINAS DEL SUPLEMENTO CULTURAL DE “LA NUEVA ESPAÑA”, DE OVIEDO)

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