miércoles, 23 de abril de 2014


AZAÑA Y SU TIEMPO
vida y tiempo de manuel azaña (1880-1940)-santos julia-9788430606962
 JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
 Vida y tiempo de
 Manuel Azaña
 Santos Juliá
 Taurus, 2008

   
Parece poco creíble, pero es cierto.69 años después de finalizada la Guerra Civil todavía no contábamos con una biografía  completa del que fue símbolo y encarnación de la Segunda República: Manuel Azaña.  Santos Julíá ha puesto fin a ese clamoroso vacío con su Vida y tiempo de Manuel Azaña. La falta de unas verdaderas Obras Completas del intelectual político alcalaíno (el contenido de las de Marichal no era sino una recopilación  parcial de sus escritos) y  el desconocimiento del paradero de su archivo personal, hacían imposible acometer esa labor biográfica con un mínimo de solvencia. A pesar de ello, el final de la dictadura trajo como era de esperar una renovada atracción por el personaje y la publicación de varios libros sobre su vida,  acción y  pensamiento políticos, pero todos ellos lastrados por  esas limitaciones 
            La devolución del archivo de Azaña, que obraba en poder del dictador como si  de una propiedad personal o un trofeo de guerra se tratase, fue, pues, la condición necesaria, pero no suficiente para que se emprendiera la difícil y laboriosa  tarea de editar unas definitivas  Obras Completas de los escritos del que fue  jefe de gobierno, presidente y alma de la Segunda República. Salvados ambos escollos, estaban puestas, pues,  las bases para la confección de una verdadera biografía de Azaña. Y como no podía ser de otro modo, ha sido  el responsable de esa edición de las Obras Completas de Azaña, el historiador y catedrático Santos Juliá, el autor de esta última y completa biografía.  Juliá había escrito ya, en los años ochenta,  otra - la mejor con diferencia para mi gusto- de esas biografías incompletas que se habían escrito en la etapa democrática. Así que creo que podemos decir  que el retrato completo que  Juliá traza ahora de don Manuel es, en parte, el corolario  de la mencionada edición , pero, a la vez, una adecuada y necesaria guía para la recomendable lectura de  la excelente edición que nuestro historiador ha realizado de los escritos de Azaña,.
         Biografía completa e integral
            La visión de Azaña que aporta la biografía de Juliá es completa en un doble sentido. No sólo en el temporal cubriendo su análisis de manera detallada (más de la mitad de las páginas del libro) la primera y casi desconocida  primera etapa de  la vida de Azaña hasta su ascenso al protagonismo político con  la llegada de la República. Sino que, además, toca todos los planos de su vida. Tanto su  pensamiento  como su acción  intelectual y política. Primero a través de su labor  en  dos de los  principales centros de esas actividades en aquel tiempo en España como fueron el Ateneo y el Partido Reformista; y después en su labor como ministro, presidente de Gobierno y presidente de la República, además de su intensa labor partidaria  a través de Acción republicana e Izquierda Republicana  Pero sin dejar fuera de su foco de atención, tanto  su vida íntima y familiar y las fuentes de su sentimentalidad ( si me perdonan la palabreja), como el significado de su labor y obra   literarias.
 Ese análisis biográfico lo  realiza nuestro autor,  por si fuera poco lo anterior, ensamblando perfectamente  todos esos planos de modo que estamos ante una biografía que, además, de completa, podríamos calificarla también de  integral. Y aún más. Todo ello está  contextualizado en el discurrir histórico de su tiempo. De modo que la biografía es un repaso brillante y esclarecedor te  del tiempo histórico  que le tocó vivir a don Manuel, esto es, esencialmente la primera mitad  nuestro siglo XX, etapa de la que  Julíá es un excelente conocedor como nos lo ha demostrado ya varias veces en sus libros de investigación y de síntesis. Por todo ello, se puede decir que el titulo que  encabeza  el libro (“Vida y tiempo de…” ) se corresponde perfectamente con su contenido
De liberal templado a republicano de izquierda
El  Azaña que resulta de esta biografía es el de un intelectual político, no un político intelectual ( aquí el orden del sintagma sí altera el resultado) que comienza como un liberal templado con una clara conciencia de la necesidad de  transformación de aquel corrupto sistema político restaurador en un sentido democrático, lo que cree  factible  realizar, hasta la etapa de la  Dictadura primorriverista, a través de  la reforma desde dentro de la Monarquía restauradora. De ahí su adscripción  y participación política dentro del  Partido Reformista  de Melquíades Álvarez. Actitud y posición políticas que, con la implantación  de la Dictadura, y del mismo modo que otros muchos otros de sus correligionarios, terminó por abandonar, evolucionando hacia un republicanismo radical, de izquierda, cuyo objetivo era  la transformación de aquel régimen desde la raíz.
Para llevar a cabo ese programa radical, revolucionario, como el mismo le denomina a veces, Azaña pensaba que  era necesario enfrentarse sin contemplaciones  a los  dos poderes fácticos sobre los que había pivotado aquel sistema, la Iglesia católica y el Ejército y no excluir, sino integrar a la clase obrera  en  esa nueva sociedad y sistema democráticos que debía  de sustituir  al régimen oligárquico y la sociedad  profundamente clasista y jerarquizada de la Restauración.
.. Programa que conllevaba sustituir la Monarquía por la República y construir un estado descentralizado que diese satisfacción a  las aspiraciones de los nacionalistas,  cuyas  peticiones avalaba  no sólo la historia, sino, y sobre todo, la razón, que para Aza-ña siempre debía primar sobre la tradición histórica.
Ése fue, en sus líneas maestras, el programa que, primero, trató de hacer realidad, y. en parte implantó, en el primer bienio republicano, tras caerse del caballo del accidentalismo monárquico del Partido Reformista. Y posteriormente defendió en el bienio radical-cedista frente al catolicismo político y los militares africanistas,
 Ni anticlerical  ni antipatriota  
. Sin duda, la visión de Azaña que nos proporciona Juliá en este libro contradice tanto la auto versión que el propio don Manuel  dio de sí mismo en relación con la  primera etapa de su vida, antes de su ascenso al protagonismo político con la llegada de la República, como la que de él dio  la derecha de la época y después el franquismo Ni señorito  benaventino, como el mismo se calificó, ni anticlerical furibundo. Como tampoco antipatriota extranjerizante. Y mucho menos, como ha querido catalogarlo  más recientemente algún  azañista de la derecha, miembro destacado de la tercera España por un mal entendimiento de su postura durante el conflicto civil para conseguir la mediación de Francia y Gran Bretaña con el objeto de conseguir la retirada de alemanes e italianos, y con ello  el final del  conflicto.      
En efecto, de señorito benaventino, nada, como demuestra su preocupación continúa  por su preparación intelectual en su etapa de formación ( era un auténtico devorador de libros) y su intensa actividad intelectual  en el Ateneo. Tampoco furibundo anticlerical, sino  persona alejada de la Iglesia por un temprana crisis religiosa y  acerado crítico de la acción pública y política de la Iglesia católica en nuestro país, pero profundamente respetuoso con las ceremonias y el sentimiento religioso ajeno. Y mucho menos antipatriota, sino intelectual  con una concepción progresista y moderna de lo que era la nación y el patriotismo. Pero, sobre todo, como ya sabíamos y abunda Juliá en su excelente y recomendable  biografía, Azaña fue la palabra hecha política.
(Publicado en diciembre de 2010 en el suplemento cultural  Cultura de La Nueva España (Asturias)
 


                          

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