LOS ASTURIANOS Y VAQUEIROS DE ALZADA A LUZ DE LA
BIOANTROPOLOGIA
JULIO ANTONIO VAQEURO IGLESIAS
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PEDRO G´GOMEZ GÓMEZ ( sgundo por la izquierda) |
Comienza a ser frecuente en los últimos
tiempos la publicación por profesores universitarios jubilados o a punto de
serlo de libros en los que, a modo de
testamento intelectual o académico, se
recoge la visión y aportaciones que sobre su disciplina han ido elaborando y
produciendo a lo largo de su vida profesional. Éste es el sentido que nos
parece que tiene esta obra (Los
asturianos, los vaqueiros de alzada y el mito de la raza. Una
lección de antropología biológica. Universidad de Oviedo y Fundación
Valdés –Salas) del antropólogo y profesor jubilado de nuestra Universidad Pedro
Gómez Gómez. Con el añadido de sus últimas investigaciones, el contenido que desarrolla en ella su autor no es sino su
concepto de la materia que ha enseñado e
investigado en la universidad ovetense a lo largo de sus cuatro décadas de
labor universitaria y el resultado de la aplicación de esa concepción a su práctica investigadora que ha versado
dominantemente sobre la población del
territorio asturiano. De modo que este libro es una excelente muestra de lo que
sabemos hoy sobre la Antropología biológica de Asturias y, a la vez, la prueba
de la coherencia de la práctica investigadora de su autor.
La Antropología biológica como ciencia, el
análisis de los diversos grupos y tipos
biológicos comarcales y étnicos
asturianos y el estudio en profundidad de los caracteres bioantropológicos de
los vaqueiros de alzada y su relación
con su modo de vida trashumante son los tres grandes temas que desarrolla nuestro antropólogo en este libro.
Pedro
Gómez concibe la antropología biológica como una ciencia interdisciplinar que no sólo busca la descripción y evolución biológicas de los diversos tipos humanos, sino
que también trata de explicar las causas de su diversidad , lo que conlleva al
análisis de las aportaciones de múltiples disciplinas como la genética, la anatomía y la fisiología
humanas, la demografía, la sociología, la geografía y la historia y todas aquellas otras que le proporcionen
datos y explicaciones para su visión integradora de la ciencia antropológica.
Desde esa perspectiva teórica, el autor analiza las categorías nucleares de su
disciplina como raza, etnia y casta y
valora cómo, definitivamente tras el
descubrimiento de las estructuras
básicas del material hereditario y de la transmisión de los caracteres genéticos,
el racismo, con su idea sobre la superioridad
de una raza sobre las otras y su
corolario: el mito de la pureza de la
raza, no tiene ningún fundamento científico, sino que ha sido históricamente (y
desgraciadamente todavía sigue siendo hoy) un mecanismo ideológico para
justificar empresas colonizadoras, la exclusión de grupos humanos rivales o
sometimientos redentores.
En cuanto a la población asturiana, nuestro antropólogo llega a la
conclusión que ésta no responde a unos rasgos biotipológicos y genéticos específicos propios, como demuestran
los datos aportados por la genética y el ADN, sino que comparten
un substrato biológico común que
abarca todo el norte de España, zona que
constituye una amplia región antropológica con fuertes similitudes
biotipológicas. Sin embargo, sí detecta históricamente, un profundo
cantonalismo biológico o reproductor en toda la región. La endogamia local y
comarcal ha sido en ella pronunciada, como demuestran los miles y miles de
datos matrimoniales extraídos de los archivos parroquiales examinados de diferentes
consejos representativos de medios ecológico- geográficos y sociales diferentes
(en este caso los pescadores pixuetos y los vaqueiros de alzada). Ese
cantonalismo reproductor comienza a desaparecer en la segunda mitad del siglo
XIX en las zonas industriales y mineras y termina por generalizarse en toda
Asturias en las décadas de los 50 y 60
del XX.
La parte final del libro está dedicada a un
amplio análisis de la bioantropología de
la minoría vaqueira tradicionalmente marginada por los campesinos estantes o xaldos.
E incluye, además, un pormenorizado y excelente estudio del modo de vida
trashumante de los vaqueiros que el autor contrasta con el de los pasiegos
cantábricos. Las conclusiones son, sin duda, significativas y en gran medida desmitificadoras. No existen
diferencias biológicas significativas
entre vaqueiros y asturianos. La endogamia entre los vaqueiros es algo
más pronunciada que la que se da en el resto de los asturianos, y es una
endogamia limitada a cada comarca vaqueira y no difundida entre el conjunto la
población vaqueira. Lo que puede significar, deduce este crítico, que la
realidad de una comunidad vaqueira, con una identidad de conjunto perfectamente definida, no parece ser sino otro de los mitos que el
folclore ha difundido sobre esa
población.
Sin duda, estamos ante un libro de gran
interés que trata de aspectos escasamente conocidos y dado su enfoque didáctico
entra perfectamente dentro de la rúbrica de alta divulgación y como tal es
asequible para cualquier clase de lector interesado por estos temas.
( PUBLICADO EN
EL SUPLEMENTO Cultura DE LA NUEVA ESPAÑA, DE OVIEDO)