jueves, 18 de marzo de 2021

  








 Hitler. Solo el mundo bastaba.

 Barcelona, 2021

  

La última gran biografía de Hitler proporciona una visión diferente del dictador y su régimen a contracorriente de la dominante en la historiografía actual

 

 

                 UNA POLÉMICA BIOGRAFÍA DE HITLER

                       JULIO ANTONIO  VAQUERO IGLESIAS

 En la oceánica bibliografía existente sobre  el dictador nazi y el Tercer Reich, la biografía de Iam Kershaw  ( dos volúmenes, 2000 y 2005) marcó un hito y un camino para la mayor parte de los estudios posteriores sobre Hitler y su historia. Kershaw no escribió “una biografía de Hitler sino una historia de Hitler”, como ha escrito otro gran estudioso del Tercer Reich, Richard Evans. Esto es, la explicación de la figura y la obra del dictador  a través del proceso histórico que lo alumbró y con ello la del carácter racista y hegemónico que tuvo y pretendió imponer  su régimen.

   Esta reciente y última biografía de Hitler del catedrático de Historia de la Relaciones Internacionales de la  Universidad de Cambridge, Brendan Simms,  Hitler. Solo el mundo bastaba (2019), se aparta radicalmente  de aquella orientación e interpretación derivadas de la obra de Kershaw  y pretende dar una explicación diferente de la vida y la obra del dictador nazi. Construye así una nueva y polémica interpretación de su  visión del mundo y su  pensamiento político  y desde ella intenta dar una visión  diferente del personaje y sus doce años de dominio sobre Europa y de amenaza sobre el mundo. Hasta tal punto que llega a mantener que si su interpretación  es la acertada debería incluso hacerse una revisión total de las interpretaciones históricas anteriores que se han propuesto sobre Hitler y su Tercer Reich.

   ¿ En qué consiste esa enmienda a la totalidad de la historia del dictador nazi y su obra?

   Simms no acepta la idea dominante de la historiografía anterior de que Hitler y su Tercer Reich fueron predominantemente una reacción contra el bolchevismo y la Revolución rusa, sino realmente  contra el dominio de Angloamérica  ( sobre todo, de los Estados Unidos que a través de la emigración alemana se estaba llevando lo mejor de la población alemana) y el capitalismo global que aquellos países expandían. Y que esa situación crítica de Alemania sólo podría solucionarse convirtiéndose de nuevo en una gran potencia a través de la expansión hacia el Este: el lebesraum o espacio vital que Alemania necesitaba para reconstruirse y sobrevivir ante un país sumergido en una crisis material y existencial por las graves  consecuencias  de su derrota en la Primera Guerra Mundial.

Del mismo modo que su antisemitismo, que culminó en el intento de la eliminación total  de los judíos a través del Holocausto  y llegó a alcanzar en su visión del mundo  las dimensiones de una visión paranoica,  no fue, como se ha escrito, una copia distorsionada  del Gran Terror de Stalin,  sino un ataque preventivo contra la América de Roosvelt  y el capitalismo global que aquélla difundía a través de los judíos.

  Al contrario de lo que se ha venido manteniendo, no existía para Hitler, según Simm, una supremacía racial alemana que él trataba de convertir  en  una realidad política en el mundo en crisis que le tocó vivir, sino que los alemanes eran débiles y estaban demasiado fragmentados para oponerse a  los anglosajones, la verdadera raza superior mundial.

  Según esto, nuestro autor mantiene que no hubo una voluntad inicial del dictador nazi de un intento de dominio imperial mundial, sino que sus últimos proyectos  en esa dirección no fueron sino consecuencia del callejón sin salida que le colocó la alianza angloamericana a partir de 1941 . Hitler lo único que pretendió fue convertir la Alemania deshecha por su derrota en la Gran Guerra en una potencia mundial más, pero los virajes del conflicto le convencieron de que la única posibilidad de supervivencia del Reich alemán estaba en conseguir la hegemonía mundial.

 Está claro que con unas interpretaciones históricas de esta naturaleza, en algunos casos diametralmente diferentes a las que ha venido manteniendo la historiografía ultima sobre Hitler y el Reich nazi, es comprensible la polémica que este libro ha causado entre algunos de los más destacados historiadores especializados en el período nazi y la biografía de Hitler. Los cuales difícilmente pueden aceptar la visión alternativa y suavizada que proporciona Simm de aquel dictador oprobioso y su régimen sin libertades causante de imperdonables delitos de lesa humanidad.
(publicado en CULTURA, suplemento cultural de La Nueva España, de Oviedo)

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