LA
REINVENCIÓN DEL COMUNISMO
![]() |
El filósofo Slavoj Zizek |
La historia se repite siempre dos veces, primero como tragedia y después como farsa. Así corrigió Marx en el Dieciocho de Brumario de Luis Bonarparte el dictum hegeliano de la repetición de la historia. Y finalmente fue Herbert Marcuse en un prólogo a una edición de esa obra marxiana quien lo precisó: sin duda, la historia se repite como farsa, pero a veces tal farsa es más terrorífica que la tragedia original. Este es el sentido que tiene el título del último libro del conocido filósofo esloveno Slavoj Zizek ,Primero como tragedia, después como farsa” (Akal, 2010). Primero fue la tragedia: la utopía política de la democracia liberal universal que Fukuyama definió como el “fin de la historia” tras la caída del socialismo realmente existente, se vino abajo estrepitosamente y trágicamente con el acontecimiento del “11 S”. Después siguió la farsa: la crisis financiera de 2008 originada en la crisis económica del capitalismo global puso al descubierto la farsa del capitalismo con rostro humano para la “eternidad” que nos vaticinó la utopía económica liberal. Y desde luego hay que reconocer con Marcuse que la farsa en este caso tiene un alcance todavía más terrorífico que la tragedia.
Este título responde perfectamente al contenido y
la tesis central del libro. Zizek analiza primero la crítica situación
económica actual desde la perspectiva de la
enmascaradora ideología del capitalismo global que ha conseguido
naturalizar el sistema capitalista y está en el origen de la crisis y las
percepciones y reacciones que ha habido ante ella. Y destaca que, si no
reacciona adecuadamente, la principal víctima de de la crisis va a ser
paradójicamente la propia izquierda por no haber sabido responder a tal
situación crítica con una alternativa global para darle solución. Después entra
en el verdadero meollo del libro que consiste en un lúcido y profundo y a la
vez - como nos tiene acostumbrados- brillante y hasta agudo análisis de la posibilidad del comunismo como única
verdadera y definitiva solución a la crisis del capitalismo global.
La tesis que defiende el filósofo esloveno es que en esta nueva situación
el comunismo debe ser reinventado para dar respuesta a las nuevas
contradicciones que el capitalismo global ha creado, contradicciones
y antagonismos que, de no ponerles remedio, conducirán, según el autor, a una
situación verdaderamente apocalíptica para la humanidad. Para ello, es
necesario partir desde cero (aunque siempre dentro de la tradición marxiana) dejando
a un lado el proceso revolucionario izquierdista de los dos siglos anteriores y
entender los actuales antagonismos creados por el capitalismo globalizado como
los determinantes de la necesidad de hacer realidad el comunismo si queremos
cambiar el negro futuro que nos amenaza.
Esos nuevos antagonismos surgidos de este nuevo capitalismo globalizado
neoliberal, cultural o cognitivo (con todos esos adjetivos ha sido calificado) son
el resultado de un creciente proceso de privatización y mercantilización de lo
que es común a nuestro ser social: lo
común de la naturaleza externa o medio natural, provocando con su
sobreexplotación mercantilizada la amenaza de una catástrofe ecológica; lo
común de la naturaleza interna del hombre con el control privado de las técnicas
que manipulan la herencia biogenética de la humanidad y convierten en posible futuro real la modificación artificial
y mercantilización de la propia naturaleza humana; lo común de la cultura con
la privatización de la creación cultural, que hoy, con los actuales medios de
comunicación interactivos, ya no es creación individual, sino colectiva, parte
de lo “común” y no puede, por ello, en sentido estricto considerarse propiedad
privada. Y la cuarta y cualitativamente más importante contradicción es la de
los incluidos y excluidos del espacio socio- político. Antagonismo este sin
cuya eliminación no podrán de verdad y radicalmente solucionarse los otros tres:
el nuevo sistema de producción capitalista altamente tecnificado cada vez
necesita menos trabajadores y más cualificados dejando a la mayoría fuera del
mercado de trabajo en situación de exclusión, del mismo modo que la democracia
representativa que le ha acompañado excluye de hecho (no formalmente) a la
mayoría de la participación política. Sin duda, con un régimen de capitalismo
autoritario o de socialismo de Estado esos problemas se podrían paliar (convertir
la crisis ecológica en un problema de desarrollo sostenible, legislar para
ampliar los derechos de autor o transformar la biogenética en un tema ético). Pero sólo en el marco del
comunismo, sin propiedad privada o estatal,
podrían ser solucionados radicalmente.
Así, pues, proletario ya no es la persona de otras etapas del capitalismo
que trabaja con los medios de producción de los capitalistas y es sometido a
explotación a través de su salario, sino que ahora prácticamente “proletarios”
(en el sentido de despojados de nuestra propia naturaleza) somos casi todos por
una u otra de las contradicciones
mencionadas o por todas a la vez. Y sólo el comunismo con el establecimiento de
la igualdad individual universal y el derecho de todos y cada uno al uso de los
bienes comunes podría poner fin de manera definitiva a las otras tres
contradicciones.
En fin, para quienes no conozcan las teorías
postmarxistas sobre el actual capitalismo global, este libro es, sin duda, una
buena introducción, porque Zizek lo ha confeccionado dialogando (para aceptar o
rebatir) con esos pensadores
anticapitalistas (Negri y Hardt, Badiou, Rancière…), además de utilizar con
gran soltura para su argumentación teórica el pensamiento de los grandes
filósofos de la historia como Kant y Hegel, sobre todo. Pero también para un
lector que vaya a leer a nuestro filósofo por primera vez, éste es, dentro de
su ya extensa obra, un libro adecuado, porque en sus páginas aparece Zizek en estado puro: su
intento de integración del pensamiento marxista con el del psicoanálisis de
Lacan (aunque quizás éste sea hasta ahora el menos lacananiano de los suyos),
su profundo conocimiento y manejo del pensamiento de los grandes filósofos de la historia, pero
también sus continuas referencias a la cultura popular, sobre todo, al cine y
la ilustración de sus tesis con sus continuas referencias a anécdotas, los
medios de comunicación o acontecimientos y episodios de actualidad.,
demostrando, como lo prueba este libro, que la profundidad de pensamiento no
tiene por qué estar reñida con la claridad de exposición y la facilidad de lectura.
Pero, sobre todo, su capacidad para hacernos reflexionar y pensar críticamente,
como también consigue hacerlo con este
libro.
( Publicado en el suplemento cultural "Cultura· de La Nueva España de Oviedo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario