EL SIGLO XX Y LA REVOLUCIÓN SOVIÉTICA
JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
Josep Fontana es, como sabemos, uno de más destacados historiadores
españoles y europeos del pasado siglo y sigue siéndolo todavía, como demuestra
fehacientemente este su último libro, El
siglo de la revolución, en este
siglo XXI a pesar de su provecta edad. Escrito desde los planteamientos
teóricos que han fundamentado toda su extensa obra historiográfica (historia
económica y crisis del antiguo régimen
en España, historia del franquismo, teoría de la historia, grandes obras de
síntesis sobre historia europea y mundial, director, coordinador y participante
de los más importantes manuales de
historia de España, difusor en español de la
bibliografía histórica más reciente e
importante publicada fuera de España….),
este libro es, sin duda, uno de los más ambiciosos, junto con el de su historia del mundo desde 1945, Por el bien del Imperio (2011) ,de los más de
treinta que nuestro historiador lleva
publicados.
Desde el punto de vista teórico, la historia
escrita por Fontana ha estado
fundamentada en la tradición del materialismo histórico. Como puede
apreciarse en este libro, para nuestro historiador la función del conocimiento histórico, al
contrario que la historia escrita para legitimar el presente, debe de ser una explicación del presente, una
genealogía del presente, para comprender las cotas de libertad e igualdad a
que ha llegado la humanidad e inspirar
un proyecto social para construir una sociedad donde la libertad y la igualdad sean lo más plenas
posibles. El análisis del historiador –mantiene- no debe de examinar
aisladamente los niveles económico, político y cultural sino que tiene que ser
un análisis de conjunto a pesar de la dificultad que esto conlleva y teniendo
en cuenta siempre que el factor
explicativo prioritario del proceso histórico es el político.
Desde esos supuestos, el historiador catalán
lleva a cabo en sus páginas un análisis riguroso y, como es habitual en sus
libros, abrumadoramente documentado, utilizando para ello la más reciente
bibliografía sobre los diferentes asuntos que trata, de la evolución histórica
del mundo en el siglo XX. Esto es, de los cien años que van desde 1917, el inicio de la
revolución bolchevique hasta 2017, en que se cumple el aniversario del centenario
aniversario de aquella revolución, con el objeto de tratar de explicar la
generalizada situación de pobreza y desigualdad que vive hoy el mundo. Frente a
quienes mantienes que tal situación es el resultado inevitable de la evolución autónoma de esas las fuerzas
económicas, su objetivo en este libro es
explicar, en cambio, las causas políticas que nos han llevado a tal estado de
degradación actual para proponer un proyecto social que lo remedie.
La tesis de Fontana, a la que llega a través de un brillante y detallado análisis de todas las etapas de ese proceso
histórico secular, es que aquel proyecto de transformación social
que se inició en la Rusia de los zares
en octubre de 11917 y dio origen
a la Unión Soviética, la patria del socialismo, a pesar de que entró en
decadencia a partir de los años setenta y terminó desapareciendo en los noventa,
fue el hecho histórico que ha marcado la evolución de todo el siglo XX. La amenaza
de subversión, real o supuesta, que supuso el modelo bolchevique para el orden
establecido determinó en gran medida no sólo la evolución política mundial a lo
largo de la centuria sino también la económica y social. Se trató de combatirlo
por la fuerza militar como pretendieron hacerlo frustradamente el nazismo y el
fascismo, regímenes que se convirtieron en una amenaza mayor que el sistema que
querían destruir y fueron la causa de la segunda guerra mundial. Pero también se intentó
impedir que su ejemplo se extendiera por
el resto del mundo con lo que se ha
llamado el “reformismo del miedo”, esto es, cediendo a la presión de los movimientos sindicales y la
socialdemocracia para poner en pie en
Europa el estado de bienestar, cuyo impulso
dio lugar, tras el fin de la segunda guerra mundial, a los 30 años de
mayor prosperidad, estabilidad e igualdad en el llamado “mundo occidental”.
Pero a la vez que ese reformismo forzado se implantaba en Europa,
Estados Unidos llevaba a la práctica una campaña contra el comunismo soviético con el supuesto
doble objetivo de defender a “Occidente” de una más que probable agresión de la Unión Soviética, originando la ficción
de la “guerra fría”, cuya verdadera finalidad no era sino la de subordinar a sus aliados occidentales a sus intereses
imperiales. Y, por otra parte, con ese combate decían defender la democracia liberal
frente al totalitarismo soviético con la finalidad real en este caso de anular cualquier idea o proyecto que se opusiese al
desarrollo de capitalismo. Lo que llevó al sinnúmero de guerras, intervenciones
militares, operaciones encubiertas dirigidas por la CIA y los otros servicios
de inteligencia norteamericanos y europeos, que se promovieron en esos años a
lo largo de todo el mundo defendiendo dictaduras, golpes de estado y
atentados sin respetar ni la democracia
ni los derechos humanos que su Gobierno
decía defender.
La implosión de la Unión Soviética
en los noventa fue el fin de la etapa del “reformismo del miedo” y con ello la del
inicio del desarrollo de un capitalismo salvaje bajo su forma globalizada y
financiera que nos traído a esta situación mundial de pobreza y desigualdad que
han terminado originando esos brotes de populismo de extrema derecha, xenófobo
y racista, tanto en la Europa continental como en el Reino Unido con el “Brexit”
y en Estados Unidos con la elección de Trump, cuya política en opinión de
Fontana no es sino más de lo mismo, pero “… en una versión más retrógrada y
brutal que asegurará que el imperio de la desigualdad alcance su apogeo”.
Ante esa situación, ¿qué
“proyecto social” propone
Fontana? A partir de las opiniones de
algunos ensayistas que avizoran un período de entropía social y desórdenes, sólo podría salvarnos un movimiento transnacional
iniciado desde abajo, esto es, popular, al margen de los partidos de
élites que nos han gobernado hasta ahora, que surja de las luchas cotidianas de
los hombres y las mujeres contra esta situación de pobreza y desigualdad
galopantes que se extiende por el mundo . Que así sea. Nos va mucho en ello. A
nosotros y a nuestros descendientes.
(PUBLICADO
EN EL SUPLEMENTO CULTURAL DE “LA NUEVA ESPAÑA, DE OVIEDO.
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