LAS BECAS DE
AYUSO
Julio Antonio Vaquero Iglesias
Otra vez Ayuso a la carga con la enésima
propuesta trumpista de su mandato. Otra vez saltándose criterios plenamente
aceptados por las sociedades democráticas liberales como, en este caso, el de
la igualdad de las oportunidades que hasta la propia dictadura franquista
respetó, a su modo, claro y con objetivos finales que poco tenían que ver con
la promoción y la igualdad social.
La política de la concesión de becas de
estudio a los vástagos de la clase media alta, esto es, la clase social de la que Ayuso obtiene sus
apoyos más firmes no es sino la expresión de una manipulación política más a las
que nos tiene acostumbrados y rompe con los criterios y principios firmemente
asentados en nuestras sociedades democráticas de respetar el ascensor social como medio de inyectar un mínimo de
compensación social de las desigualdades
que genera el propio sistema. Y a la vez, no hay que olvidarlo, de la
movilización y aprovechamiento del
potencial talento que puede haber en las capas inferiores de la sociedad, amén,
claro es, de la reproducción del sistema.
Sin olvidar otro aspecto que ha estado y está presente
constantemente en la política educativa
del gobierno de Ayuso. Esto es, una medida que refuerza el desarrollo de la
enseñanza privada que con esa política
de becas recibirá, sin duda, un fuerte apoyo, dado que es ese sector del sistema educativo en el que estudia la
mayoría de los miembros de ese grupo social.
La propuesta, que, incluso ha recibido hasta
la ambigua y calculada crítica de Feijoo,
no es sino una expresión más del
neoliberalismo ideológico teñido de populismo trumpista que profesa la
presidenta madrileña y su gobierno. Esto es, ese neoliberalismo que se basa en
el principio darwinista del “sálvese el que pueda” que lo fundamenta. Y está claro que los que más posibilidades tienen de sobrevivir en ese
modelo de sociedad competitiva son ellos, los más ricos.
Además de que para más inri tal propuesta supone reducir las
posibilidades presupuestarias de cubrir
las necesidades más perentorias de los verdaderamente necesitados de
esas becas.
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