
NI LATINOAMÉRICA NI HISPANOAMÉRICA: ÑAMÉRICA
JULIO
ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
Martín Caparrós,
novelista, ensayista y periodista argentino, es sin duda uno de los
intelectuales vivos que mejor conoce el continente sudamericano como ha
demostrado con sus análisis, a modo de realistas y sugerentes frescos, de sus grandes
capitales. Y, como no podía ser de otra manera, después de sus treinta libros de
ficción, ensayo y periodismo que han ganado todos los premios habidos y por
haber, nos proporciona ahora en su Ñamérica
una visión diferente, personal, de
gran riqueza de interpretaciones,
imágenes y sugerencias sobre la realidad sudamericana que surgió de la
colonización española.
Y para ello y, aunque no sea lo habitual, para
su estudio, crea primero el concepto para proceder después a su análisis. Ni
Latinoamérica, que es un término de procedencia francesa que surge en el siglo
XIX, ni Hispanoamérica que conlleva la carga ideológica de un mundo creado por
la conquista española cuando en realidad ya existían una realidad y una
presencia humana y cultural anteriores, sino Ñamérica. Esto es: la realidad político-social y cultural nacida
de la conquista y el dominio español y que tiene como denominador común hablar
español, esto es, el único idioma que utiliza una letra específica, la ñ, para identificar ese sonido.
Es decir: ese espacio compuesto por veinte
estados y cuatrocientos millones de habitantes, del que hay que excluir por
diferencias de idioma, cultura e historia a Brasil, el gigante del continente.
Su objeto de análisis es esa realidad de
trescientos años surgida de su inclusión
en el Imperio español y de doscientos de desarrollo tras su emancipación e
independencia de aquél.
Lo peculiar de la mirada de Caparrós es, como ocurre en muchas de sus
obras, la confluencia de un enfoque múltiple ( que es casi un género literario específico que algunos
denominan como periodismo literario) en el que combina sabiamente tanto el
ensayo, como la historia y el periodismo proporcionándonos una visión polifacética
y compleja de la realidad que analiza utilizando para ello un estilo genuino,
con valor literario, que es otro de los atractivos de su obra.
Su análisis de la realidad ñamericana abarca hasta el momento actual, de
modo que su interpretación rebasa y da explicación de su realidad presente
superando y matizando la que nos dio en su momento de ella el uruguayo Eduardo
Galeano en Las venas abiertas de América Latina, obra
que se convirtió en la visión canónica que
la izquierda europea tuvo de aquel continente durante varias
generaciones.
Caparrós lleva a cabo un recorrido histórico de gran riqueza, con interpretaciones personales y
sugerentes, de las cinco olas
migratorias que han formado la Ñamérica actual. Desde la primera que dio lugar
por emigración desde el continente asiático
a la mal denominada población
originaria a la que constituye su realidad actual derivada de una emigración masiva
de sus poblaciones hacia las ciudades y
los países europeos, pasando por las que aportó la conquista y colonización
españolas, la que se produjo ron con la
llegada masiva de esclavos negros hacia su territorio.
La cuarta ola fue la de la emigración económico-política de europeos
hacia Ñamérica tras la segunda guerra mundial que se concentró, sobre todo, en
los países del cono sur, principalmente Argentina. Países que alcanzaron con ella cierto desarrollo económico
que cristalizó en la aparición de una
creciente clase media.
La quinta y última ola es en la que inunda todavía hoy la sociedad ñamericana y se caracteriza
por un doble flujo emigratorio. Una
corriente hacia el exterior, hacia los
países europeos y, en el continente americano, hacia Estados Unidos. Y otra
interior hacia las ciudades desde el mundo rural y campesino. Esta última es la
que está creando esa peculiar realidad urbana hipertrofiada y dual (ciudad
de ricos/ciudad de pobres) que caracteriza las ciudades ñamericanas.
Nuestro autor es demoledor, con razones de
peso y justificaciones pertinentes, en su crítica de la conquista y dominación
españolas de Ñamérica. Utiliza para ello los testimonios de la obra del padre Las Casas y deja claro que aunque la explotación de aquellos
territorios y sus pobladores se realizó con otra fórmula de la empleada por los
británicos y franceses, en último
término su finalidad era la misma: la extracción de las riquezas de aquellas
territorios a base de la explotación de la población indígena.
El tan cacareado mestizaje por
parte de los defensores de la colonización hispana no fue sino una forma de racismo y explotación
con la que una minoría sometió a la población indígena de aquellos territorios
Aunque Caparros rechaza con plena razón
la imagen de Arcadia feliz de
aquellos imperios indígenas que quieren darnos hoy algunos teóricos y políticos de aquellos países y critica como
puramente ideológica la concepción de poblaciones originarias que tratan de
difundir los defensores del indigenismo.
Por si todo esto no fuera suficiente el escritor argentino realiza unos
agudos y documentados análisis de las
características específicas que
impregnan esa realidad ñamericana como la desigualdad, la violencia, el
machismo. Pero también el significado,
para él negativo, que tuvo y tiene la dominancia de su fe católica y la
emergencia reciente de las creencias difundidas por las iglesias evangélicas entre sus habitantes. Pero
no todo son para nuestro autor aspectos
negativos. También valora como positivas
las aportaciones culturales derivadas de
su sincretismo cultural que supuso ese oleaje de migraciones.
Y cada una de esas interpretaciones
las refrenda con la descripción de un
caso concreto a modo de un reportaje periodístico (generalmente, una gran
ciudad ñamericana: México, Bogotá, Caracas, La Habana, Buenos Aires, Miami),
género en el que, sin duda, Caparrós demuestra ser un gran maestro.
Más allá de algunas afirmaciones, opiniones,
valoraciones e interpretaciones discutibles, podemos decir que esta obra es, sin duda, el retrato más fiel,
completo y mejor que se ha escrito en
los últimos tiempos de esa realidad que fue y es hoy Ñamérica. Si tienen interés por el tema, leanlo. No lo duden. No les defraudará.
(Publicado en el suplemento
cultural “Cultura” de La Nueva España, de Oviedo)