JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
Me llega un mensaje del Instituto Alfonso II
con la triste noticia del fallecimiento del que fue, primero, su jefe de
estudios durante cuatro años y después su director durante veinticinco:
Francisco Diego Llaca.
Paco, profesor de Lengua y
Literatura era hijo de Francisco Diego, que fue catedrático de lengua y
literatura griega del citado centro y miembro del claustro universitario
ovetense y uno de los más destacados especialistas en Epigrafía a nivel
nacional. Con tal tradición a sus espaldas no es de extrañar que Paco eligiese
la carrera profesoral. Y como profesor de Lengua y Literatura españolas ejerció
en el instituto central de Avilés y después en el de Lugones, donde tuve la
suerte de tenerlo de compañero de claustro y finalmente se trasladó al instituto
Alfonso II, donde de nuevo coincidí con él en su papel de jefe de estudios y director durante el resto
de nuestra carrera docente.
Como director del Alfonso II, Paco Diego
cubrió una nueva etapa en la ya centenaria vida del aquel centro. Fue, podríamos
decir, el director que protagonizó la transición de aquel claustro formado por
catedráticos y profesores de después de la guerra civil del que formaban parte profesores de alto nivel de conocimientos de
sus materias y con gran capacidad didáctica. Basta recordar algunos nombres
como Pedro Caravia, Clotilde, su
mujer, Tomás Recio,, Adolfo Garcia, su propio padre Diego Santos, Masip…y
tantos otros….. Era, sin duda un claustro con profesores preparados para
enseñar y educar en aquel bachillerato
propedeútico, esto es, que preparaba para entrar en la Universidad y el cúmulo
de brillantes alumnos que se formaron en sus aulas demuestran el alto nivel de
preparación que les proporcionaban aquellos profesores.
En la etapa siguiente, en la que la dirección
la ejerció Paco Diego, aquel claustro se remozó y sus nuevos miembros sustituyeron con igual
nivel a aquella generación anterior.
Basta recordar a profesores que tenían un
elevado prestigio en el conocimiento de sus materias y en su práctica
pedagógica como Santiago García Escudero, Alberto Hidalgo, Maruja Suárez-
Inclán, Cristina Alas…. Un claustro
remozado como éste fue el que dirigió
Paco durante su larga trayectoria de director
y el instituto mantuvo un elevado nivel de docencia, a pesar de que el tiempo educativo había cambiado al hacerse
obligatoria la educación secundaria y la composición de su alumnado tradicional
se había diversificado.
Todos esos cambios con toda la problemática que suponían los gestionó
Paco Diego con su espíritu pragmático, dejando que los profesores llevaran la
iniciativa en su labor educativa y sin inmiscuirse
en gran medida en la labor didáctica de los seminarios didácticos.
Fue, pues, la suya una labor, en medio de los continuos cambios
educativos imperantes y las dificultades de aquellos tormentosos tiempos
educativos, eficaz y el instituto “Alfonso II
continúo siendo, como lo había sido desde hacía un siglo desde su
creación, un centro puntero en la región.
Como persona y como amigo sólo podemos decir de él cosas buenas. Era un
excelente amigo y compañero. Sin duda, no sólo en este momento de despedida,
sino para siempre sus deudos deben estar orgullosos de él.
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