OLIGOPOLIO
ELECTRICO
JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
El creciente y constante aumento
del precio de la electricidad se está convirtiendo en uno de los mayores problemas para la recuperación
económica de nuestro país. Es el causante de una inflación de 3,3%, la máxima en
casi una década y responsable de la crisis de numerosos pequeños negocios y de
la situación de pobreza energética de una parte muy numerosa de nuestra
población.
La mayor parte de la población desconoce por su complejidad cómo se
establece el precio de la electricidad y no acaba de entender tampoco cómo si
es el mismo sistema que el establecido en el resto de los países de la
Comunidad Europea, en la mayor parte de sus miembros no supone ese sistema
la creciente escalada de precios que
estamos sufriendo en nuestro país y que dado el multiplicador efecto que tiene
sobre la mayoría de los precios de cualquier clase de mercancía se está
convirtiendo en la causa de la tremenda e imparable alza de precios que estamos sufriendo, amén de
las dificultades que supone para una gran mayoría de hogares hacer frente a la
factura de la luz.
Eso sí, nos llegan continúas noticias de los beneficios
astronómicos que están obteniendo las
compañías eléctricas y nos quedamos boquiabiertos con las declaraciones de la
ministra Ribera, que, sin duda, sabe muchísimo sobre el problema, pero que,
ante esta gravísima situación, muestra su impotencia aludiendo a la “escasa
empatía social” de las empresas suministradoras de la electricidad, , como si a
las mismas les importase lo más mínimo las dificultades económicas y sociales
de los consumidores y no sólo la cuenta de resultados de beneficios que
obtienen sus empresas con esos precios
desproporcionados. Beneficios que son los que realmente para ellos cotizan en bolsa. (Por Dios,
señora ministra, de donde ha salido usted y nada menos que militando en un
partido socialdemócrata).
No es extraño que ante esta grave situación y la inacción del ministerio
correspondiente el otro partido que forma la coalición de gobierno proponga expresar la oposición a esta inacción
gubernamental con protestas en la calle, sobre todo, cuando los sindicatos que
deberían canalizar la protesta de la ciudadanía siguen, como ya nos tienen
acostumbrados en estos tiempos, dando la
callada por respuesta. Si el sistema establecido por la Unión Europea para
establecer los precios de la electricidad no funciona en España y permite esa
situación de oligopolio que estamos padeciendo, habrá que cambiarlo y mientras
tanto establecer medidas drásticas para
impedir esa espiral creciente de los precios de la electricidad que está
ahogando a miles de hogares y ciudadanos españoles y está causando además la
crisis y la ruina de numerosos pequeños negocios en nuestro país.
Hay quien dice también que esta grave situación causada por el incremento acelerado del precio de la energía no es sino además un perversa maniobra de los poderes económicos para poner fin definitivamente al gobierno de izquierda que gobierna el país, ya que los efectos negativos de la pandemia no han logrado ponerlo contra las cuerdas. La verdad es que, de creer esta teoría de la conspiración, la inacción del sector del PSOE en el Gobierno ante este grave problema se lo estaría poniendo en bandeja.
(Publicado en las páginas de opinión de La Nueva España, de Oviedo)
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