LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO HACE UN SIGLO
Julio Antonio Vaquero Iglesias
![]() |
Patio del edificio històrico de la Universidad de OvIedo |
Hace ahora un siglo la
Universidad de Oviedo vivió la que hasta hoy fue su etapa de mayor brillantez. Y lo fue porque
aquel grupo de profesores filokrausistas vinculados a la Institución Libre de
Enseñanza, que constituyeron el núcleo del que Joaquín Costa bautizó con el
nombre de “movimiento de Oviedo”, tuvo claro, en sus afanes reformistas, cuál
debía de ser la misión de la Universidad. Misión en la que se vinculaba de modo
inseparable la acción de modernización y actualización interna en cuanto a la
calidad científica y didáctica de sus enseñanzas, con la proyección exterior de
éstas, tanto hacia la sociedad asturiana en la que vivía, a través de la
Extensión Universitaria, como hacia ámbitos fuera de las fronteras nacionales.
La Extensión Universitaria se concibió como instrumento de desarrollo de la
cultura de las clases populares y, en especial, del proletariado como vía para su integración
pacífica en la sociedad burguesa. La proyección exterior europea, con el objeto
de conseguir la modernización científica de nuestra Universidad y poner fin a
su atraso secular con respecto a la ciencia moderna; y su dimensión americana, como medio de estrechar los vínculos culturales con los
países americanos para reforzar la
identidad cultural de esa comunidad, y poder sobrevivir así al avance
avasallador de los imperialismos del momento. Ambos planteamientos hay que
relacionarnos, pues, con el proyecto regeneracionista de los institucionistas
que ya venía de atrás y cobró nuevo y mayor impulso con el “98”.
Todavía hoy uno se sigue asombrando de cómo
aquella universidad provinciana, la más pequeña y peor dotada de las españolas,
formada únicamente por dos facultades y un escaso número de alumnos, terminó
convirtiéndose en un modelo para las otras universidades españolas, y su labor
alcanzó cierta proyección exterior en
Europa y muy amplia en América.
En
el comienzo del curso 1898-1899, en medio de la conmoción generalizada causada
por el Desastre Colonial, Rafael Altamira
pronunciaba su famoso discurso inaugural sobre la Universidad y el
Patriotismo y aparecía ya esbozado
formalmente todo ese programa de acción para la Universidad. Y, meses después,
a propuesta de Clarín, el Claustro
ovetense aprobaba la puesta en práctica de la Extensión Universitaria, que
inició su andadura ese mismo curso. Después vendría, sobre todo, a partir de la
conmemoración del III Centenario de la Universidad, en 1908, la formulación y
aplicación del programa americanista que
tuvo su momento culminante en el viaje por tierras americanas de Altamira como
delegado de la Universidad. Aquel año de 1898 puede considerarse, pues,
simbólicamente, el comienzo formal de esa brillante etapa de la Universidad de
Oviedo y lo fue materialmente, como hemos visto, de la creación de la Extensión
Universitaria.
De ahí que un siglo después, cuando se
conmemora el primer centenario del origen de
esa institución, haya sido oportuna la iniciativa del Vicerrectorado de
Extensión Universitaria de editar este
libro del profesor Santiago Melón Fernández, Estudios sobre la Universidad de
Oviedo (Universidad de Oviedo. Vicerrectorado de Extensión
Universitaria, 1998). En él se recopilan siete trabajos del autor sobre la historia
reciente de la Universidad de Oviedo; seis de ellos ya publicados de manera
dispersa entre 1963 y 1985 y uno inédito de 1993 que analiza los conflictos universitarios de 1884
en Oviedo. Pero el núcleo del libro lo constituyen los cuatro estudios que se
dedican a analizar la etapa a la que nos
hemos venido refiriendo, y de éstos la pieza fundamental es: “Un capítulo en la
historia de la Universidad de Oviedo”. Los otros tres trabajos sobre este tema
son: “ El viaje a América del profesor
Altamira”, “La Extensión Universitaria: antecedentes y características” y “Las
grandes etapas del americanismo”. Y de ello trata también el Prólogo que se
incluye también en el libro de la edición facsimilar de la Historia de la
Universidad de Oviedo de Fermín Canella. “ Datos para la historia de la
Universidad de Oviedo durante la guerra civil” es el trabajo que resta por
mencionar de los siete que componen el volumen.
Al volver a leer estos textos, uno confirma de
nuevo la valoración que tenía de Melón como un historiador pulcro, preciso, con
una gran capacidad explicativa y ha vuelto a sentir de nuevo el placer
intelectual que produce la brillantez de su estilo y el alto nivel cultural que
demuestran. En relación con la Extensión
Universitaria, no ha caído en error de aceptar como explicación suficiente de
su finalidad la que proponía el discurso nacionalista y patriótico de los
propios actores ni tampoco el de la
interpretación idealizada que hoy pueda darse de aquella experiencia. “Nuestros
profesores- escribe Melón-, miembros egregios de la clase media, se acercan
apostólicamente al proletariado porque no tienen conciencia de explotarlo, e
ingenuamente pretenden atraerlo y domesticarlo. Su conducta revela una actitud
defensiva y, en último término, conservadora; su reformismo, su tolerancia, su
neutralismo, su condescendencia con las formas prudentes del socialismo, no son
en definitiva, más que repliegues
tácticos” (páginas 109-110).
En cambio, su visión del
americanismo universitario ovetense sí ha acusado el paso del tiempo y el
progreso historiográfico. La contextualización de ese americanismo dentro del
específico regeneracionismo institucionista
ha permitido enriquecer, en gran medida, el conocimiento de su
significado; así como también nos parece hoy bastante más complejo el tema de
las corrientes americanistas que trata Melón. Pero, todavía en el momento actual,
todo intento de ampliar y mejorar nuestro conocimiento de ese americanismo debe
pasar necesariamente por la utilización de estos trabajos del profesor asturiano.
Es
lástima que Santiago Melón, según él mismo confiesa en el Prólogo, a pesar de
las sugerencias y apoyos que se le han
ofrecido en ese sentido, haya renunciado a continuar, a partir de la importante
labor ya realizada, la obra de Fermín Canella, dándonos una visión de conjunto
de la historia de la Universidad de
Oviedo en este siglo. Pero las razones que aduce para ello son la mejor
expresión de esa honestidad intelectual que emana de todos los trabajos que se
recogen en este libro. Honestidad intelectual muy de agradecer, porque es flor que raramente florece por estos pagos y
en estos tiempos que corren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario